Título: Luces rojas
Género: Thriller
País: España – EEUU
Año: 2011
Duración: 119 min
Dirección – Rodrigo Cortes | Guión – Rodrigo Cortes | Producción – Rodrigo Cortés | Fotografía – Xavi Giménez | Montaje– Rodrigo Cortés | Música– Víctor Reyes
Reparto: Cillian Murphy (Tom Buckley), Robert De Niro (Simon Silver), Sigourney Weaver (Margaret Matheson)
La búsqueda de la verdad en los fenómenos paranormales es algo que interesa al público, como queda claro por la cantidad de programas de radio e incluso televisivos que se ocupan de alimentar a sus asiduos con una medida ración de información contrastada siempre servida con una pizca de morbo. Sin embargo el cine parecía haber olvidado a esos vendedores de humo que frecuentan estos círculos solo aptos para crédulos. Rodrigo Cortes despliega en Luces Rojas todo su armamento para regalar os un thriller intenso con un reparto de lujo.
La búsqueda de la verdad es la columna vertebral de este relato en el que la tensión consigue empujar a la audiencia al borde de la butaca en más de una ocasión. Desenmascarar farsantes es la especialidad de los protagonistas, esa extraña pareja formada por Sigourney Weaver y Cillian Murphy. Ambos físicos de profesión, reparten su tiempo entre la investigación y la docencia y ambas disciplinas quedan reflejadas magistralmente en esa primera escena en la universidad en la que se da la replica al inicio del film.
El conflicto se da al encontrar en la figura de Simon Silver, el personaje interpretado por Robert DeNiro, un contrincante imbatible, que obsesionará a la pareja de investigadores por distintos motivos. Llegamos aquí a uno de los momentos más inspirados del film en el que usando al director Eugenio Mira (The Birthday) a modo de doble de DeNiro, se nos relatan los inicios del dotado Silver, mediante material de archivo recreado para la ocasión, recurso más que aprendido por Cortés en su multipremiado cortometraje 15 Días.
A pesar de los grandes nombres del reparto, Cillian Murphy destaca por su veraz interpretación y lo complejo del arco de su personaje, materializado en un final no exento de polémica que pese a estar algo forzado por necesidades dramáticas no deja de ser un punto y final sorprendente y bien calculado.