El director australiano George Miller inició cuando apenas superaba los 30 años la mitología del guerrero de la carretera, en 1979, con la película en la que el policía Max Rockatansky buscaba venganza en una tierra devastada tras un colapso nuclear. A bordo de su Interceptor amarillo y posteriormente en el V8, un joven Mel Gibson interpretaba por vez primera al Loco Max en una producción australiana de bajo presupuesto (apenas 350.000 dólares) que se convirtió en un éxito inmediato (superando los 100 millones de recaudación) y en el punto de partida de todo un subgénero que combinaba la ciencia ficción, la violencia extrema y las carreras automovilísticas.

Mad Max 2

Las secuelas de Mad Max (y sus imitaciones) no tardaron en llegar expandiendo el universo con cada nuevo episodio. De este modo, Mad Max 2, segundo largometraje de Miller ya con 4 millones de dólares de presupuesto, llegaba a los cines el 24 de diciembre de 1981, con una depurada estética punk postapocalíptica nuevamente aplaudida por la crítica. La historia de Rockatansky (Gibson), quien había perdido la cordura en la primera entrega al sufrir la muerte de su mujer y su hijo a manos de las cruentas bandas de moteros que campan en las carreteras, continúa al margen de la ley.

Más allá de la cúpula del trueno

Cuatro años más tarde, tras una incursión de Miller como director de uno de los segmentos de la película En los límites de la realidad, Mel Gibson regresaba a la gran pantalla como Mad Max en Más allá de la cúpula del trueno. Codirigida por George Miller y George Ogilvie, presenta a Max exiliado en el desierto por la corrupta Tía Ama, líder de la Negociudad, icónico personaje interpretado por Tina Turner con un look inolvidable. El presupuesto ya ascendía a 12 millones de dólares y contó con banda sonora a cargo de Maurice Jarre y con canciones compuestas por Graham Lyle y Terry Britten, como los éxitos de Tina Turner ‘We don’t need another hero’ y ‘One of the living’.

Furia en la carretera

Hubo que esperar 30 años para continuar el camino de Mad Max, con Furia en la carretera (Fury Road), que vio la luz el 14 de mayo de 2015, esta vez con Tom Hardy en la piel de Rockantansky. Un filme que logró seis premios Óscar en las categorías de mejor diseño de producción, sonido, edición de sonido, maquillaje, vestuario y montaje, y otras nominaciones a mejor película, dirección, efectos visuales y fotografía. Una nueva y original historia con un buen puñado de personajes que pasarían a la historia, como Imperator Furiosa (interpretada por Charlize Theron) y el líder de culto Inmortan Joe (recuperando para el papel al actor de la primera entrega Hugh Keays-Byrne, «Toecutter»).

Furiosa: de la saga Mad Max

El 24 de mayo de 2024 llegará a los cines la nueva y esperada entrega, Furiosa: de la saga Mad Max, cuyo primer y espectacular avance se revelaba esta semana durante la Comic Con Experience de Sao Paulo (CCXP). El icónico mundo distópico de George Miller continuará en este spin off sin Rockatansky, que explorará los orígenes de Furiosa, cuando al caer el mundo es arrebatada del Lugar Verde de Muchas Madres y cae en manos de una gran horda de motoristas liderada por el señor de la Guerra Dementus.

Anya Taylor-Joy dará vida al personaje en esta ocasión, mientras que Chris Hemsworth (también australiano) será el nuevo gran villano, quien durante la road movie se topará con la ciudadela presidida por Inmortan Joe. Mientras los dos tiranos luchan por el dominio, Furiosa tratará de sobrevivir a la vez que reúne los medios para encontrar el camino de vuelta a casa.

Miller, considerado uno de los directores de cine de acción más relevantes de la historia del cine, cuenta en su filmografía con propuestas de otros géneros, como Las Brujas de Eastwick (1987), el drama Lorenzo’s Oil (1992), las películas de animación Babe 2 (1998), Happy Feet (2006) y su secuela de 2011, y la reciente fantasía para adultos Tres mil años esperándote (2022). Ahora, a sus 79 años, cerrará el círculo con esta esperada odisea de Furiosa.