Fecha de estreno en Estados Unidos: 21 de octubre de 2011
Fecha de estreno en España: 21 de octubre de 2011
Género: Terror
País: Estados unidos
Año: 2011
Duración: 84 mins.
Web: http://www.paranormalactivity3.es/
Dirección -Henry Joost y Ariel Schulman, Guión – Christopher B. Landon, Producción – Jason Blum, Oren Peli y Steven Schneider, Fotografía – Magdalena Gorka, Montaje -Gregory Plotkin
Reparto: Katie Featherston (Katie), Sprague Grayden (Kristi Rey), Lauren Bittner (Julie), Chloe Csengery (Katie joven), Christopher Nicholas Smith (Dennis), Jessica Tyler Brown (joven Kristi), Brian Boland (Daniel Rey), Dustin Ingram (Randy)
Paranormal Activity 3, la tercera parte de la saga, recoge punto por punto el esquema de sus predecesoras y, aun siendo la más dinámica y animada en tono, no consigue remontar el vuelo y desmarcarse del aburrimiento en el que nos han sumido casi a traición desde 2007.
En esta ocasión la historia nos remonta a los años ochenta, cuando las protagonistas de las dos entregas anteriores eran unas crías y tuvieron sus primeros contactos con los espíritus que, de un modo muy claro, determinarían algunos años más tarde su vida adulta. A este respecto, la inmersión en la década citada ha sido llevada a cabo con cierto cuidado; las cintas en VHS o un cierto estilo de vestir de los personajes son pequeños detalles que se agradece ver que han sido tenidos en cuenta.
Sin embargo poco o nada pueden hacer estas pinceladas para contrarrestar los soporíferos efectos de un guión que ya hemos visto, una historia que conocemos desde el Poltergeist de Tob Hopper y Steven Spielberg y unos personajes absolutamente irrelevantes construidos sin ningún mimo, elementos todos de un cocktail que es agitado con tempo lento, lentísimo (aunque no tanto como las anteriores, todo sea dicho), el ya conocido por todos recurso de la grabación cámara en mano de aspecto amateur y unos sustos a ratos tramposos, a ratos previsibles y a ratos acertados, aunque estos últimos las menos de las veces.
Lo cierto es que en comparación con las dos anteriores partes del tríptico casi podría decirse que esta es la mejor de todas, la más trepidante de todas (si es que trepidante cabe en la descripción de esta película) y la que tiene más sustos por minuto, pero sabiendo lo bajo que habían colocado el listón no es decir mucho.
Oren Peli, cabeza pensante tras la primera parte, sigue aquí como productor, mientras que la batuta le ha caído esta vez a los desconocidos Henry Joost y Ariel Schulman que hacen lo que pueden, que tampoco parece que sea mucho. En el plano interpretativo destacan, eso sí, las dos niñas protagonistas, Chloe Csengery y en especial Jessica Brown, que, desgraciadamente, no consiguen marcar una gran diferencia.
En definitiva, otro hijo bastardo de La bruja de Blair y el ya citado Poltergeist que sigue a sus hermanos en el camino del aburrimiento supino, desfilando ante el espectador con más pena que gloria, a pesar de que pueda a algún quinceañero le sirva para saltar en la butaca un par de veces. Para no perder el tiempo con ella.
