Como dije en alguna ocasión, tener profesores que pertenecen al género fantástico y de terror siempre es una ventaja. Si ya conté cómo fui invitado al DGA, algo en lo que en otra ocasión entraré en detalles, esta vez contaré mi sorpresa al asistir al estreno del musical de Re-Animator.
Reconozco que a día de hoy se me ha escapado Evil Dead The Musical, porque no hemos coincidido en fecha y lugar todavía, pero en cuanto la obra pase por Los Angeles o alrededores no me lo pierdo ni de coña. En esta ocasión, como ya sabéis, se trataba de otro film de culto como es Re-Animator.
Si hay algo a puñados en Los Angeles son teatros, pero una cantidad brutal, desde los más grandes, como el Pantages, que es el más conocido aquí, hasta los más diminutos y cochambrosos. Pero si algo me sorprende es que todos tienen un público dispuesto a asistir a sus obras. El Pantages representa obras que vienen de Broadway porque es el más importante, pero los demás, a excepción de unos poco más, son modestos y el resto… un poco cutres, pero como digo, todos tienen público, lo cual es algo impresionante.
Pues llegado el caso que nos ocupa, Stuart Gordon tuvo el detallazo de regalarme un par de invitaciones para el estreno … y cocktail… de su musical. Admito que acudí a la cita, junto a un amigo español, muy intrigado y un poco escéptico, porque aunque la película destila humor negro por los cuatro costados… yo me preguntaba qué habría hecho este hombre con la peli para convertirla en musical y que siguiera siendo entretenido y divertido. Cuando entré en el teatro, en este caso el Steve Allen Theater, en Hollywood Blvd., me fijé en que el auditorio no era muy grande, pero como pude comprobar minutos después, eso no le restó importancia alguna al evento.
Me senté en la primera fila porque me dijeron que la sangre salpicaría, y eso mola (al menos para mí). Para tal efecto, tuvieron el detalle de proveernos con bolsas de basura para que no nos pringáramos mucho… y menos mal que nos las pusimos por encima, porque hubiéramos acabado duchados literalmente!
La sangre en este caso era verde, acorde con el color del líquido que revive a los muertos en la peli, pero en cualquier caso era muy divertido; yo acerté a taparme a tiempo en todo momento, menos mal, porque algunos a mi alrededor se pringaron hasta las cejas, je je je.
El escenario sirvió perfectamente para albergar los decorados que el musical requería, sobre todo el sótano donde el profesor West hace sus experimentos. La puesta en escena es muy ágil, ligera, amena y sobre todo muy divertida… y para los más osados, comentarles que a la prota, una rubita muy mona, se le ven las tetillas al principio de la obra, que por cierto gracias al éxito que está teniendo, la han prorrogado ya varias veces, ahora hasta el 14 de agosto.
Uno de los más veteranos del cast es un actor mayor que aparecía en la serie Cheers, pero no recuerdo el nombre. Por lo demás destacar la labor del actor que interpreta al Dr. West, un tipo joven que se lo curra sobre el escenario y que además guarda un cierto parecido físico con Jeffrey Combs.
Al final, como dios manda, tuvimos un magnífico cocktail, con langostinos incluidos, algo no muy usual por estos lares… y entre tanto público me encontré por allí con Danny DeVito, a quien saludé, porque ya era la segunda vez que me lo encuentraba en Hollywood, pero aquella vez me tuve que largar del evento antes de tiempo y perdí la oportunidad.
Por cierto, que con tanto hablar de musicales, acabo de recordar que en una de estas convenciones de cine de terror a las que voy con frecuencia por aquí, conseguí una copia en DVD del «Evil Dead The Musical y aún no lo he visto… me he resistido un poco quizás porque eso de ver en DVD un musical que transcurre en un escenario puede que no mole mucho, pero ya me han entrado ganas, y creo que le meteré mano al DVD este fin de semana, si mis compromisos me lo permiten.
¡Fin del informe!