[dcs_img width=»212″ height=»300″ thumb=»true» framed=»black» mleft=»15″ author=»Hispano Fox Film» desc=»La Jungla. Un buen día para morir» lightbox=»true» title=»La Jungla. Un buen día para morir» pos=»right» mright=»15″]https://tumbaabierta.com/wp-content/uploads/2012/10/tumbaabierta_GoodDaytoDieHard-bruce-Willis.jpg[/dcs_img]
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Género: Acción | Crimen | Thriller
País: EEUU
Año: 2013
Duración: 97 mins.
Fecha de estreno en EEUU : 15 de febrero de 2013
Fecha de estreno en España: 15 de febrero de 2013.
Web: www.unbuendiaparamorir.es
Dirección – John Moore | Guión – Skip Woods | Producción – Bruce Willis | Montaje – Dan Zimmerman | Fotografía – Jonathan Sela | Música – Marco Beltrami
Reparto: Bruce Willis (John McClane), Jai Courtney (Jack McClane), Sebastian Koch (Komarov), Yuliya Snigir (Irina).
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Es inevitable enfrentarse a una nueva entrega de las aventuras de John McClane con ese moscardón que aletea tras nuestra oreja desde que cometimos el error de darle una oportunidad a la anterior entrada en la franquicia. Tampoco termina de espantar al bicho el hecho de encontrar al guionista de Hitman y al director de Max Payne tras los mandos del aparato. A pesar de que todo apunta al más estrepitoso de los fracasos, al final hemos obtenido un producto mediocre con un par de buenas escenas de acción y un acercamiento decente, aunque algo tosco, al espíritu de la saga.
20th Century Fox no termina de saber como tratar a las sagas míticas con las que muchos hemos crecido y el despiste de sus ejecutivos no podría ser más evidente. Si pensamos en el tratamiento que han tenido franquicias como Alien o Depredador, vemos claramente que, o se cuenta con el director original (como en el caso de Prometheus) o se elige a la gente menos adecuada para el proyecto. La excepción a esta regla nos llegó hace año y medio con la estupenda El origen del planeta de los simios.
Durante el rodaje de la cuarta parte, el propio Bruce Willis reconocía que él era el único miembro del equipo original y que en él recaía la responsabilidad de hacernos llegar intacto el espíritu del personaje que le dio la fama en 1988. A pesar del cariño que le podamos tener y de lo que nos pueda gustar como actor, demasiada responsabilidad es esa para el oriundo de Nueva Jersey, si sus fans me lo permiten.
Encontramos aquí un intento de retomar la estructura de buddy movie planteada en la tercera parte, forzando el que McClane haga aquí pareja con su hijo. Lamentablemente, ni Jai Courtney es Sam Jackson, ni el guión de esta quinta parte fluye y funciona tan bien como el de la citada Jungla de cristal. La venganza. Aquí enseguida desenredamos la maraña de una arquetípica relación paterno filial con aristas, que no sirve más que de mera escusa para hacer avanzar la trama a cabezazos. Un libreto lleno de clichés, de frases sin fuerza y de chistes fuera de lugar, evidencia que ya no se tiene ningún cuidado a la hora de elegir las historias que dan soporte a las películas de entretenimiento cómo esta.
El film comienza con escenas filmadas cámara en mano, y concluye con unos trabajadísimos y elegantes planos de cámara superlenta, que demuestran la falta de coherencia con la que se a trabajado a nivel narrativo. Las citadas escenas de acción, al comienzo y al final da la cinta, funcionan cómo un tiro y servirán para justificar el precio de la entrada a esa parte de la audiencia que no le pida a la película mucho más.
Un Bruce Willis casi siempre ausente y una banda sonora con guiños al score de Michael Kamen no consiguen emular ni de lejos a esas películas que siguen siendo emocionantes y efectivas. Estirar el chicle nunca funciona si lo único que impulsa es la codicia, pero me temo que se trata ya de un viejo problema… uno tan viejo como el propio McClane.