Llegaba la semana pasada a las salas de cine The Owners, cinta vista previamente dentro de la programación del Festival Internacional de Cine Fantástico de Canarias Isla Calavera, donde el actor Sylvester McCoy se alzó con el Premio Isla Calavera “Jack Taylor” al Mejor Actor (ex aequo con otro grande, Saturnino García por Vampus Horror Tales).

Basada en la novela gráfica belga de Hermann e Yves Huppen Une Nuit de Pleine Lune, The Owners nos adentra en una historia divertida y gamberra, cuyo principal propósito es mantener al espectador anclado en la butaca con la continua sucesión de giros de trama que van transformando la historia.

La película no parte de una premisa especialmente original, en la que un grupo de jóvenes entran a robar en una casa, dispuestos a torturar a la pareja de ancianos que allí viven para lograr su objetivo; sin embargo, un jocoso guion repleto de trampas, una puesta en escena cuidada y dinámica y un reparto donde, por encima de la popularidad de Maisie Williams, destaca el mencionado Sylvester McCoy, capaz de la más afables e inocente de las imágenes y el trasfondo perturbador y mefistofélico convierten a esta película en una montaña rusa de emociones.

La cinta no tiene inconvenientes en volverse salvaje y granguiñolesca allí donde lo necesita el tono de la historia y se cuida mucho de no alargar su metraje más allá de lo que permite el juego del argumento. Al final, el espectador queda satisfecho con el viaje realizado e incluso con apetencia de conocer un poco más ese universo enfermizo que nos retrata.

'The Owners', de Julius Berg.
‘The Owners’, de Julius Berg.