La siempre sorprendente producción asiática tiene una presencia relevante y significativa, una vez más, en el Festival de Sitges. Este miércoles, 10 de octubre, se han proyectado seis cintas procedentes de este continente. Seis interesantes propuestas que aterrizan desde Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong y Japón.
Además, la película brasileña Morto ñao fala ha impactado en su presentación dentro de la Sección Oficial.
Y mientras Sitges 2018 seduce a un público ávido de las más variadas formas de cine fantástico, la organización ya trabaja en la próxima edición. Ángel Sala ha anunciado que el leit motiv de Sitges 2019 será El corazón de las tinieblas.
Así, esta jornada ha tenido un claro sabor oriental. En la sección Oficial se ha visto Burning, el thriller coreano rodeado de misterio y existencialismo firmado por Lee Chang-dong, que adapta una historia de Haruki Murakami.
También de Corea y en clave de thriller se ha presentado Believer, el remake que Lee Hae-young ha realizado de Drag War, la película de culto dirigida por Johnnie To.
El realizador hongkonés, además, ha sido el protagonista de la Sección Seven Chances, donde se ha recuperado, en una versión restaurada, una de sus películas favoritas, Throw Down.
Filipinas ha sido también protagonista del día con la proyección de los thrillers Bamboo Dogs del siempre interesante Khvan, y BuyBust dirigida por un viejo conocido del Festival, Erik Matti.
La película japonesa Fonotune: An Electric Fairytale ha puesto el broche de oro a la jornada asiática. Un estilizado experimento pop, que muestra la travesía de unas almas solitarias en un mundo post-apocalíptico, unidas por el deseo de acudir a un concierto de una enigmática estrella, encarnada por Seiji, miembro del grupo garage punk Guitar Wolf y héroe del underground nipón, que ha presentado la película en una multitudinaria sesión en el cine Prado.
Sitges ha recibido a un amigo, Sergi López, que siempre ha tenido una relación muy especial con el Festival, desde que presentó hace veinte años su primera colaboración con el realizador francés, Manuel Poirier en Western. Poseedor de un César y un EFA, y con cinco nominaciones a los Gaudí y tres a los Goya, Sergi López ha venido al Festival a presentar la cinta italiana Lazzaro Felice, que ayer tuvo una gran acogida en su proyección ante prensa y público. Una fábula emparentada con el neorrealismo mágico donde se unen las miradas de Vittorio de Sicca, Luis Buñuel y Federico Fellini.
Por su parte, las cinematografías iberoamericanas han seguido con su desfile por la Sección Oficial del Festival con la proyección de Morto ñao fala, la opera prima del brasileño Dennison Ramalho, a quien los aficionados recordarán como el guionista de Encarnação do Demônio, de José Mojica Marins.
Y cuando todavía quedan cuatro días de Festival, Ángel Sala y su equipo ya pilotan la nave del 2019. De 2001 se saltará a El corazón de las tinieblas, la mítica novela de Joseph Conrad. Así lo ha anunciado el director del festival en un encuentro con los medios, en el que ha situado que la principal referencia del próximo Festival será Mad Max, además de otros títulos de 1979, como Alien, el octavo pasajero, Apocalypse Now y The Warriors o de 1999, como Eyes Wide Shut.