El Sr. Fettes (Saturnino García) es un muy particular guardián de cementerio. Un ser solitario, realmente siniestro, que guarda celosamente unos cuantos secretos, pero al mismo tiempo le encanta romper “la cuarta pared” y compartirlos con el público. Fettes entierra los difuntos de día y los desentierra de noche con fines absolutamente inconfesables. Le gusta que le llamen “Vampus”. Se regocija al leer cómics de terror, especialmente las historias de amor, románticas, pero entendidas a su necrófila manera.

Vampus, además de compartir con los espectadores algunos de sus secretos más perversos, introduce a la audiencia en cuatro de esas historias macabras tan de su gusto, narradas e ilustradas por otros tantos realizadores (Manuel Martínez Velasco, Isaac Berrocal, Erika Elizalde y Piter Moreira), que transcurren en diferentes y perturbadores escenarios.

La primera de ellas tiene lugar en un singular salón de bodas, donde la novia (Elena Furiase) y un amigo dialogan en un espacio temporal nada definido. La prometida, ataviada de su traje nupcial no recuerda quién es. ¿Está la boda celebrándose en otro lugar, o…? Una perdida casa terrera en la montaña, provista de chimenea, aparentemente acogedora en la sierra de Madrid. A ella acuden un joven un tanto perturbado, con una chica ciega un tanto incauta, a quien le han prometido una velada de risas y fiesta con otras personas.

La siguiente historia está ambientada en un siniestro parque de atracciones, donde dos mujeres se quedan atrapadas en plena casa del terror. Finalmente, entre reflexiones, consejos varios, y macabros quehaceres, Vampus nos va mostrando sus rutinas y su carácter “emprendedor”.

La cuarta historia transcurre entre vampiros sedientos de sangre y víctimas en un universo acosado por una extraña pandemia, para fatal empatía del espectador en tiempos de la Covid-19.

Cuatro historias de terror, en definitiva, donde se ha buscado celosamente cierta uniformidad cualitativa y de estilo de las cuatro historias, pese a que cada una de ellas tiene la mirada específica de su propio realizador.

Con Saturnino García como Vampus

Las historias y entreactos aparecen hábilmente ensamblados y conducidos por este peculiar guardián del cementerio interpretado por Saturnino García, actor leonés de nacimiento, aunque vasco de sentimiento, en plenitud artística superando los 85 años de edad. Saturnino fue peón en la industria metalúrgica y representante comercial, para definitivamente pasarse a la interpretación en teatro, cine y televisión. García ha trabajado con los grandes cineastas de nuestro país: Fernando Fernán Gómez, Carlos Saura, Vicente Aranda, Enrique Urbizu… Obtuvo un nombre en el cine español, protagonizando aquel filme macabro, Justino, un asesino de la tercera edad (España, 1994), de Luis Guridi y Santiago Aguilar (La Cuadrilla) y se ha convertido en actor fetiche de realizadores como Álex de la Iglesia, con quien ha colaborado asiduamente desde el corto Mirindas Asesinas (España, 1990). Saturnino García también ha intervenido en el famoso cortometraje pergeñado en estas tierras canarias denominado La Raya (España, 1997), del realizador y guionista canario Andrés. M. Koppel.

Víctor Matellano, alma máter de Vampus Horror Tales

El realizador, productor, comiquero, guionista y director Víctor Matellano es un asiduo al Festival de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera desde sus orígenes, desde la primera edición, la de 2017. Él es el alma mater de Vampus Horror Tales. Director de películas como Wax (España, 2015), todo un horror gótico homenaje al cine de Hammer Films, protagonizado por Jack Taylor, actor que también estuvo entre nosotros en la mencionada primera edición del Festival; Vampyres (España, 2015), protagonizada por la actriz británica Caroline Munro, invitada honorífica en la edición 2018 del Isla Calavera; o Parada en el Infierno (España, 2017), western protagonizado por el realizador italiano, Enzo G. Castellari, que fue también invitado de honor en la mencionada edición del festival canario de 2018.

Matellano tiene, paralelamente una carrera muy interesante como documentalista. En este sentido, ha filmado algunos documentales de considerable interés divulgativo como Zarpazos, un viaje por el Spanish Horror (España, 2014) dedicado a la creativa ola del llamado Fantaterror Español que invadió las carteleras durante finales de los 60, los años 70 y primeros 80 del Siglo 20, con Jacinto Molina, alias Paul Naschy a la cabeza. El mencionado documental, no sólo lo vimos en el Isla Calavera 2017, sino que fue “exportado” a la isla de La Palma con la edición especial del Festival realizada en Santa Cruz de La Palma en el Teatro Chico de la capital en 2018.

Víctor Matellano también ha dirigido el magnífico documental histórico-reivindicativo, Regresa el Cepa (España, 2019) sobre el rodaje del controvertido filme de Pilar Miró El Crimen de Cuenca (España, 1979) y sus repercusiones para la cineasta, cuyo cartel publicitario fue diseñado por el codirector del Festival Daniel Fumero.

Llámame Vampus

Matellano presentó en sociedad al personaje del enterrador Sr. Fettes en un memorable cortometraje titulado Llámame Vampus (España, 2018) que puede verse en el canal Dark, patrocinador del Isla Calavera.

Durante el año 2020, en auténtico régimen de supervivencia, se filmó y ultimó el largometraje Vampus Horror Tales, con el personaje de maestro de ceremonias, y tras su pase por el Festival de Cine Fantástico de Sitges 2020 y el Festival de Cine de Zaragoza 2020, aterrizó en el Isla Calavera, donde fue exhibido en dos sesiones en cada una de las dos salas asignadas por Multicines Tenerife al Festival.

Vampus Horror Tales se erige en un sentido homenaje al cómic de terror de los años 70 y 80, que aparecía casi siempre estructurado en diversas historias terroríficas, pero también al cine de terror clásico, rindiendo auténtica pleitesía a algunos títulos míticos de la productora Hammer Films. En ese sentido constituye un filme de conseguida atmósfera, que cuida mucho la fotografía, muy compleja, en blanco y negro, así como el maquillaje, siempre muy sutil.

De maneras anglosajonas en las formas, sin embargo, los giros narrativos y el humor son muy “castizos”, muy españoles, lo que otorga a Vampus Horror Tales un marcado y entrañable certificado de origen marcadamente ibérico.

La novela de Robert Luis Stevenson Los Ladrones de cadáveres, y algunos relatos de Edgar Allan Poe están igualmente en el germen de este proyecto. Para la supervisión de los efectos especiales, se ha contratado nada menos que al británico Colin Arthur, toda una leyenda viva del cine, cuya presencia y personalidad está detrás de maquillajes de El Planeta de los Simios (The Planet of The Apes, EEUU, 1968), de Franklyn J. Shaffner, o de 2001: Una Odisea del Espacio (2001: a Space Odyssey, EEUU, 1968), de Stanley Kubrick, o de La Historia Interminable (The Neverending Story, Alemania, 1984), de Wolfgang Petersen.

El Jurado de Largometrajes de la cuarta edición del Festival de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera concedió a Saturnino García, ex aequo con Sylvester McCoy, protagonista de The Owners (Reino Unido, 2020), el premio al Mejor Actor.