El 5 de octubre llega a los cines españoles Venganza: Conexión Estambul, en la que Liam Neeson vuelve a encarnar al implacable ex agente de la CIA Bryan Mills. Con motivo del estreno, presentamos un vídeo sobre las localizaciones de rodaje de la película.

 

La mayor parte de la acción de Venganza: Conexión Estambul se desarrolla, evidentemente, en Estambul, un lugar escasamente retratado por el cine. El director Olivier Megaton invirtió gran parte del tiempo de preparación buscando localizaciones y paseando sin descanso por la ciudad. Cuando se inició la fotografía principal, Megaton conocía las calles y recovecos de Estambul mejor que muchos de los miembros autóctonos del equipo.

Liam Neeson dice que rodar en Estambul no se pareció a nada que hubiera experimentado anteriormente. “Estambul es el lugar donde el Este converge con el Oeste; una hermosa ciudad llena de gente maravillosa”, señala el actor, que, aunque ha rodado en localizaciones de todo el mundo, sigue muy impresionado por los singulares paisajes y sonidos de la ciudad turca.

Por donde quiera que fuera el equipo de realización se topaba con lugares emblemáticos. Entre los principales espacios que se incluyen en el filme destacan la fachada de la Mezquita de Solimán, uno de los edificios más grandiosos de la ciudad; el Gran Bazar, un referente otomano del siglo XV que ocupa toda una manzana y recibe más de 250.000 visitantes diariamente; así como un tradicional hamam, o baño turco, lugar donde tiene lugar el explosivo final de la película.

El director de fotografía Romain Lacourbas acentuó aún más el intenso colorido de estas impresionantes localizaciones. “Casi era posible tocar la luz, y la tonalidad cambiaba”, señala Neeson. “Y hay tomas donde la ciudad entera se despliega majestuosamente ante ti”. La actriz Maggie Grace añade: “Al disponer de libertad para observar los entresijos de esta increíble ciudad, puedes sentir, literalmente, su historia”.

Al igual que su ilustre predecesora, la película Venganza: Conexión Estambul pone especial énfasis en la acción incesante y de alto voltaje. Pero la realidad de rodar en este excitante pero desafiante entorno determinó que los realizadores tuvieran que pensar con rapidez cómo mantener el ritmo de la acción.

En Estambul y otras localizaciones, el coordinador de lucha Alain Figlarz trabajó estrechamente este aspecto junto a Neeson y Megaton, quien además le eligió para interpretar un importante papel. “Fue estupendo tener a un luchador de verdad como un personaje más de la película”, dice el director. “Y para Liam supuso un tremendo desafío actuar con la misma persona que coordinaba las escenas de lucha en la pantalla”.

Figlarz fue pionero en las técnicas de combate cuerpo a cuerpo características de la película El caso Bourne, y para Venganza: Conexión Estambul empleó algunas variaciones –e incluso versiones más extremas– de ese estilo. Megaton prosigue: “Alain es alguien fuera de lo común. Es muy preciso e inteligente. Siempre hay lógica en sus tácticas de acción. Estuvo en las Fuerzas Especiales, por lo tanto, conoce esos movimientos por experiencia propia”.

Una de las secuencias de acción sin lucha más inolvidables de la película es una persecución en coche por las calles de Estambul, con Kim como conductora novata al volante. Ella, muy comprensiblemente, conduce aterrorizada intentando dejar atrás a sus perseguidores por algunas de las calles con mayor tráfico del mundo.

En otra electrizante escena de acción se ve a un personaje precipitándose sobre la cubierta del Gran Bazar. Rodar en la parte superior de este emblemático lugar fue un gran logro pero también un desafío logístico. “Solo podíamos pisar sobre cuatro partes distintas y muy concretas de la cubierta”, explica Megaton. “Y no podíamos desviarnos en absoluto porque es bastante frágil. No se podía instalar ninguna grúa y sólo podíamos ir hacia delante o hacia atrás con una Steadicam, porque hacia los lados ya era ir demasiado lejos”. Incluso asegurar la cámara sobre los cables hubiera sido imposible, ya que habría supuesto adosar el cableado a mezquitas y otros edificios que han estado allí durante cientos de años. La solución de Megaton fue ingeniosamente simple: para obtener esas tomas montó la cámara sobre un pequeño helicóptero de juguete y lo hizo volar alrededor del actor.

Neeson comenta: “En lo relativo a la acción, Olivier es increíblemente eficiente y hábil con su cámara. Siempre hay tres o cuatro cámaras en marcha, y eso resulta muy excitante”.

Pero igual de cómodo como evidentemente se encuentra con la acción, también Megaton es experto en captar las auténticas emociones humanas. Neeson manifiesta: “Cuando rodábamos escenas de diálogo entre Famke, Maggie y yo mismo, no nos dedicábamos a analizar demasiado las cosas; Olivier simplemente se limitaba a dejarnos explorar a nuestros personajes».