Dentro de los diferentes eventos que se han ido desarrollando en el marco de FIMUCITÉ (Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife), esta semana han tenido lugar la proyección de las películas a concurso de Fimucinema. Siendo la Space Opera uno de los leitmotivs de este año, la cinta escogida para cerrar este apartado fue Native, producción británica protagonizada por Rupert Graves (Sherlock) y Ellie Kendrick (Juego de Tronos).
La historia está ambientada en una sociedad tipo colmena, donde sus miembros se comunican de manera telepática y necesitan buscar un planeta afín que colonizar para poder sobrevivir. Rodada con pocos medios, pero mucha imaginación, la película se aparta del esquema del cine de ciencia ficción actual y propone una apuesta por un tipo de historias y estética más cercano al cine de los años 70.
Su director, Daniel Fitzsimmons, afronta con entereza aspectos muy arriesgados, como esas secuencias de diálogo telepático que podrían mandar al traste el ritmo de la narración o la empatía del espectador con los personajes. Sin embargo, en su ambición de desmarcarse, el cineasta logra una película diferente, original y con un discurso bien definido, algo que no todos los debutantes son capaces de conseguir.