Cada 14 de febrero se celebra alrededor del mundo el Día de San Valentín, una jornada para celebrar el amor y la amistad, que por supuesto ayuda a los comercios a incentivar las compras tras las fechas navideñas. Pero además este día también ha servido como motivo recurrente para ambientar numerosos títulos de terror que han aprovechado la imaginería propia de su conmemoración en sus argumentos.

San Valentín Sangriento (My Bloody Valentine, 1981)

Quentin Tarantino ha señado que su slasher favorito de todos los tiempos es My Bloody Valentine (San Valentín Sangriento), segundo largometraje del cineasta húngaro George Mihalka, que llegó a las salas de cine norteamericanas el fin de semana del Día de los Enamorados de 1981. La película contaba la historia de una localidad minera, donde 20 años antes, justo el 14 de febrero, un trágico accidente costó la vida de cinco trabajadores, mientras sus supervisores disfrutaban del baile anual del Día de San Valentín. Harry Warden, el único superviviente, volvería al lugar para vengarse acabando con la vida de aquellos que quieren celebrar ese día.

San Valentín Sangriento 3D (My Bloody Valentine 3D, 2009)

En 2009, se estrenaba un remake con el mismo título editado y dirigido por Patrick Lussier (habitual montador de las películas de Wes Craven, con trabajos como la trilogía original de Scream, La maldición o Vuelo nocturno), que destacó por su versión en tres dimensiones. Fue la primera película con calificación R (con contenidos considerados para adultos) que se proyectó utilizando la tecnología RealD y que tuvo un estreno en cines masivo. Esta vez el punto de partida es Tom Hanninger (interpretado por Jensen Ackles, de la serie Sobrenatural), un inexperto minero, que causa un grave accidente atrapando en los túneles a sus compañeros. Todos mueren salvo uno, Harry Warden, quien exactamente un año después, el Día de San Valentín, despierta del coma y asesina brutalmente a una veintena de personas con un pico de minero. Diez años más tarde, regresará para reclamar el corazón de Hanniger.

Un San Valentín de muerte (Valentine, 2001)

En febrero de 2001, llegaba a los cines Valentine, conocida en España como Un San Valentín de muerte, dirigida por Jamie Blanks y protagonizada por rostros tan populares como Denise Richards (quien dos años actuaba como chica Bond de Pierce Brosnan en El mundo nunca es suficiente), David Boreanaz (de las series Buffy, cazavampiros, Ángel y Bones), y las doctoras Izzie Stevens y Arizona Robbins de ‘Anatomía de Grey’, Katherine Heigl y Jessica Capshaw. Basada en la novela homónima de Tom Savage, cuenta la historia de un grupo de mujeres que son acosadas por un hombre que se esconde bajo una máscara de Cupido, el dios del deseo amoroso en la mitología romana, al que atormentaron durante su infancia. La banda sonora del filme fue compuesta por Don Davis, autor de la música de la aclamada saga de ciencia ficción Matrix.

Rayos X (Hospital Massacre, 1982)

Más atrás en el tiempo, año 1982, en pleno auge del subgénero con antecedentes como ‘La noche de Halloween (1978) de John Carpenter, Viernes 13 (1980) de Sean S. Cunningham, o Prom Night (1980) de Paul Lynch, se estrenaba Rayos X (Hospital Massacre, también conocida como Be my Valentine), bajo la dirección de Boaz Davidson y protagonizada por Barbi Benton (Vacaciones en el mar). El relato arranca con Harold, un chico que envía una tarjeta de San Valentín a la popular Susan Jeremy, pero ella junto a un amigo se burlarán provocando la furia asesina del joven. Casi dos décadas más tarde, el día de San Valentín, volverá para culminar su venganza en el marco de un centro hospitalario.

Rayos X (1981)
Rayos X (1981)

El asesino de Lover Lane (Lovers Lane, 1999)

Por otro lado, el 31 de diciembre de 1999 se estrenaba otro título de producción independiente dirigido por Jon Steven Ward, El asesino de Lover Lane, basado en la leyenda urbana del “hombre del garfio”. Supuso el debut como actriz de Anna Faris, quien solo un año más tarde estaría protagonizando la exitosa comedia Scary Movie y, posteriormente, sus tres secuelas. De nuevo, unos crímenes acontecidos el Día de San Valentín años atrás (trece en este caso), era el punto de partida. El asesino volvería para perseguir a los hijos de sus víctimas en la actualidad.

Más allá de los gritos y las persecuciones, rescatar estos cinco clásicos en pareja demostrará que el cine y el amor siempre van de la mano.