Una de las ventajas de estudiar en Los Angeles es que tienes a la mano a gente de la industria como profesores. Gente que trabaja en el show business y que realmente se encuentran en activo, pero es que aquí además tienes la ventaja adicional de que pueden ser cineastas reconocidos e incluso del género que nos interesa -al menos a mí-, que es el fantástico y el terror.
The Los Angeles Film School tiene la excelente política de contratar a gente de ese estilo. Lo malo -por decirlo de algún modo- es que como mantienen su trabajo de cineastas, pues tampoco pueden dedicarse a esto de la enseñanza en cuerpo y alma. Pero estoy teniendo la suerte precisa de tener como profesores a determinados pesos pesados de la industria como Mick Garris o Stuart Gordon.
A ambos los conocía ya de años anteriores, y de sobras es conocido por todos su trayectoria profesional, pero además como personas, son un encanto, muy atentos y amables. Hace unos meses, en la clase de Production tuve la enorme suerte de coincidir en el schedule con Mick Garris como profesor durante una semana, magnífica semana, en la que rodábamos la recreación de un episodio de la serie The Twilight Zone. Mick era el director y la posición más alta que podía tener un alumno aquí era la de 2AD, que en el argot significa segundo ayudante de dirección. Fue un placer compartir con él esa semana, aprendiendo de un genio… y para qué negarlo, Mick me regaló algunos de mis momentos más «monstruosos» en los años 80 porque -entre otras- me encanta Critters 2, vamos que soy un admirador total suyo.
Las ventajas de hacer buenas migas y hacernos colegas, llevó a que me invitara a algún que otro evento en la DGA, es decir, el Directors Guild of America que está en mi misma calle, en Sunset Blvd. Aquí solo aceden los socios o los invitados por los socios. El primero de los eventos a los que fui, era con motivo del 75 aniversario del DGA, en un evento que moderaba el propio Mick. De pronto me vi rodeado por grandísimos directores de la talla de Taylor Hackford, Randal Kleiser, Michael Apted, etc… y coño, me sentí de puta madre, solo por estar rodeado de semejante cantidad de profesionales. En fin, solo se trataba de una de tantas experiencias aquí. Otro día contaré cómo conocí allí a la ex de James Cameron, je je je…
Por otro lado, Stuart Gordon también imparte clases, aunque aún no me ha tocado con él; no será hasta dentro de 3 meses, así que ya os contaré, pero lo que sí puedo contar es que nuestra «friendship» empezó con muy buen pie ya que me invitó al estreno del musical de Re-Animator. Qué diversión. El musical es genial, vaya lote de reir que me di, por no mencionar cómo nos pringaron que sangre (verde) desde el escenario, porque claro, yo estaba en primera fila… y no solo eso… después del evento, llegó el cocktail, como dios manda. Como curiosidad, anotar que en el estreno del musical se encontraba Danny deVito, qué majo que es el tío. Otro día podría hablaros un poco más de las obras de teatro y musicales a los que asisto por aquí…
Stuart también tuvo el detalle de invitarme a unos de esos Weekend of Horrors que se celebran aquí cada varios meses. En esta ocasión los invitados estrellas eran John Carpenter y Asia Argento. El evento tenía lugar en el Marriott Hotel junto al aeropuerto internacional de Los Angeles, mi querido y amado LAX. Esta vez no hubo dolor de huevos causados por el sillín de mi cutre-bici, porque estoy un poco loco, pero llegar en bici hasta LAX… para eso hay que estar «insane», así que tomé el puñetero bus hasta allí… y puede que no hubiera dolor de huevos, pero sí de cabeza, porque algunas veces aguantar las discusiones de la gente en el bus es patético, aunque admito que es algo digno de presenciar once in a lifetime, je je je.
Al llegar al Weekend of Horrors, como siempre, te encuentras a mogollón de frikis disfrazados y/o vestidos para la ocasión, exhibiendo sus tatuajes más eclécticos y llamativos. Yo no es que no sea un poco friki en ese aspecto, es solo que mi mujer me cambió mi look, y admito que me gusto un poco más así, pero por dentro sigo llevando un pequeño Hulk… Yendo al grano, gracias a la pulserita que me regaló Stuart, pude entrar en el evento y conocer al gran John Carpenter… por cierto, cuando lo vi en persona, pensé «¡Coño, John es clavado a mi tío Pepe!«. Lo juro, es igualito. En fin, John fue muy agradable en la breve conversación que tuvimos. Luego, en el panel que suelen hacer en estos ventos se mostró muy cachondo con el público. Es un encanto. Y continué luego dando una paseo por los expositores que siempre hay en este tipo de convenciones… algo que hay vivir alguna vez.
Para terminar, bueno, me hubiera encantado conocer a Asia Argento, pero ella pasaba por allí al día siguiente, y no me apetecía nada pasar 4 horas en bus (2 de ida y 2 de vuelta)… así que lo dejé para la próxima ocasión. Siempre habrá otra ocasión…Fin del informe.
Todo esto está muy bien, ¿pero cuándo vas a hablar de cine?
La idea no es que Julián hable de cine, sino que su vida en Los Angeles. ¿tiene usted mucho interés en que lo haga?
Ahí, ahí… perseverando. ¡Ánimo Julián!