A pesar de no tratarse de un éxito de taquilla ni de crítica, la cinta dirigida por Joe Johnston en 1991 ha conseguido pasar a ser considerada de culto, gracias a su estética steampunk y a la ingenua estructura de aventura años 40 que destilaba su guión.
Veinte años después y en homenaje a Dave Stevens, el creador de The Rocketeer, un fan habilidoso ha conseguido en esta pequeña animación de tan solo dos minutos, recordarnos porque todavía tenemos algo de fe en el actual director de El Capitán América.