Durante unas vacaciones en una cabaña alejada de todo, una niña y sus padres se convierten en rehenes de cuatro desconocidos armados que obligan a la familia a tomar una decisión imposible para evitar el apocalipsis. Con acceso limitado al mundo exterior, la familia deberá decidir qué creer antes de que todo esté perdido.

Llaman a la puerta, lo nuevo de M. Night Shyamalan, se estrena este viernes 3 de febrero, exclusivamente en cines, en España.

LA HISTORIA

De todos los extraordinarios logros de la aclamada carrera de M. Night Shyamalan como cineasta visionario, tal vez el más destacable es lo enigmáticas, impredecibles e inesperadas que son sus películas. Lo único de lo que puedes estar seguro cuando te adentras en una nueva película de M. Night Shyamalan es de que no sabes lo que va a pasar.

Llaman a la puerta (Knock At The Cabin) puede que sea la apoteosis de la experiencia cinemática de Shyamalan. Es una película que comparte linaje con sus anteriores creaciones, pero que no se parece a ningún otro proyecto que haya hecho antes.

La cabaña del fin del mundo

Basado en el best seller La cabaña del fin del mundo, de Paul Tremblay, Llaman a la puerta comenzó, en un principio, como un guion de 2019 firmado por Steve Desmond y Michael Sherman que consiguió colarse en la afamada Blacklist anual de la industria cinematográfica, que elige cada año los mejores guiones sin producir.

Originalmente, la productora de Shyamalan, Blinding Edge Pictures, consideró encargarse solo de la producción de la película, pero la idea era tan irresistible que el cineasta acabó sintiéndose inspirado para contar su propia versión de la historia. «Un día, en una reunión, Night dijo: “Bueno, ¿y si reescribo esto y lo dirijo yo?”», cuenta el productor Ashwin Rajan, presidente de producción para Blinding Edge. «Sentía una fuerte conexión con el material y con una versión de este que le diera profundidad, aunque con un tono contenido».

La película se centra en una pareja gay, Eric (Jonathan Groff) y Andrew (Ben Aldridge) y su hija adoptada, Wen (Kristen Cui), que están de vacaciones en una cabaña en el bosque lejos de todo. Todo transcurre sin problemas… hasta que cuatro desconocidos armados rodean la casa: Leonard (Dave Bautista), Sabrina (Nikki Amuka-Bird), Adrianne (Abby Quinn) y Redmond (Rupert Grint). Tras convertir a la familia en sus rehenes, estas cuatro personas (que tampoco se conocen entre sí) les informan de que se han visto atormentadas y perseguidas por la misma profecía: que el mundo acabará a menos que la familia de esa cabaña elija a un miembro de la familia para acabar con su vida. Que sean una panda o no de lunáticos no resuelve el problema. En ambos casos, la situación es aterradora.

«Es un thriller con una inquietante pregunta como núcleo», explica Rajan. «¿Qué harías si tuvieras que elegir entre salvar a tu familia o salvar la humanidad?».

Llaman a la puerta, de M. Night Shyamalan.
Llaman a la puerta, de M. Night Shyamalan.

Para Shyamalan, era una cuestión que contenía multitud de ideas conectadas a los temas de su serie de AppleTV+ Servant y su forma de pensar sobre el estado de nuestro mundo actualmente. En sus manos, Llaman a la puerta es una película que explora ideas tras la fe y las creencias, la certidumbre y la duda, y el poder y los límites de todo ello.

«Es una historia bíblica ambientada en la actualidad», dice Shyamalan. «Servant también es eso. La idea de contar grandes historias bíblicas, pero en tiempos y enclaves modernos, es algo que ahora mismo me atrae bastante. La película refleja mis sensaciones actuales de que todo lo que está pasando en este mundo no tiene la mejor pinta ni ofrece las perspectivas más esperanzadoras, pero, pese a todo, creo que estamos luchando y avanzando en la dirección adecuada. No estamos haciéndolo todo bien, desde luego, pero, en general, la dirección en la que estamos avanzando como humanidad es la adecuada, y merecemos la oportunidad de seguir adelante. Esa es mi opinión. Una historia de amor es prueba suficiente de que la humanidad debería seguir avanzando. Llaman a la puerta nos brinda una oportunidad increíble de experimentar esta gigantesca historia bíblica mundial a través de la experiencia de una familia».

La familia

La idea de la familia es central en gran parte de la filmografía de Shyamalan. «Una constante en las películas de Night es que suelen girar en torno a la familia y que hay un viaje emocional que los personajes y el público viven con cada una de sus creaciones», asegura el productor Marc Bienstock, que ha hecho cinco películas con Shyamalan.

A Shyamalan también le gusta proponerse retos, y esta película le ofrecía uno muy particular: que está casi enteramente ambientada en un solo enclave interior. «Me atraen mucho las historias de confinamiento y contar historias grandiosas a través de una pequeña ventana», dice Shyamalan. «Esa constricción, ese equilibrio, una yuxtaposición entre el tamaño de la historia y el modo en que la estamos contando, es algo que me apasiona».

También rebosa potencial creativo. «Esta es una oportunidad para que Night se centre de verdad en el arte del suspense», explica el productor ejecutivo Steven Schneider. «Hitchcock es uno de sus cineastas favoritos, y Llaman a la puerta, en cierto modo, es una oportunidad para que Night explore su faceta más “hitchcockiana” en lo que respecta a composición de planos y el modo en que podemos construir suspense usando todos los elementos a nuestra disposición, desde las interpretaciones hasta la iluminación, pasando por el montaje y la puesta en escena».

Aunque el guion original seguía la trama del libro de Tremblay, la revisión de Shyamalan lleva la historia por otros derroteros arriesgados e inesperados. «Adaptamos un libro para hacer esta película, pero en esencia decidimos ir en otra dirección por completo desde la mitad de la trama, aproximadamente», nos cuenta Shyamalan. «Eso suponía una carga más sobre mis hombros. Pero, en mi mente, la historia necesitaba y quería ir en esa dirección, sí o sí. Y, de hecho, fue la parte realmente emocionante del desafío: ¿puedo hacer una versión terrorífica de La decisión de Sophie y conseguir que el público quiera ir a verla?».

Nada en la historia es blanco o negro, y casi todos los personajes, además de los espectadores, tendrán que replantearse lo que daban por hecho y poner a prueba sus creencias en el transcurso de la película, a medida que la tensión crece. «Me gusta este tipo de narraciones en las que cuentas con la imperfección de todo eso, donde no rellenas todo y dejas que el público baile contigo», dice Shyamalan. «Algo tipo The Twilight Zone, donde lo que fabrica tu imaginación como espectador es necesario para acabar el retrato».

Aunque la película es muy actual y provocadora, no es una visión sombría ni pesimista de la humanidad, a pesar de la aterradora premisa. «Soy capaz de contar historias muy oscuras porque tengo sentimientos muy positivos acerca de la gente y del mundo en general», asegura Shyamalan. «Puedo convertir cualquier cosa negativa de la vida en positiva, basándome en mi profunda creencia en la positividad de las cosas».

* Notas de producción de Llaman a la puerta, de Universal Pictures.

Póster de Llaman a la puerta, de M. Night Shyamalan.
Póster de Llaman a la puerta, de M. Night Shyamalan.