En algún lugar de la Inglaterra Rural, durante los años 90 del Siglo XX. Dos amigos de la infancia, Nathan (Ian Kenny) y Terry (Andrew Ellis), son persuadidos por otro joven, Gaz (Jake Curran), bastante macarra y de personalidad claramente psicopática, para llevar a cabo un robo aparentemente sencillo y lucrativo, con expectativas de impunidad total. Se trata de asaltar la casa hogar de los Huggins, un matrimonio de ancianos, donde trabaja la madre de Terry como asistente. Los Huggins son un aparentemente amable y senil doctor (Sylvester McCoy, a quien hemos visto en la trilogía de El Hobbit, de Peter Jackson, o en la serie Doctor Who) y su adorable esposa Ellen (Rita Tushingham, veterana actriz, vista en Doctor Zhivago, de David Lean, y en The Last Days of Soho, de Edgar Wright).

Mary (Maisie Williams, Arya Stark en la serie Juego de Tronos, y el auténtico reclamo del filme), la novia de Nathan, se encuentra en el lugar, es decir, en las inmediaciones del hogar de los ancianos, simplemente porque han utilizado su coche para llegar y la joven lo necesita inmediatamente para irse a trabajar. Por supuesto que se opone al plan. Al cabo de unas horas todos, incluidos los Huggins, están en la casa, al lado de una caja fuerte complicada de abrir y en una situación que no va a ser la que aparenta ser…

Ópera prima de Julius Berg

Uno de los puntos álgidos de la cuarta edición del Festival de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera tuvo lugar con el pase del filme The Owners, es decir, “los propietarios”, debut en el largometraje del francés Julius Berg, que estudió arte y cine en la prestigiosa universidad gala de La Sorbona, y que antes del presente filme ha realizado algunos cortos, spots publicitarios y episodios para series de televisión francesas como Mata Hari (2017) y Ríos de Color Púrpura (Lés Riviéres Pourpres, 2018).

El filme, rodado en Inglaterra, concretamente en Kent, cerca de Londres, es de producción británica, y ha sido escrito entre el propio realizador y Mathieu Gompel, con la participación de Geoff Cox, inspirado en la novela gráfica francesa de 2011 Une nuit de pleine lune, con ilustraciones de Hermann Huppen, y dibujos de Alain de la Mata.

Home invasion

Comienza como un filme de atraco a un domicilio, del tipo contemplado en el código penal español denominado “robo con fuerza en las cosas con la agravante de casa habitada”, que se convierte en una home invasion, es decir, un filme de intromisión de la morada, con sus legítimos propietarios y moradores dentro, es decir, de profanación de algo tan privado e íntimo como es la vivienda personal, el reducto de seguridad más sagrado de todo individuo, apelando así al terror más básico de cualquier espectador.

La propia morada, en este sentido, constituye un espacio marcadamente aterrador. Por lo tanto, un considerable tramo de la película, donde los propietarios que han regresado a la casa mientras los atracadores aún permanecen en ella, ocupa gran importancia en el desarrollo del filme. La narración contiene algunas secuencias de tortura y de cierto salvajismo gore, para a continuación, en el giro narrativo severo de la película, los adorables viejecitos propietarios… digamos que no son tan adorables y pasan de ser víctimas a depredadores, creándose una atmósfera realmente perturbadora e irrespirable.

El filme de Julius Berg destila un cóctel bien agitado, con unos ingredientes bien utilizados y servidos: violencia, humor, suspense, tensión, terror psicológico, considerables dosis de mala uva e incorrección política, lucha por la supervivencia y todo un cúmulo de falsas apariencias, en un giro, como decíamos, muy bien dosificado hacia la mitad de la película. Todos estos elementos, y algunos más, componen los ingredientes de este atractivo coctel fílmico que arrancó unas cuantas risas, chascarrillos y admiraciones entre el público festivalero.

El reparto

Los guionistas van proporcionando todas las pistas y piezas necesarias para seguir y componer este duelo de inteligencias macabro y psicológico. El filme, en este sentido, posee muy buen ritmo, un correcto in crescendo de la acción, y estupendas interpretaciones.

Destaca de sobremanera el Sr. Huggins, interpretado por Sylvester McCoy, como ya mencionamos, que hace gala de amplios registros, entre los cuales se encuentra la sutilidad con la que deja entrever cuál es su pasado, sin duda la razón para ubicar la acción de la película en los años 90.

Por supuesto, destacamos también el interesante papel de la joven Maisie Williams. Su personaje, que parece meramente decorativo, cobrará decisiva importancia, y por supuesto se convierte en una final girl con todas las de la ley.

La veterana actriz británica, en activo desde los años 60, Rita Tushingham, realiza igualmente una brillante composición, que fluctúa entre una anciana senil, amable, educada, y una vertiente de lo más inquietante.

ATENCIÓN: SPOILERS A CONTINUACIÓN

La trama y cierto giro del filme nos recordará inevitablemente al magnífico filme No respires (Don’t Breath, EEUU, 2016), de Fede Álvarez, uno de los thrillers de terror y suspense más apasionantes de la industria de Hollywood de los últimos años.

Es necesario decir, que el filme de Julius Berg no es tan modélico y hábil como el de Álvarez, que era absolutamente turbador en el uso del espacio fílmico y en muchas cosas más.

En cualquier caso, The Owners cumple de manera solvente con sus premisas y planteamientos y nos entregó una muy buena dosis de terror y aderezos de fantástico, que hace que el filme encajase magníficamente en la programación del Festival.

The Owners se alzó en la cuarta edición del Festival Isla Calavera con el Premio del Jurado a la mejor interpretación masculina para Sylvester McCoy, ex aequo con Saturnino García por su interpretación en el filme colectivo Vampus Horror Tales.