“Y miré, y he aquí un caballo amarillo:
y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte;
y el infierno le seguía”
Apocalipsis 6:8

Smile se ha convertido en la película de terror fenómeno de la temporada. Las reseñas alaban su originalidad y lo aterradora que resulta para el espectador. Esto ha ayudado a que sus nivel de distribución en salas y sus resultados en taquilla estén por encima de una propuesta tan modesta como ésta. Es, desde luego, una película que logra sobresalir de la media, aunque, en nuestra opinión, esto se debe más a una cuestión formal que argumental.

TENÍA POR NOMBRE MUERTE

El concepto de maldición, de un individuo que es perseguido por una entidad sobrenatural que en última instancia busca su muerte, no sin antes dar el salto a otra víctima no es nuevo. Lo hemos visto en varias películas. Un ejemplo de ello lo tenemos en It Follows, una de las cintas fundamentales del terror moderno, fundacional del llamado Terror Elevado, y cuya influencia en Smile es más que evidente.

Afortunadamente la cinta consigue alejarse de la trama de la cinta de David Robert Mitchell, aunque bebiendo también de otras referencias, especialmente asiáticas (The Ring, La Maldición). Aquí tenemos también una entidad sobrenatural que se manifiesta de manera paulatina a sus víctimas hasta que finalmente se apropia de su cuerpo y la asesina en lo que aparenta ser un suicidio, convirtiendo a algún testigo de esta muerte en su siguiente objetivo. Estos conceptos (víctima fortuita, periodo de abducción, la inevitabilidad de la muerte) son recurrentes y ayudan a dar un desarrollo dramático del personaje protagonista.

Sosie Bacon en Smile, de Paramount Pictures.
Sosie Bacon en Smile, de Paramount Pictures.

ENTRE LA PSICOSIS Y LO SOBRENATURAL

En Smile, la nueva víctima es la Dra. Rose Cotter, una psiquiatra en una institución mental, quien además carga con trauma infantil relacionado con el suicido de su madre. Ante lo inverosímil de la situación que está pasando y debido a su historial psicológico, las peticiones de auxilio de la protagonista serán interpretadas como una crisis mental.

En la película, ese cada vez más débil estado psicológico de la protagonista dará un peso mayor a la trama, aunque, a diferencia de otros títulos como Babadook, no hay intención en ningún momento de hacer dudar sobre la naturaleza metafísica de la amenaza. Sin embargo, este perfil del personaje permite a su actriz, Sosie Bacon, aportar una mayor intensidad y aristas a su interpretación. Si bien la película cuenta con otros actores de probada eficacia (Kal Penn, Kyle Gardner, Robin Weigert), la cinta está concebida para mayor lucimiento de Bacon, quien sabe aprovechar la ocasión.

Y EL INFIERNO LE SEGUÍA

Lo llamativo de Smile no es su trama en sí, sino, como decíamos al principio, la capacidad de su debutante director y guionista Parker Finn de cargar la narración no tanto de tensión e intensidad, sino de una violencia que resulta agresiva incluso para el espectador.

La puesta en escena juega al sobresalto, a insertar imágenes impactantes que permanecen poco tiempo en pantalla, pero subyugan al espectador, pero también a movimientos de cámara abruptos, un uso feroz de la fotografía y el color, y, muy especialmente, una partitura musical a cargo de Cristobal Tapia de Veer que resulta voluntariamente desquiciante.

Finn sabe jugar con el tempo del terror para insertar el elemento sorpresivo justo en el momento en el que el público ya está adecuadamente sugestionado a través de todos los elementos expresivos de la película. Podríamos decir que sus métodos son invasivos y tramposos, ya que él mismo se preocupa de provocar el terror en el espectador a través de trucajes narrativos, pero no podemos negar que son eficaces.

SONRÍA, POR FAVOR

Smile es una película cuyo objetivo es que el público pase terror en la sala, que lo pase mal y que se sienta incómodo, ya sea con lo que se le está contando como con cómo se le están contando. En este sentido, es un éxito. Otra cosa es que a algunos nos guste un terror menos conductivista, que confíe más en al capacidad de aterrorizar de su trama y la creación de una atmósfera inquietante, pero no impositiva.

Póster de Smile. Paramount Pictures.
Póster de Smile. Paramount Pictures.