En esta época de nostalgia cinéfila, donde las carteleras no hacen más que recuperar a los héroes del pasado (interpretados o no por sus actores originales), nos faltaba uno de los principales iconos de los 80 por resurgir. Las tres aventuras de Max Rockatansky interpretadas por Mel Gibson marcaron un punto de referencia estética y cinematográfica poderoso en la primera mitad de la década y aún hoy las huellas de su mundo postapocalíptico puede ser rastreado en multitud de producciones recientes.

Mad Max. Furia en la Carretera juega a su favor con la continuidad de su director y creador, George Miller, cineasta de carrera heterogénea, pero que en mayor o menor medida rara vez erra el tiro. Tras una temporada acomodado en el cine familiar, su regreso a este mundo de sangre, gasolina y arena no podía ser más afortunada.

El director demuestra mantener un poderoso pulso narrativo que, en esta ocasión, se constata en una cinta de ritmo irrefrenable, acción adrenalínica y virtuosismo visual desbordante.

Los avances tecnológicos experimentados en estos 30 años que separan esta nueva entrega de la anterior le permiten ofrecer una cinta de puesta en escena impecable y espectacular, que no abusa de los retoques digitales y que se mantiene fiel a la acción física y real.

El espectador mastica la arena, siente el vértigo y se sumerge en el movimiento perpetuo de la cámara a la hora de registrar el asedio de las hordas de Inmortan Joe a los protagonistas, delegando a un papel ligeramente más secundario a su héroe en favor de su nueva creación, Imperator Furiosa.

Tom Hardy recoge el testigo con soltura (aunque es difícil borrar la icónica huella que dejara Mel Gibson), sin embargo, el premio se lo lleva Charlize Theron con su poderosa interpretación del personaje femenino principal.

Mad Max. Furia en la Carretera se desprende por completo de la estética cruda y feísta de las dos primeras entregas y de su violencia explícita y descarnada, para abrazar el cine espectáculo puro, adaptando la esencia de la saga a las claves del cine del siglo XXI.