EL DIARIO DE JULIÁN LARA EN L.A. #4: Una de Superhéroes

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Lo admito, me encantan las películas de superhéroes, desde pequeñito. Recuerdo que desde que tenía uso de razón, este tipo de películas y series ya me encantaban. Me tragaba todas las películas de Superman, las super-cutres pelis de Spiderman, La Masa, etc… aunque en este caso, más que películas, debería decir TV movies, pero bueno, en aquella época no tenía capacidad para distinguir unas de otras, y además como en España nos daban gato por liebre estrenando en cine mogollón de TV movies, pues peor aún.

Aunque hablando de TV, reconozco que era un fan total de El Increible Hulk, vamos, La Masa… no me perdía ni un solo episodio, para mí era lo más de lo más. Ver a Lou Ferrigno destrozándolo todo a su paso y enfrentándose a todos era tan excitante para mí que recuerdo que jodí el botón del color de mi primera TV en color, allá por 1980, de marca Blaupunkt. Menos mal que estaba en garantía, porque si no, era mi padre el que se iba a poner verde como La Masa.

Años más tarde, por fin, empezaron a llegar adaptaciones al cine más decentes de todos estos superhéroes: Batman, Hulk, Los 4 Fantásticos, X-Men, y ya más recientemente Thor o Green Lantern. Acabo de ver ésta última, que se estrenó en Los Angeles (ni idea de cuándo se estrenará en España) y bueno, aunque no era un héroe muy famoso en España, la verdad es que tendrá su éxito porque el prota es conocido, y coño, la peli está divertida.

Una de las muchas ventajas que tiene vivir en Los Angeles es que muchos de estos superhéroes viven aquí, lo que pasa es que no van disfrazados como tal; bueno, eso si no mencionamos a esos personajes disfrazados que viven de echarse fotillos con los turistas a las puertas del Teatro Chino o del Teatro Kodak en Hollywood Blvd… donde por cierto, suele andar un colega mío, español, que va disfrazado de Capitán América, je je je, a ver si ahora que se estrena dicha peli el mes que viene, al menos aquí en USA, le dan más propinillas… En fin, después de este inciso, comentar que efectivamente te puedes cruzar por la calle a algún que otro superhéroe de la gran pantalla.

Sin ir más lejos, un día me crucé por Sunset Blvd. con un X-Men, aquel que echaba rayos rojos por los ojos, Cyclops, me refiero al actor James Marsden, lo reconocí sin problemas, pero hay algunos que son más difícil de reconocer sin el maquillaje y toda la parafernalia que llevan en las películas.

Hablando de X-Men, fue curioso que de casualidad conocí a uno de los villanos de esta última peli, X-Men: First Class. Estoy hablando Álex González, el novio de Mónica Cruz. Los conocí a ambos en un conocido mercado que hay en el cruce de Melrose Blvd. con Fairfax, donde los domingos puedes encontrar todo tipo de rarezas que quieras comprar, vamos, algo digno de visitar from time to time.

Los saludé, y fueron bastante amables, en ese momento, como yo no leo revistas del corazón, pues no sabía si eran novios ni que él estaba rodando su papel de villano en la nueva peli de X-Men, pero me sorprendió gratamente cuando vi la película en el cine hace unas semanas, sobre todo Kevin Bacon haciendo de malo malísimo! Aunque para villano Danny DeVito en Batman Returns, qué grande (figurativamente hablando, claro). Por cierto, que este fin de semana voy a ver de nuevo en el cine Batman Returns, en el LACMA, donde con motivo de la exposición de Tim Burton, están haciendo un ciclo de proyecciones de sus películas.

Para terminar, comentar lo que disfruté con mi admirado Lou Ferrigno, una mañana de sábado entrenando en su propio gym, en su casa, en Santa Monica. De esto hace un año y medio, no ha sido ahora, pero fue muy fuerte estar en su casa, entrenando en su gym personal durante una hora y media, con La Masa, joder… aunque para finalizar, he de admitir una última cosa, ahora que ya soy mayorcito, y aunque sigo disfrutando como un niño de las películas de superhéroes… voy a desvelar quién es mi héroe preferido, uno que no es famoso, no es de Marvel ni de DC, y no protagoniza comics ni films, pero es el más grande de todos los tiempos: mi padre, Antonio Lara.

Fin del informe.