Con un título que cita La Tempestad de William Shakespeare y, sobre todo, Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, nos ha llegado la nueva película del Universo Cinematográfico Marvel protagonizada por el Capitán América, aunque en este caso no sea el icónico Steve Rogers, al que hasta ahora ha interpretado en la franquicia Chris Evans, sino Sam Wilson, antes conocido como El Halcón, de acuerdo a los acontecimientos de Avengers. Endgame y la serie Falcon y el Soldado de Invierno. La película llega también en un momento donde Marvel Studios necesita hacer un cambio de rumbo y de tono después de la mala recepción de los últimos títulos de la serie.
CONTINUIDAD MARVELITA
Las llamadas Fases 4 y 5, es decir, aquellas que han llegado tras los acontecimientos Avengers. Endgame han mostrado una deriva nada positiva para la franquicia. A excepción probablemente de Spiderman. No Way Home y la segunda temporada de Loki, el último lustro de cine y televisión Marvel ha resultado muy decepcionante, lo que llevó a la compañía a hacer recapitulación y buscar la manera de recuperar el favor de los fans. Con la primera aventura de Sam Wilson como Capitán América, la idea era recuperar el tono de thriller político que convirtió a Capitán América. El Soldado de Invierno en uno de los títulos mejor valorados de toda la franquicia.
Capitán América. Brave New World retoma varios temas de la serie Falcon y el Soldado de Invierno (con la que comparte no sólo guionistas sino varios miembros del equipo de producción, técnicos, segunda unidad y especialistas), como las dudas de Sam Wilson acerca de ser el candidato idóneo para continuar el legado de Steve Rogers, su falta de superpoderes al no haber recibido el suero del supersoldado, o personajes como Isaiah Bradley, usado y traicionado por el gobierno de los Estados Unidos en su intento de crear un nuevo Capitán América, mientras Steve Rogers estaba congelado en las aguas del Ártico.
A esto se suma un mayor protagonismo del General (ahora presidente de los Estados Unidos) Thaddeus Ross, gran perseguidor en la historia de los comics de Bruce Banner/ Hulk, y que hasta su fallecimiento en 2022 había sido interpretado en el UCM por William Hurt, siendo aquí sustituido por Harrison Ford. En este sentido, otro antecedente relevante para esta nueva aventura es El Increíble Hulk de 2008, a día de hoy única cinta protagonizada por el Gigante Esmeralda en el UCM (la versión de Ang Lee de 2003, de momento queda fuera del canon, aunque eso podría cambiar con el proyecto de adaptar World War Hulk).
QUÉ MISTERIO HABRÁ
Capitán América. Brave New World se plantea como un thriller de acción con trama política, donde la mayor parte de la trama sigue la investigación de una infiltración terrorista en la propia Casa Blanca. Sin embargo, todo este apartado tiene dos problemas principales. El primero es un caso de escritura plana y carente de originalidad en el guion. La película está nutrida de diálogos incapaces de salirse del lugar común, con frases hechas y consignas nacionalistas estereotipadas. Los personajes carecen de peso dramático, incluso el protagonista, en su lucha interior por convencerse a sí mismo de ser el nuevo Capitán América, carece de convencimiento.
El escaso carisma de Anthony Mackie tampoco ayuda. Como secundario podía tener cierta gracia, pero si al personaje le queda grande el escudo, al actor le queda grande un protagónico así. Tampoco es que los secundarios más interesantes estén especialmente aprovechados. Harrison Ford, Tim Blake Nelson o Shira Haas (descubierta en la fantástica Unorthodox) hace lo que pueden con personajes a los que les falta combustible. A esto hay que sumar el desperdicio de actores como Giancarlo Esposito, quien, francamente, parece bastante desorientado con su papel.
El otro problema grave de la película tiene que ver con el componente de suspense. Una cinta de estas características está construida hacia un final revelador y sorprendente, algo que quedó sacrificado en el propio tráiler de la cinta. Todo el complot del villano, toda la trama de la película, toda el intento de tensión acumulado, iba dirigido a la revelación del clímax final. Visto el tráiler, ya toda esa pretendida construcción dramática se va al garete en favor de un efectismo para atraer a más público a la sala.
HALCÓN EN PILOTO AUTOMÁTICO
Capitán América. Brave New World es también un producto derivativo de una serie de televisión, donde ha participado gran parte de su equipo, y, desgraciadamente, lo que desemboca es en una sensación de capítulo televisivo alargado. Es verdad que, con sus casi 120 minutos de duración, reconduce las producciones Marvel a un minutaje más standard, y tampoco podemos negar que la película cuenta con un presupuesto suculento (180 millones de dólares); sin embargo, la película no luce como tal. La puesta en escena de Julius Onah es funcional, pero plana, desganada y rutinaria. Las secuencias de acción son vistosas, pero carecen de la garra que necesitan. Hay momentos espectaculares, pero el fuego de artificio se come todo valor dramático.
En general, esta nueva entrega del Universo Cinematográfico Marvel nos ha parecido un producto muy justito a nivel de entretenimiento y carente de la identidad para codearse con aquellas películas de la franquicia en las que se quería reflejar. Si este es el plan de Marvel para recuperar la confianza perdida, empezamos mal.