Este año se cumple el 90ª aniversario de Krzysztof Penderecki, uno de los compositores contemporáneos más relevantes e innovadores, fallecido tras una larga enfermedad en marzo de 2020 en Cracovia, la ciudad en la que nació. Su talento innovador en todos los géneros, sobresaliente en situaciones sociales y políticas adversas, fue reconocido en 2001 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, junto con su capacidad integradora de diferentes elementos de la música de la segunda mitad del siglo XX.

La importancia e influencia de su obra, reconocible por su particular estilo compositivo y armonías atonales y disonantes, en el cine de terror pudo descubrirse este viernes a través de una de las propuestas más singulares y exigentes de los diecisiete años de historia del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (Fimucité): ‘Electronic Penderecki: El universo compartido de David Lynch y Stanley Kubrick’. En la práctica dos conciertos en uno con sendas partes muy diferenciadas, la primera precisamente dedicada a la figura del autor polaco, todo un descenso a los infiernos que envolvió a la audiencia, gracias al sistema de sonido surround instalado en el Teatro Leal de La Laguna para la ocasión, en una burbuja claustrofóbica de sonidos mayoritariamente graves que sin embargo no desatendían su propia belleza.

Todo ello, acompañado de imágenes proyectadas, creadas para el concierto a partir de materiales de las icónicas películas que han contado con la música de Penderecki. La segunda, más luminosa por comparación, estuvo eminentemente dedicada a las composiciones para el cine de otro grande, Angelo Badalamenti.

Concierto Electronic Penderecki. Teatro Leal © Aarón S. Ramos/Fimucité
Concierto Electronic Penderecki. Teatro Leal © Aarón S. Ramos/Fimucité

Sobre el escenario, un grupo de cámara integrado por músicos de la orquesta Sinfonietta Cracovia, junto con dos reconocidos solistas polacos al frente del clarinete y acordeón, Piotr Lato y Maciej Zimka, y la inspiradora presencia de la cantante Liliana Izyk y Ben Watkins, de la banda británica Juno Reactor, quien aportó elementos electrónicos a la interpretación.

El recital dio comienzo con algunas de las piezas del compositor que utilizó Stanley Kubrick en perfecta sincronía con la narrativa de El Resplandor (1980), para reforzar la atmósfera opresiva e inquietante del hotel Overlook, sus extraños pasillos y recovecos, la soledad y la locura. Desde la rotunda pieza ‘De Natura Sonoris 1’, compuesta en 1966, a ‘Awakening of Jakob’, de 1974, o ‘Polimorphy’ (que también sonaba años antes en El Exorcista, de William Friedkin), de 1961, interpretadas de un modo muy físico y casi sobrenatural, destacando Wojciech Kogut al frente de un piano de cola preparado que sonaba desde literalmente sus entrañas o la voz de Liliana Izyk, que parecía surgir también de algún Más allá. Precisamente esta última pieza también formó parte de la banda sonora de Inland Empire (2006), de David Lynch, uno de esos lugares donde su cinematografía coincide musicalmente con la de Kubrick.

El recital continuó con el espeluznante ‘Passacaglia – Allegro Moderato’, de la ‘Symphony No.3’, escrito en 1995 por Penderecki, que en este caso formó parte de la música del thriller psicológico Shutter Island (2010) de Martin Scorsese, ambientado en la década de los 50 en una institución mental.

Este viaje a la oscuridad concluyó con el ‘Treno a las víctimas de Hiroshima‘, composición de Penderecki para 52 instrumentos de cuerda que trazó con 26 años. La parte inicial de este magistral canto fúnebre aparece en la película distópica Hijos de los Hombres (2006), de Alfonso Cuarón, al comienzo del icónico plano secuencia. Además, también sirvió para crear la extraña atmósfera de la serie Twin Peaks, de Lynch, y sonó en algunos episodios de Historias para no dormir, de Narciso Ibáñez Serrador.

Impactante la interpretación de Ewa Szczepanska Chwast, reconocida con los intensos aplausos del público, quien regaló un solo de viola amplificado por los espectaculares efectos electrónicos diseñados por Juno Reactor.

A reseñar también los admirables arreglos para formación de cámara realizados por Jan Sanejko y la dirección de Katarzyna Tomala-Jedynak, al frente de la Sinfonietta Cracovia en este concierto que ha contado con la cofinanciación del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional del Fondo de Promoción Cultural de la República de Polonia.

Concierto Electronic Penderecki. Teatro Leal © Aarón S. Ramos/Fimucité
Concierto Electronic Penderecki. Teatro Leal © Aarón S. Ramos/Fimucité