El origen del miedo según JUAN CARLOS FRESNADILLO

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El miedo se hereda. Esta premisa me volvía a colocar en uno de los escenarios emocionales que más me interesa: la familia. Y en este caso, la posibilidad de explorar cuáles son los mecanismos que hacen que ciertas emociones básicas, entre ellas la angustia o el miedo, se transmitan de una generación a otra casi de forma inconsciente, como parte de un engranaje genético que no podemos controlar.
Juan Carlos Fresnadillo

La oscuridad inunda la habitación. Sabes que está ahí, no lo ves ni lo oyes, pero lo sabes, lo notas. El sudor frío recorre la espalda, cierras los ojos para concentrarte, descubrir su posición, pero nada…. Solo silencio.

Los miedos atrapan a grandes y pequeños, nadie está a salvo de este sentimiento. El sentido del miedo está arraigado en nuestra memoria, nuestra mente e incluso nuestro ADN. Existen varios tipos de miedo: algunos infundados, transmitidos de padres a hijos a través de cuentos o historias como forma de protección, y otros tan reales que despiertan en nosotros un instinto de supervivencia innato, tan primordial como la vida misma.

El sistema límbico es la parte del cerebro donde se origina el miedo, donde residen las emociones. Un mecanismo hormonal se desencadena, tanto en animales como en personas, bajo la amenaza de un peligro inminente. Pero ese sentimiento, que desparece una vez finalizado el estímulo en otras especies, puede perdurar en el ser humano a largo plazo, sometiendo al cuerpo a un estrés que podría desencadenar problemas psicológicos.

Parálisis transitoria, dilatación de pupilas, sudor frío, temblores descontrolados, e incluso pérdida del conocimiento son algunos síntomas físicos de la aparición del miedo.

El ser humano experimenta dos tipos de miedo diferentes: un miedo apropiado, basado en un peligro real, que apela al más básico instinto de supervivencia, y el miedo impropio, aquel temor irracional a cosas que en realidad no pueden hacernos daño. Esta distinción, aparentemente sencilla, es a veces imposible de establecer por el sujeto que sufre el miedo. ¿Cómo saber si aquello que tememos es real o infundado?

El miedo puede llegar a crear imágenes en la mente, las llamadas alucinaciones, en las que percibimos fenómenos que no existen. Creemos ver a esos fantasmas, a esos monstruos dentro del armario, hasta tal punto de que hay casos en los que el sujeto está tan convencido del peligro que le acecha que se generan secuelas físicas. La sensación de peligro es tan real que escapa al conocimiento médico.

El terror puede compartirse, extenderse a otras personas. La denominada folie à deux, o trastorno psicótico compartido, es una forma de psicosis en la que dos individuos comparten un miedo delirante, provocado por un fenómeno que no supone una amenaza real. Aunque rara vez documentado, es un trastorno muy difícil tratar. En casos en los que esta psicosis afecta a un número elevado de personas, hablamos de histeria colectiva.

Pero ¿son espontáneos estos miedos  irracionales? Hay casos en los que sí, pero a lo largo de la Historia abundan los casos en los que se ha difundido un temor con el único fin de someter a otro grupo de población. El miedo es un arma muy poderosa que facilita la dominación de los individuos.

Sin embargo, no sólo las mentes maquiavélicas emplean el miedo para manipular: en nuestra tradición cultural son comunes las historias de miedo empleadas por los padres para alejar a sus pequeños de algunos peligros reales. El monstruo del armario, el Coco o el Hombre del Saco son figuras que los adultos han empleado para enseñar una lección a sus hijos… Cuentos, sin duda, con los que se pretende enseñar a los más pequeños sobre los peligros que los rodean.

Éste parece ser el origen de Carahueca, el ser sin rostro que amenaza a los protagonistas de Intruders, con la salvedad de que su amenaza traspasa las pesadillas infantiles para atemorizar también a los adultos. ¿Se trata acaso de un ser real? ¿O es un caso más de locura compartida? La segunda opción parece poco probable, y más teniendo en cuenta que Carahueca se aparece ante niños de distintos lugares del mundo…

Clive Owen, Pilar López de Ayala y Daniel Brühl son los adultos contagiados por este temor infantil en Intruders, la última obra del español Juan Carlos Fresnadillo (28 semanas después). Podremos averiguar si Carahueca es una amenaza real o tan solo un producto de nuestra imaginación gracias a la edición en DVD y Blu-Ray de la película, disponible a partir del 6 de junio.