En la mejor tradición de las historias fantásticas de H.P. Lovecraft el realizador francés Xavier Gens (Hitman, 20017) lleva al cine el libro de Albert Sánchez Piñol (La pell freda), con guion adaptado de Jesús Olmo y Eron Sheean. La piel fría es el relato de un expedicionario (David Oakes) que arriba a una isla inhóspita con la misión de relevar de su puesto al oficial atmosférico cuya cabaña encuentra desierta. Ante su ausencia, el colono busca refugio en el faro de la isla regentado por un enigmático anfitrión (Ray Stevenson).

Cada noche la construcción debe resistir la furiosa embestida de una horda de criaturas anfibias cuyo objetivo aparente es el de franquear los muros de la torre fortificada. No en vano, el farero guarda un terrible secreto en la convivencia con una de las criaturas (Aura Garrido) a la que mantiene cautiva y somete a una suerte de “amaestramiento”.

Con ciertas conexiones de fondo con La forma del agua de Guillermo del Toro, que no desvelaremos, La piel fría se configura como una cinta que combina los pasajes reflexivos con espectaculares y violentas escenas en el asalto de las criaturas al faro.

La actriz Aura Garrido, cuya participación a cara descubierta podría ser uno de los reclamos promocionales de La piel fría, permanece oculta durante prácticamente todo el metraje bajo el látex de una estupenda caracterización anfibia.

Destaca también el alto nivel de producción de esta coproducción franco-española, rodada en parte en las costas de la isla canaria de Lanzarote. Decorados, vestuario, maquillajes efectos especiales de maquillaje, físicos y digitales merecen toda nuestra atención así como la banda sonora compuesta por Víctor Reyes.