El Cadáver de David aparece en la bañera de su apartamento tras ser sometido a una terapia experimental para tratar la inusual variante de esquizofrenia que sufría. Hablamos con Hugo Stuven, director y co-guionista de este thriller que protagoniza Lluis Homar, Christy Escobar y Edgar Fox.
“ANOMALOUS” marca desde el principio una dicotomía entre lo paranormal y la ciencia (representada por el personaje de Lluís Homar, que en todo momento aporta explicaciones que justifiquen las visiones del protagonista). ¿Con qué faceta se queda Hugo Stuven ,director y guionista de la película?
Como gran fan de Expediente X me quedo con la faceta paranormal. Son temas que siempre me han atraído, aunque creo que la parte de ciencia me da más miedo. Todo lo que se cuenta en la película con respecto a la ciencia y a la fragilidad de la mente es real.
La cinta establece dos narraciones bien diferenciadas: todo lo concerniente al interrogatorio al Dr. Friedhoff y los vídeos caseros grabados por David, el protagonista. ¿Qué nivel de desafío supuso trabajar con esos dos niveles?
Cuando escribí el guión junto con David Zurdo y Fernando Acevedo ya estaba saturado de las películas de metraje encontrado y quería huir de esa narrativa, pero inevitablemente la trama lo requería. Así que optamos por usarla en menor medida y de una forma diferente. Nosotros tenemos a un personaje (David Jacobs) que supuestamente tiene esquizofrenia y que se está grabando para demostrar que las voces en su cabeza son reales. El reto que planteábamos era no tener a otros personajes que le acompañaran, como sí ocurre en otras películas. Encontrar el equilibrio de estas grabaciones con el interrogatorio donde la narrativa es más clásica fue otro de los retos.
En las secuencias de David buscaba algo extraño (Anómalo), momentos cercanos a la mente del personaje pero que a la vez tuvieran todo el sentido en la historia y fueran muy realistas. Junto con Pablo Rosso (director de fotografía), pensamos mucho en la colocación de la cámara, los movimientos, lo que se ve o lo que no se ve… Todas las partes de cámara en mano de David Jacobs buscan lo paranormal mientras que las secuencias de la comisaría intentan dar sentido a esas imágenes, un sentido lógico y científico. Pero como pasa en la vida real, no a todo se le puede dar un sentido lógico.
La parte de David, al contar con esas grabaciones caseras, se basa sobre todo en largos planos fijos. ¿Qué indicaciones le dio al actor? ¿qué grado de lo que vemos está preestablecido entre actor y director y cuánto bebe de la improvisación?
Para Edgar Fox (David Jacobs) era su primera película y eso nos hizo disfrutar del proceso creativo a un nivel muy alto. Me gusta que los actores improvisen y me regalen momentos mejores de los que están en el guión o de los que yo traía previamente en la cabeza. Desde los ensayos intentaba que Edgar estuviera igual de perdido que su personaje. Igual que hice con el resto de los actores, le pedí sutileza en su interpretación. No quería que exagerara el comportamiento del personaje, ni que creara un estereotipo. Edgar es un actor con un talento palpable y realmente bordó su actuación. La gran mayoría de los planos están grabado por Pablo Rosso, pero en los que se veía reflejado al actor en algún espejo o coche, era el propio Edgar el que sostenía la cámara. Tuvimos que darle un curso sobre el manejo de la cámara. En estas imágenes también buscaba algo teatral, ya que me interesaba mucho centrarme en el personaje. La película tiene varias secuencias de David complejas de rodar con el añadido de que tenían que parecer planos caseros.
Por el contrario, el interrogatorio se desarrolla en un único espacio, con dos actores frente a frente. ¿Qué faceta de Lluis Homar considera aquí más importante, la cinematográfica o la teatral?
Ambas. Con Lluis hablé muchísimo sobre el personaje. Hicimos un trabajo que he disfrutado como nunca lo había hecho antes. Profundizamos durante semanas en todas las capas que el personaje requería. Para sacar lo que buscaba necesitaba todo el potencial de Lluis, tanto el cinematográfico como el teatral, ya que había planteado una narración más clásica y con planos más cortos en esas secuencias donde él aparecía. Creo que Lluis Homar a realizado un trabajo brutal en la película, con el añadido de que está rodada en inglés. Todo un reto. Homar ha sido capaz de encontrar y darle matices a todas esas capas que escondía el Doctor Friedhoff. Solo un actor de su nivel podía hacer algo así.
En una cinta repleta de secretos, Christy Escobar interpreta al papel más misterioso, impermeable a cualquier emoción. ¿Qué le supuso a la actriz afrontar un papel tan frío, frente a los roles más emocionales de Lluís Homar y Edgar Fox?
Para Christy Escobar, Anomalous, también ha sido primera película. Estoy muy orgulloso de haberla encontrado y de dar luz a este diamante en bruto. Christy es una actriz increíble. Es cierto que su personaje es el más frío y el más opaco, pero eso también requirió de un trabajo previo muy intenso. Era muy fácil que pudiera salirse del camino que habíamos planteado para su personaje. Ella siempre estuvo alerta, concertada, regalándonos momentos maravillosos. Mi idea era juntar a un actor consagrado como Lluis Homar con dos nuevos talentos. Y no puedo estar más contento con la química que había entre ellos. También quise buscar una actriz desconocida para el pequeño papel de Kate Grant. Y elegí a Adria Arjona una joven con un talento abrumador. Estoy muy orgulloso al ver que Adria, después de pasar por Anomalous, ha trabajado en True Detective, que es la protagonista absoluta de la serie Emeral City y que ahora está rodando Pacific Rim: Maelstrom.
Las localizaciones y la fotografía de juegan un papel decisivo a la hora de generar la atmósfera de la historia. ¿Qué nos puede contar de espacios como la casa de David o el hospital?
Desde el guión ya se planteaba rodar en Nueva York. Sabíamos que era tirar muy alto, pero al final todo fue avanzando por buen camino hasta llegar a La Gran Manzana. Aposté por que Nueva York no se comiera a los personajes. Por eso intenté mostrar la ciudad mediante reflejos o buscar calles menos reconocibles. Por ejemplo puedes ver el Empire State en el reflejo de una mesa o estar en la estación Grand Central sin usar un plano general. Fue una apuesta que propuse al productor Miguel Torrente para seguir con mi idea de hacer la película lo más opresiva posible. Afortunadamente mi idea le encantó. Mi planteamiento siempre fue generar una atmósfera opresiva y para eso necesitábamos encontrar localizaciones que ayudarán en ese sentido y Nueva York se ha rodado desde todos los puntos de vista. Una localización importante y que costo mucho encontrar fue la casa de David Jacobs.
Yo quería una casa muy al estilo de Guillermo del Toro y hay que decir que la casa que encontramos en Brooklyn pone los pelos de punta. El exterior y el interior son la misma casa y allí vivía (y vive) una familia muy agradable que nos trataron muy bien durante el rodaje. Otro decorado estrella fue el hospital abandonado en Staten Island. Nos recorrimos sus sótanos hasta encontrar el lugar perfecto para rodar. Aquel fue un decorado donde parte del equipo se sentía incómodo. Toda esta atmósfera no hubiera sido posible sin el magnifico trabajo de Pablo Rosso (Dire de foto), Miguel Llorenç (Diseñador de producción) y el resto del equipo que supieron mejorar lo que tenía en la cabeza. Les estoy muy agradecidos a todo ellos.
La cinta deposita una gran responsabilidad en el departamento de sonido. Los silencios dentro de la película y la generación de una atmósfera sobrenatural a través del sonido son decisivos a la hora de generar inquietud en el espectador. ¿De qué manera se estableció el discurso sonoro que necesitaba la historia?
Se habla mucho de la atmósfera visual, pero también está la atmósfera sonora. Nosotros intentamos buscar un sonido diferente, con texturas que sumaran inquietud a la trama. Utilizamos zumbidos de diferentes intensidades, ratas, grillos, gotas de agua y una gran variedad de sonidos extraños para generar esa atmósfera sonora que buscaba. Incluso jugamos con los golpes en el micrófono de la cámara domestica de David en el 5.1. También buscamos una diferencia clara entre el sonido de las imágenes de David y los de la comisaría de policía. Como detalle, en la película puedes escuchar en varias ocasiones el sonido de trenes pasando como simbolismo de un viaje de descubrimiento. Queríamos usar sonidos que tuvieran un simbolismo con lo que estábamos contando. El equipo de sonido buscó y buscó hasta encontrar los sonidos perfectos.
¿Cómo fue el trabajo con el compositor, Sergio Jiménez Lacima?
Sergio es un músico que llegará muy lejos. Es un talento fuera de lo común y una gran persona. Somos amigos desde hace años y llevamos preparando la música de Anomalous desde la escritura de las primeras páginas del guión. Hablamos muchísimo sobre qué música necesitábamos. Estudiamos la película al milímetro para ver en qué momentos habría música o silencio. Algo con lo que jugamos muchísimo fueron los silencios. Lo fácil hubiera sido poner música al mayor numero de secuencias, pero creo que lo difícil es encontrar que esos silencios funcionen, para que cuando aparezca la música funcione todo muchísimo más. Estoy muy feliz de haber trabajado con Sergio.
La banda sonora, que se grabó en Budapest, es espectacular y Sergio ha sabido encontrar la esencia de lo que la película necesitaba. Un trabajo brillante por su parte, mezclado lo orquestal con lo electrónico. Como detalle diré que el tema final de créditos está compuesto por ambos: Sergio la música y yo la letra, donde se dan más pistas sobre la película. Sergio me dio la sorpresa al añadir en el primer minuto un tema de piano que compuse yo entre secuencia y secuencia casualmente en el piano que sale en la casa de David. Este tema lo habíamos hablado hacía tiempo: grabar un tema para los créditos que fue producido en Nueva York por parte de Carles Delgado.
¿Qué nos puede adelantar de Broken Voices, su próximo proyecto?
Pues mira, con Sergio ya estoy trabajando en encontrar la banda sonora de Broken Voices. Solo puedo decir que es un guión que he escrito junto con Santiago Lallana y Miguel Muñoz y que es un thriller de ciencia ficción. El protagonista es una estrella internacional del cual no puedo revelar el nombre por el momento. Se rodará el año que viene en inglés y también en Estados Unidos. Ahora estoy sumergido de lleno en el proceso de preproducción de Broken Voices y en la promoción de Anomalous.