En 2015, Sony, poseedora de los derechos de explotación cinematográfica del personaje de Spiderman, y Marvel Studios, filial de Disney, firmaron un acuerdo para que el arácnido pudiera salir en las películas del Universo Cinematográfico Marvel, iniciando su participación en Capitán América. Civil War. En ese momento, Sony decidió iniciar una vía propia alternativa, explotando otros personajes de los cómics de Spiderman, propuesta que hasta la fecha nos ha ofrecido las tres entregas de Venom, dos películas animadas protagonizadas por Miles Morales (Spider-man: Un nuevo Universo y Spider-Man: Cruzando el Multiverso), más sendas películas unitarias de Morbius, Madame Web y, ahora, Kraven The Hunter. Quitando las dos cintas de animación, que son dos auténticas joyas, el balance crítico de la franquicia es nefasto, y a nivel de taquilla, Morbius y Madame Web fueron rotundos fracasos y Kraven The Hunter lleva el mismo camino.
Los villanos no nacen. Se hacen
En el caso de Kraven The Hunter, basada en el famoso enemigo de Spiderman creado en 1964 por Stan Lee y Steve Ditko, la película llevaba un año en el limbo de las producciones, sufriendo reshoots y remontajes, a la espera de que el estudio diera finalmente luz verde a su estreno. El último revés para la película fue el anuncio por parte de Sony, la misma semana del estreno de la cinta, de que no va a continuar con la producción de más películas del Spiderverso (aunque posteriormente rectificaría, anunciando un reboot total de la franquicia), reconociendo el fracaso de la empresa, lo que, sin duda, no ayudó a atraer público a las salas.
Tal y como fue ideado por Lee y Ditko, Kraven tenía mucho que ver con El Malvado Zaroff, película de 1932, dirigida por Irving Pichel y Ernest B. Schoedsack, protagonizada por Joel McCrea, Leslie Banks, Fay Wray y Robert Armstrong, y basada en la novela homónima de Richard Connell. En ella, un expatriado ruso, el conde Zaroff, gran apasionado de la caza, pero aburrido de presas menores, decide transgredir los límites del deporte y apostar por presas humanas que le supongan un mayor reto. No es por lo tanto baladí ese origen ruso, ni ese trasfondo aristocrático dentro de los orígenes del personaje de Kraven (otra cosa son los acentos burdos que aparecen y desaparecen o boberías como usar como música de inicio la partitura de La Caza del Octubre Rojo para recalcar las raíces del personaje); y, por lo tanto, en un universo con superhéroes, la presa mayor a la que puede aspirar el gran cazador, es el propio Spiderman.
Una visceral historia de acción
Siguiendo el esquemas de sus predecesoras, Kraven The Hunter es una película de orígenes y dando el rol protagonista a un villano, aquí reconvertido en antihéroe. Esto último tampoco es del todo errado, ya que el propio personaje en los cómics, guiado por su código ético particular sí mostraba una honorabilidad y un respecto por su antagonista, además de, en algunos de sus principales relatos, arrastrar consigo un cierto hálito trágico. En la cinta, además, se colocan otros personajes vinculados históricamente con Kraven en los cómics, como Calipso, el Camaleón o Rhino.
Esto no quiere decir que estemos ante una adaptación especialmente fiel al cómic. Es cierto que en su versión en papel el gran cazador echaba mano también de un suero que le atribuía poderes especiales, desarrollando sus propios instintos de caza; sin embargo, aquí, se lleva al personaje a unos límites de invulnerabilidad, fuerza y velocidad, que lo convierten casi en una especie de Superman. A su vez, se pretende desarrollar una historia emocional, paterno filial, donde los dos hermanos son, en el fondo, victimas de la verdadera maldad de su padre.
Dirigida por el nominado al Oscar J.C. Chandor
Si hacemos balance, frente a la trilogía de Venom, y muy especialmente, frente a Morbius y Madame Web, esta Kraven The Hunter resulta ser una cinta más satisfactoria y de mejor factura, pero es que veníamos de un listón extremadamente bajo. El reparto defiende como puede sus personajes, especialmente un esforzado Aaron Taylor-Johnson, quien, físicamente, hace todo lo posible para no fallarle a la película.
J.C. Chandor pretende aportar una puesta en escena elegante y enérgica, con unos niveles de violencia un tanto metidos con colador, pero que resultan de lo más refrescante de la cinta. Desgraciadamente, el resultado final sigue siendo infame. El guion es un coladero de referencias que no tiene claro hacia dónde se dirige. Entendemos que todos los cambios sufridos en postproducción, intentando salvar un barco que se hunde, no han hecho más que acelerar el naufragio. La sobreabundancia de personajes, la gran mayoría mal desarrollados y traicionando el origen del cómic, también lastra la película, además de dañar el trabajo de intérpretes solventes, atrapados en clichés narrativos en el mejor de los casos.
Como el resto de sus compañeras del Spiderverso en imagen real, Kraven The Hunter es un fracaso que ejemplifica a la perfección lo perjudicial que puede ser para una película que la parte creativa quede supeditada a las decisiones erráticas de una animal tan peligroso como es una junta ejecutiva.