Tarantino ama el cine y lo ama tanto que ha decidido que tiene que hacerle un par de hijos, que hereden algo de él y mucho de las películas que tanto le gustan.
Quentin Jerome Tarantino nació en marzo del ´63 en Tennessee, siendo hijo de una enfermera de Queens y Tony Tarantino, un actor de serie B que abandonaría a su familia antes de nacer Quentin. El cine le daba una pequeña puñalada, pero los amores reñidos son los más queridos, ¿no? Quentin lleva ese nombre por Quint, el personaje de Burt Reynolds en la serie La ley del Revólver. El cine le quería.
A los dieciséis años, pese a su amplia capacidad intelectual, abandonó el instituto para recibir clases de interpretación. En esta época, hay que decir algo: pese a que su carrera en el cine cuenta varias historias criminales, el único delito de Tarantino en la vida real fue en la adolescencia: robar en una librería.
Trabajar en un videoclub le hizo volverse un auténtico loco de cualquier cinta que llegase. Además, conoció a Roger Avary, guionista que se convertiría en colega y ayudante de Tarantino en muchos de sus futuros proyectos. Amante del cine, Quentin Tarantino se hizo fan de Godard (Banda aparte, de 1964, inspiró el nombre de su productora), la serie B, Martin Scorsese, películas de artes marciales y kung fu, Brian de Palma, el spaghetti western de Sergio Leone… Esto haría que Tarantino reconociera que las escuelas de cine enseñan técnica, pero es la práctica la que otorga un estilo cinematográfico.
No es raro que Tarantino, gran coleccionista de películas, haya llegado a definir su afición por conseguir copias de pelis, laser disc y demás como droga para él.
PAUSA. Ahora, seguiremos con este reportaje, pero como querría Tarantino, ¿qué mejor que hacerlo con uno de los temas de sus bandas sonoras? Porque la música significa mucho para el amigo Quentin
En 1990, comenzaría su carrera y el efecto Tarantino se dejaría notar por toda la burbuja del cine estadounidense. Mientras que realizadores surgidos en la época como Kevin Smith han ido perdiendo fuelle, Tarantino ha ido in crescendo. Aunque para ser sinceros, Quentin empezó como actor en los ´80 y una de sus primeras apariciones fue en Las chicas de oro. Ya podéis contar esta anécdota a vuestros amigos.
Tarantino no tardaría en jugar a ser director, guionista, productor y actor con tal de poder entregarse a su auténtica pasión en cuerpo y alma. Eso le hizo en 1991 trabajar en la idea de Reservoir dogs, la cual fue planificada como una película barata a más no poder, tras varios intentos de Tarantino de realizar otras. La historia de este atraco que ha pasado a la historia del cine contó al final con apoyo y eso hizo que Harvey Keitel le encantase este relato y otros actores como Tim Roth, Steve Buscemi o Michael Madsen se sumasen a la película, donde Tarantino también actuaría. La película que comienza con una conversación sobre el significado de Like a Virgin de Madonna (y en la que no participa el actor Chris Penn, hermano de Sean Penn, al ser este pareja de cantante por la época) es toda una declaración de intenciones: guion inteligente, línea argumental troceada, grandes diálogos, momentos geniales, buena música, mucha violencia (la que Tarantino ha tenido que justificar en el cine más de una vez) y mucho talento. Esta fue la carta de presentación de Tarantino.
La fama hizo que los guiones escritos con anterioridad por Tarantino se moviesen en Hollywood y Tony Scott dirigiría Amor a quemarropa (1993) y Oliver Stone llevaría a la gran pantalla Asesinos natos (1994), una película que fue cambiada tanto por Stone que Tarantino renegó de ella. Por esta última, Tarantino le dio un puñetazo al productor Don Murphy, siendo demandando por el que dio dinero para pelis tan aborrecibles como From Hell o Transformers.
La popularidad del realizador se extendería lejos del cine y se convertiría en una imagen más de la cultura de la época, llegando a aparecer en Los Simpson en una divertida parodia de Reservoir dogs:
Lejos de la falsedad del cártel de Hollywood, Tarantino decidía empezar a escribir una historia titulada Pulp Fiction: varios hechos que giran en torno a dos sicarios, el boxeador enemistado con el jefe, el atraco a una cafetería… Un Rock&Roll Spaghetti western según Tarantino, que fue un auténtico exitazo. Una cinta de corte criminal que haría que los Oscars reconociesen el guion de este enfant terrible. Además, Tarantino conoció a su musa, Uma Thurman, y rescató la carrera de John Travolta como Vincent Vega, hermano del Señor Rubio de Reservoir Dogs. Tarantino llegó a pensar en unir a los dos actores en una película contado la historia de los Vega, pero parece que por la edad de los actores, quedó aparcado el proyecto. Para muchos, Pulp Fiction es la mejor película de Tarantino.
El siguiente proyecto fue Four rooms (1995), donde dirigía y actuaría en un segmento de la cinta (llevada a cabo por el colega de Tarantino, Robert Rodríguez, y los olvidados Allison Anders y Alexandre Rockwell). Luego, vendría Robert Rodríguez y su Abierto hasta el amanecer (1995), la historia de dos delincuentes encarnados por George Clooney y el propio Tarantino que terminan en un bar de mala muerte donde habitan vampiros. Puro delirio con sabor a tequila (¿y las piernas de Salma Hayek?).
En 1997, se estrenó Jackie Brown. Basada en la novela de Elmore Leonard, Tarantino se las arregló para realizar un homenaje a la blaxplotation, donde Pam Grier conseguía el protagonismo que nunca se le dio en el cine más popular y Robert Foster sería nominado como Mejor actor de reparto. Sin embargo, pese a la presencia de Robert De Niro y Michael Keaton, el mejor sin duda es de nuevo Samuel L. Jackson en uno de sus mejores papeles. Está película dividiría a los fans. Para algunos, demasiado lenta. Para otros, un Tarantino más contenido que conseguía contar una buena historia de cine criminal.
Eso sí, habría más polémicas. La disputa más famosa fue por el uso de la palabra “negrata”, que haría que el director Spike Lee (autoconvertido en emblema de los cineastas negros) cuestionase el trabajo del director y dijera que Tarantino usaba tanto el término que parecía que quería que lo convirtiesen en “negro honorario”. Quentin respondería que era la manera de hablar que tenían sus personajes y que si no lo podía hacer porque él era blanco, eso sí era racismo. Además, Samuel L. Jackson apoyaría a Tarantino y se mostraría contrario a que Spike Lee pareciera ser el único portavoz de los negros en el cine.
Luego, llegó una época de sequía de Tarantino, aunque se volcó como productor en algunas películas para conseguir que más gente las viera. Por ejemplo, ha producido las películas de Eli Roth como Hostel y el director ha terminado apareciendo como actor en Malditos bastardos, pero no nos adelantemos…
Con el nuevo siglo, el director tanteó la posibilidad de hacer una película bélica. Sin embargo, su amor por el cine de serie B, las artes marciales y demás le llevarían a retomar un proyecto que había pensado junto a Uma Thurman en el rodaje de Pulp Fiction. Ese fue el origen de Kill Bill, dividida en dos volúmenes y uno (nótese el “uno”) de los filmes más redondos del director de ojos pequeños y larga frente. Los dos volúmenes se estrenarían en 2003 y 2004 respectivamente. Esta historia parece que no ha terminado y Tarantino no desdeña la idea de una tercera parte.
En 2005, sería director invitado en Sin City, la cinta basada en el cómic de Frank Miller y dirigida por Robert Rodríguez.
En 2007, Rodríguez lo convenció para hacer Grindhouse, dos películas a precio de una y homenaje al viejo cine de serie B. La primera sería Planet Terror, dirigida por Rodríguez. La segunda Death Proof, a cargo de Tarantino. Puro homenaje o pastiche que algunos no saben ingerir.
En 2009, llegaría una de sus mejores películas Malditos bastardos, la historia más o menos bélica, que había pospuesto y que ahora narraría la venganza de una chica judía que quiere hacerle pagar al nazi que mató a su familia, mientras un grupo de soldados estadounidenses se dedican a cazar nazis. Una estupenda película donde conoceríamos al magistral actor alemán Christoph Waltz.
En 2013, a España ha llegado Django desencadenado. El homenaje de Tarantino al spaghetti western que aborda el tema de la esclavitud con ciertas dosis de blaxplotation. Una cinta a la que sobra metraje y no termina de ser del todo un buen homenaje, pero que se disfruta; gracias en parte a un reparto encabezado por Jamie Foxx y donde brillan Christoph Waltz como el cazador de recompensas, Leonardo DiCaprio como el malo malísimo y Samuel L. Jackson como el fiel esclavo.
¿Qué más es Tarantino? Porque repasamos su carrera, pero no podemos dejar de comentar más cosas de él: fetichista de los pies femeninos en el cine, amante de la buena música, se atreve a usar la droga y la violencia en su cine cuando en la realidad los detesta, capaz de poner a su cámara dentro del maletero de un coche, amante de la venganza como motor de sus cintas, el impulsor de tantas entradas de personajes a cámara lenta desde que lo hiciera en Reservoir dogs y tantos le copiasen, la eterna falsa marca de cigarrillos Red Apple que aparecen en sus pelis, salvador de actores olvidados (John Travolta, David Carradine, Pam Grier…), loco del cine de culto y la película más rara posible…
Sea como sea, Tarantino ya es un icono, una forma de hacer y entender el cine.
¿Qué son las películas para Quentin Tarantino? Dejemos que sea él el que responda: “Las películas son mi religión y Dios es mi patrón. Cuando hago una película, lo haría todo por ella, moriría por ella”.
Quentin se llevó el Oscar y el Globo de Oro a Mejor guion original por Pulp Fiction en 1994. Ha repetido jugada con Django desencadenado en los Globos de Oro. ¿Podrá hacerlo en los Oscars este año? Además, por el camino le han caído la Palma de Oro o el César honorífico.
Tarantino dice que planea jubilarse cuando cumpla los sesenta años, pero conociendo a este loco ¿cómo le vamos a creer? Deberemos verlo en la gran pantalla.