La verdad es que me han propuesto proyectos para hacer en España, pero al final siempre he salido corriendo porque no me fio”. Con esta frase tan tajante el director catalán definía sin tapujos el estado del cine español durante una entrevista mantenida con motivo de la promoción de Sin Indentidad, su última película que tiene como fecha de estreno el 13 de Mayo.

Jaume Collet-Serra llegó a Los Ángeles con 15 años para aprender inglés y se enamoró de la ciudad. Desde entonces no cejó en su empeño de convertirse en director de cine. Tras sus estudios nocturnos en instituciones sin el prestigio de algunas más conocidas y el paso de años infructuosos sin una oportunidad, el director consiguió aprender de uno de los productores más prolíficos del cine reciente. “Joel Silver es como un oso de peluche, pero ademas sabe más que nadie, es una enciclopedia de cine andante. Podrías dejar una película sin acabar y el sabría hacer todo lo necesario pata terminarla.”

Por ello, el éxito de Sin Identidad no le ha cogido por sorpresa en absoluto. “Si haces una película con Liam Neeson, Diane Kruger y con Joel Silver, tiene que ser tu objetivo ser número uno.” Sobre su efectividad en el set, Collet Serra se quita merito ante el inusitado plan de rodaje del film. “El tiempo se redujo por las agendas de los actores. Nosotros teníamos presupuesto para seguir rodando pero no teníamos actores y eso es algo cada vez más habitual en el cine. Conseguir hacer funcionar sus apretados calendarios es algo muy dificil“.

Sobre el proceso de creación de Sin Identidad, el director comenta como se adaptó el libro para darle forma de thriller. “El libro lo compró hace tiempo un productor muy veterano de Hollywood que tiene un ojo increible para las historias. Contrató unos escritores para convertir ese monologo interno de la novela en un guión con acción y con una trama. Lo que a mi me llego era muy largo y confuso aunque vi el potencial y tras leerme el libro extraje de ahí dos escenas que en el guión no terminaban de funcionar. A partir de ahí contraté a otro escritor y reescribimos el guión desde la página 30“.

Rodar rápido y bien tiene un secreto y es contar con un director de fotografía como Flabio Martínez Labiano. “Flabio y yo somos amigos desde hace muchos años. Hemos hecho como cincuenta anuncios juntos pero ya eramos amigos de antes. Es muy parecido a mi en cuanto a que ambos nos gusta mucho lo clásico, el cine de toda la vida. La clave es currarte lo que es importante y no perder el tiempo en lo que no lo es. El sabe mucho de cine y es un colaborador en todos los aspectos. Su labor no es solo iluminar o poner el dolly, es saber que se quiere contar en cada plano. Es nuestra segunda película juntos y no va a ser la última.”

Al tratar el tema del cine español y sobre posibles proyectos en nuestro país, el director hace referencia a la falta de seriedad y la picaresca que lamentablemente es la norma aquí. “Yo no puedo meterme en un proyecto y no tener todas las herramientas a mi alcance. Si en el guión pone que ‘Se estrella un helicóptero’, yo voy a ir al rodaje y el helicóptero se tiene que estrellar.”. Sin embargo no tiene reparos en halagar a sus compañeros nacionales. “Yo creo que hay mucho talento en España y cada vez hay menos miedo a ir a trabajar al extranjero. Sobretodo ayuda que los guiones sean americanos para sacar adelante los proyectos”.

Cuando llega el momento de comentar sobre su futuro, el director no tiene problemas en compartir con nosotros algunos detalles de producciones todavía sin luz verde. “Estamos trabajando en un remake de una película francesa que se llama El Circulo Rojo, que podría rodarse a caballo entre Hong Kong y Valencia, en la Ciudad de la Luz.” Aunque sin duda el proyecto que más expectación puede levantar es Harker, la adaptación de una novela que le da un interesante giro al mito de Dracula. “Estamos intentando sacar a Dracula de la miseria en la que está ahora. Queremos hacer una película que demuestre que Dracula no está muerto y que no es marica. Estamos buscando un tono de misterio, un tono de thriller y de terror fuerte, un poco como El Silencio de los Corderos. Dracula, el siglo XIX, un poco de From Hell pero con el villano más hijoputa que hay.”