Midsommar empezó a tomar forma mucho antes del rodaje de Hereditary, a principios de 2017. Varios años antes, el director y guionista Ari Aster estaba saliendo de una relación de tres años y se encontró reflexionando sobre la ruptura mientras se embarcaba en un nuevo guion. De modo similar a Hereditary, que era un drama familiar camuflado de película de terror (basada en las propias experiencias de Aster sobre la gestión del duelo y el trauma), Midsommar se convirtió en una oportunidad para explorar el declive de una relación a través de la lente de un perverso cuento de hadas, también basado en la experiencia personal.

«La imagen inicial que en cierto modo catalizó Midsommar tenía que ver con la quema sacrificial de un templo«, explica Aster. «Me entusiasmó la idea de encajar la “película de ruptura” en un nuevo contexto, dándole un giro operístico al clásico final catártico que hemos visto otras veces en este tipo de películas, donde la protagonista que es abandonada quema una caja con todas las cosas que ha ido guardando a lo largo de la relación de la que al fin se ha liberado».

Mientras intentaba superar el desamor, Aster volcó su propio conflicto en el personaje de Dani Ardor, una joven estadounidense que está transitando un duelo a la vez que su relación con su novio, Christian, se desmorona. Al haber ambientado el grueso de la historia en Suecia, donde Dani y Christian se van de vacaciones con sus compañeros de estudios, Aster recurrió a Henrik Svensson, un diseñador ubicado en Estocolmo, para que le ayudara a comprender un entorno y una cultura totalmente desconocidos para él.

En 2013, con Midsommar en sus fases iniciales, Svensson estaba en Suecia recuperándose de un pequeño derrame, para cuya curación se había tomado un año sabático. Mientras se recuperaba lentamente, fue investigando el folclore sueco y las tradiciones paganas, y enviando algunos de sus descubrimientos a Aster, que estaba en Los Ángeles. Ese fue el comienzo de un proceso creativo de años en el que Svensson y Aster recabaron una biblia de 100 páginas en la que se detallaba cada aspecto del universo de la película, un universo único y rico en detalles.

En California, Aster estaba haciendo sus propias indagaciones sobre el folclore sueco, nórdico, inglés y alemán, consultando todo tipo de fuentes, desde la obra de James George Frazer La rama dorada: magia y religión, un estudio antropológico universal sobre el paganismo y su reconversión en el cristianismo, hasta las tradiciones espirituales de filósofos como Rudolf Steiner.

Aster viajó a Suecia, reuniéndose con Svensson para visitar museos tradicionales y hälsingegårds (granjas) conservadas para el turismo en el norte profundo, entrevistar a expertos en la materia y estudiar en profundidad las costumbres tribales suecas. «Intentamos comprender cómo vivía la gente en las comunidades escandinavas rurales y religiosas desde hace 500 años hasta nuestros días», explica Svensson. «Examinamos los elementos naturales (cómo la gente cuidaba la naturaleza, tanto las plantas como los animales), así como los elementos estructurales y el arte que los rodeaba, incluidas las pinturas murales. La cultura es muy potente en esas zonas, queríamos entender cómo se comunicaban, que muy a menudo era a través de la música».

Cuando su investigación entró en zonas más escabrosas, se encontraron inmersos en costumbres más perversas, como los métodos de tortura vikingos. Jugando con la luz y la oscuridad, Aster empezó a escribir su guion, introduciendo a un grupo de estadounidenses jóvenes y modernos en el ajeno entorno de un rincón remoto del norte de Suecia, donde una inquietante secta celebra una serie de rituales que tienen lugar una vez cada siglo durante un festival de verano.

Desde el principio, Aster rara vez imaginó Midsommar como una película de terror, sino más bien como una aventura épica que transcurre en un mundo extraño y hermético. «Cuando los estadounidenses entran en este paisaje, es como si atravesaran las puertas del cielo hacia un nuevo reino», dice Aster. «Lo enfocamos como un antropólogo miraría [el mundo de golosinas del juego de mesa] Candy Land: ¿cómo creamos este sitio completamente nuevo de forma que los personajes puedan realmente vivir en él? Para nosotros era crucial crear un mundo que el público pudiera visitar, experimentar y entender de forma visceral, de modo que, al final, aunque esta tribu sigue siendo un misterio, también está definida con todo detalle».

* Extracto de las Notas de Producción de Midsommar. DeAPlaneta.
'Midsommar'. DeAPlaneta.
‘Midsommar’. DeAPlaneta.