En 2022 se estrenaba la película danesa Speak no Evil, del director Christian Tafdrup. En ella una familia danesa visita a una familia holandesa que conocieron en unas vacaciones. Lo que se suponía que iba a ser un fin de semana idílico se iría desmoronando lentamente ante el extraño y agresivo comportamiento de los neerlandeses. La película fue presentada en el Festival de Sundance y obtuvo críticas mayoritariamente positivas, donde se destacaba su sátira de la clase media.
Los derechos de la cinta pronto fueron adquiridos por la productora Blumhouse para iniciar la producción de un remake estadounidense, contando con el director británico James Watkins, quien había destacado con sus películas Eden Lake y La Mujer de Negro, y con el actor James McAvoy como principal estrella, con un reparto que completan Scoot McNairy, Mackenzie Davis y Aisling Franciosi.
CUENTOS CON MORALEJA
Los cuentos tradicionales, heredados de la Vieja Europa, eran relatos educativos, generalmente con moraleja final, destinado no sólo al sector infantil, sino también al juvenil, ya que se les aleccionaba y advertía con respecto a los peligros de la sociedad y la importancia de no salirse de los márgenes marcados, ya que más allá del sendero, habitaban lobos.
Caperucita Roja es, sin duda, uno de los relatos más conocidos y transmitidos de generación en generación. Curiosamente, podemos encontrar dos versiones principales del mismo relato. La primera fue la que registró Charles Perrault en 1697, en su colección Cuentos de Antaño. La segunda, y la más vigente hasta la actualidad es la de los Hermanos Grimm dentro de compilación Cuentos de la infancia y del hogar publicada en 1812. La diferencia entre uno y otro es la redención. Mientras que, en la versión de Perrault, el relato acaba cuando el Lobo se come a la niña; los Hermanos Grimm añadieron un epílogo salvador, donde un cazador logra sacar a Caperucita y a la Abuela de las entrañas del Lobo y les salva la vida. Algo similar podemos apreciar en las dos versiones de la película que aquí nos ocupa.
HIC SUNT LUPI
La película original de Christian Tafdrup era una alegoría sobre la Nueva Europa. Los protagonistas son una familia pudiente danesa, con pensamiento moderno, concienciados con el medio ambiente, una educación a su hija de apoyo y comprensión, sin empleo de la violencia o castigos físicos, educados, y confiados en que nuestra civilización es un espacio seguro para ellos, siempre y cuando no se salgan del camino. Pero llega la tentación, en este caso, una familia neerlandesa de costumbres más abiertas y lúdicas, sin las cortapisas del pudor o las buenas maneras.
Tafdrup nos presenta un relato repleto de advertencias, pero donde nuestros protagonistas, desconocedores de que se han salido del camino, reaccionan con prudencia y cordialidad ante las cada vez más acuciantes salidas de tono de sus anfitriones. La premisa de no ofender, de respectar las costumbres, de no juzgar de manera abierta los comportamientos ajenos, a la vez que, al menos en un principio, se dejan llevar por la excitación de romper los moldes en los que han sido encapsulados. El desenlace final de la cinta original no hace concesiones. Es la advertencia para esta Nueva Europa buenista, que se siente en espacio seguro bajo las normas de cordialidad y civilización que ella misma ha establecido.
REDENCIÓN
La película de James Watkins sigue pieza a pieza, a veces de manera demasiado mimética, el guion original, pero se reserva un giro al estilo los Hermanos Grimm, dando la posibilidad de redención a los protagonistas. En esta parte se añade todo un trasfondo más detallado que en la anterior con respecto al pasado de los protagonistas, el peso de la educación y el legado que pasa de padres a hijos (en este caso, sobre todo plural masculino y no tanto plural neutro). Hay también un discurso sobre la civilización y la naturaleza que recoge el testigo de la película danesa, donde el personaje masculino, al igual que los protagonistas de la película de 2022, es incapaz de asimilar la brutalidad de la naturaleza más animal a la que se enfrenta; pero habilitando, en este caso, una vertiente de empoderamiento femenino.
VIOLENCIA
La película de Tafdrup es seca, contundente, implacable. Con una puesta en escena gélida y distante, que mantiene al espectador dos pasos por detrás de los protagonistas. Con un cierto distanciamiento emocional, pero también con un alejamiento, testigos mudos, que impide que puedan advertir a los protagonistas de lo que está por llegar. Aquí la violencia es inesperada, rápida y firme, sin recrearse, ni dar tiempo para la salvación. Por su parte, Watkins se ajusta más a los patrones narrativos estadounidenses. La distancia del espectador con los personajes no es tan insalvable, recurre más a la complicidad emocional para justificar los comportamientos de ambas parejas antagonistas, dejando un mayor espacio para la acción y la confrontación y, por lo tanto, para el espectáculo pirotécnico del cine de Hollywood. La puesta en escena de Watkins, aunque cargada de tensión, no resulta tan asfixiante, ni siquiera en los momentos más angustiosos de la trama.
LOBOS Y CORDEROS
El principal atractivo comercial de la versión de 2024 es la presencia de James McAvoy, actor que bajo el sello Blumhouse ya había demostrado lo intenso que podía llegar a ser en este tipo de roles con Múltiple de M. Night Shyamalan. McAvoy sabe graduar bien las diferentes transiciones de su personaje, de manera que la permanencia de los protagonistas en la casa no anule la suspensión de incredulidad del espectador, aunque es cierto que hay varios momentos que cuesta entender que los protagonistas no huyan.
Particularmente, nos parece también más que loable la labor de Scoot Nairy, contrarrestando los histrionismos de McAvoy con una tensa pasividad. Mackenzie Davis y Aisling Franciosi resultan convincentes en sus papeles, aunque queda claro que al director le interesa más reflejar en antagonismo de los personajes masculinos. Vehículo de lucimiento para McAvoy aparte, sí es cierto que nos parece mucho más convincente la labor del cuarteto protagonista en la versión de 2022.
LOBOS CONTRA LOBOS
No Hables con Extraños es un thriller intenso, jugoso e inquietante, que mantiene al espectador atento a los acontecimientos de la pantalla, especialmente, si no se ha visto antes la película de Christian Tafdrup. Es precisamente donde la cinta diverge de la película original, donde pierde interés en favor de una resolución más estereotipada y desproporcionada. Como espectáculo, da juego; como relato, nos quedamos con la original.