Pese a las acusaciones de plagio de la novela de The Silence de Tim Lebbon (que también tuvo una horrorosa adaptación para Netflix en 2019), Un Lugar Tranquilo se convirtió en 2018 en una de las más agradables sorpresas dentro del género fantástico. No es que la trama fuera especialmente original, pero las características de la historia, con esa amenaza extraterrestre guiada por el sonido y que obligaba a los protagonista a vivir en silencio, daba pie a un estupendo juego de puesta en escena y de construcción de la tensión narrativa.

John Krasinski, famoso por su papel en la versión estadounidense de la serie The Office y que ese mismo año debutaba como el nuevo Jack Ryan televisivo para Amazon Prime, se desveló como un director de lo más eficaz, con un extraordinario control de la planificación y un excelente pulso para el suspense y el terror.

Tras este éxito, ha llegado el momento de revalidar los laureles conseguidos y, aunque Un Lugar Tranquilo 2 nos llega con un año de retraso por la pandemia, la película se ha posicionado como uno de los mayores estrenos postcovid en Estados Unidos.

Sobre el reparto

La cinta repite el reparto principal de la anterior, aprovechando también algún flashback para recuperar las lógicas ausencias de la trama principal. Además, se incorporan algunos nombres destacados, especialmente, un espléndido (como siempre) Cillian Murphy y unos efímeros y desaprovechados Djimon Hounsou y Scoot McNairy.

El arranque de la cinta es espectacular y deja claro por dónde Krasinski va a emplear el incremento de presupuesto en esta secuela. Lejos de dejarse llevar por cantos de sirena, el director apuesta aquí por mantener las mismas características de la primera entrega, pero con secuencias más complejas y elaboradas.

La presencia de las criaturas sigue siendo muy controlada, sin abusar de los efectos especiales, ni convirtiendo a esta segunda parte en un hormiguero de bichos.

Aquellos que disfrutaron de la primera parte van a encontrar aquí una segunda entrega que no se separa demasiado de lo ya visto, pero donde lo que cambia es la interacción de la tensión y el suspense con nuevos y variados espacios frente a la localización única de la primera entrega, y que desembocan en set pieces más alambicadas y complejas.

Los nuevos elementos que se incorporan a la mitología de la serie están diseminados de manera estratégica y sin abusar de la nueva información, dejando espacio de crecimiento para futuras entregas.

Conclusión

Sí es cierto que hay elementos que, para nuestro gusto, saben a poco y merecían más desarrollo, como, por ejemplo, la secuencia en los muelles. En la película se habla de la deriva moral de los humanos tras el ataque (algo que se intuía iba a ser el tema central de la película), pero esto acaba teniendo poco predicamento activo en la historia.

Pese a estos detalles, la sensación final de la película es altamente positiva y uno sale de la sala con la impresión de haber visto una continuación coherente y bien elaborada de la anterior, que no pervierte el concepto original.