Este 2023 se conmemora el primer centenario de The Walt Disney Company, tomando como referencia la fecha de fundación de la compañía Disney Brothers Cartoon Studio, el 16 de octubre de 1923, por parte de los hermanos Roy y Walt Disney. Aunque el estudio ha tenido sus altibajos a lo largo de estos 100 años, no es aventurado decir que la empresa se encuentra en uno de sus momentos álgidos tras la absorción de Lucasfilm, Marvel o la Fox, situándola ahora mismo como la empresa cinematográfica más relevante en el panorama cinematográfico actual. Con todo esto, cualquiera pudiera pensar que, ante una efeméride tan importante, la compañía iba a emular a John Hammond y no repararía en gastos. Curiosamente, 2023 se ha convertido en un año fatídico para la empresa, con sus principales apuestas rindiendo por debajo de lo esperado en taquilla y con nefastas críticas por parte de la prensa y el público.

Conocida, sobre todo, y más allá de superhéroes y otras franquicias, por ser la empresa referente en el terreno de la animación en occidente, cualquiera podría pensar que su estreno de animación de esta temporada, su nuevo clásico, sería una apuesta por todo lo alto, buscando hacer justicia a hitos de la historia del séptimo arte como Blancanieves y los Siete Enanitos, Pinocho, Bambi, La Bella y La Bestia o El Rey León. Pues no.

LA ISLA DE LOS DESEOS

Wish. El Poder de los Deseos reúne todos los componentes básicos de una película Disney. Ambientación medieval, magia, una joven idealista, un rey que no para de mirarse al espejo, animales que hablan, estrellas de los deseos, canciones y una excelente factura animada. La película, estilísticamente, sigue la línea marcada por los dos grandes éxitos recientes de la Disney, Enredados y Frozen. A esto se les suman múltiples guiños a títulos clásicos de toda la historia de la compañía.

En la dirección tenemos a Chris Buck, responsable de Tarzán o las dos entregas de Frozen. En el guion a Jennifer Lee, quien ha liderado esta nueva etapa de los estudios de animación, y en el repasto de voces estrellas como Ariana DeBose o Chris Pine. La cinta toca las temáticas clásicas del cine Disney, cuenta con un amplio repertorio de canciones y tiene la duración justa, 95 minutos. A primera vista, nadie podría acusar a la cinta de ser una mala producción.

LA ISLA DE LOS JUEGOS

Efectivamente, se aprecia mimo y atención por todos estos elementos, sin embargo, el resultado no se eleva. Quizás se deba a que todo en la historia y los personajes grita deja vú, que la trama no sólo es manida, sino que le falta desarrollo, que los secundarios carecen de calado y carisma; pero lo cierto es que, sin ser una mala película, todo en Wish. El Poder de los Deseos resulta insípido, intrascendente, repetido. Sus grandes valores no compensan el cansancio que rezuma la película. Al igual que aquella advertencia que nos daba la propia compañía en Pinocho, la película nos recuerda a la isla de los juegos, donde todo parece bonito y divertido, encandilando la mirada de los niños, pero, cuando te quieres dar cuenta, descubres que te han tomado por borrico, vendiéndote un refrito mal cocinado.

LA ISLA DEL MAÑANA

En otras circunstancias, Wish. El Poder de los Deseos quedaría como una película correcta, pero rutinaria, un matatiempos de la Disney para llevar a los niños al cine y salvar la tarde del sábado o del domingo. Pero no en noviembre de 2023. La factoría de los sueños, la empresa que hizo del cine de animación su sello, no debería conmemorar su centenario con algo tan insustancial y anodino. Un legado de 100 años no se puede saldar con semejante medianía. ¿En serio nadie en la Disney se paró a pensar en esto antes de estrenar esta bagatela?