Los nuevos formatos para disfrutar del Séptimo arte fuera de las salas han hecho tambalear una y otra vez la industria tradicional del sector. Sin embargo, lejos de desaparecer los cines, se siguen llenando sesiones no sólo con las últimas producciones sino con reposiciones, y han surgido espacios que ofrecen productos que amplifican el disfrute de la película. Preestrenos, charlas post-screening y otras proyecciones especiales se complementan con sistemas de proyección y de sonido exquisitos.
En Barcelona hay un espacio único, con una ambientación muy cinéfila y una de las pantallas más grandes del país (que aguarda tras un precioso telón rojo): el cine Phenomena. Desde que abrió sus puertas en el año 2014 bajo iniciativa del cineasta Nacho Cerdá (Los Abandonados, 2006), promete disfrutar de una “ultimate cinematic experience” (“experiencia cinemática definitiva”).
La sala ha recuperado la sesión doble de los años 70 y 80 y, periódicamente, ha ofrecido a los espectadores volver a ver en pantalla grande o descubrir por primera vez títulos tan emblemáticos como Tiburón de Steven Spielberg, que fue complementada con el clásico de la ciencia ficción Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott. Ambas fueron proyectadas en 35 mm y en su versión original subtitulada. En otra ocasión se propuso la proyección de Indiana Jones y el Templo Maldito, de Spielberg, seguida de La Cosa, de John Carpenter.
Pero también lo último en llegar a la cartelera tiene cabida en el cine barcelonés. La sala Phenomena se alza como el único en España en proyectar la última película de Christopher Nolan, Dunkerque, en 70 mm. El resto de salas del país la oferta en el estándar digital DCP (Digital Cinema Package). El director de Memento y Origen rodó su largometraje utilizando una mezcla de IMAX y 65 mm. Disfrutar de la película en Phenomena se acerca bastante a su concepción original y ofrece una definición fotográfica que supera al digital con creces.
En 70 mm se rodaron Ben-Hur (1959), El Álamo (1960), Lawrence de Arabia (1962) o Cleopatra (1963) y más recientemente, Los Odiosos Ocho (2015), de Quentin Tarantino.
Y en Phenomena el sistema de sonido también está muy cuidado, por lo que ver Dunkerque se convierte en una experiencia que supera una tarde de cine habitual y se vive muy intensamente la evacuación de soldados aliados de la costa francesa que aconteció en el año 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y que supuso todo un milagro gracias a numerosos valientes, muchos de ellos civiles.
Desde su estreno el 21 de julio hasta el 6 de agosto se ha estado proyectando Dunkerque con gran éxito, mientras compartía cartel con títulos como La Quimera del Oro (1925), La Noche de los muertos vivientes (1968), Spider-man: Homecoming (2017) y una sesión sorpresa, entre otros. Ahora la sala Phenomena se toma vacaciones y volverá el 1 de septiembre con nuevas propuestas.