Fecha de estreno en Estados Unidos: 4 de mayo de 2012
Fecha de estreno en España: 27 de abril de 2012
Género: Acción | Ciencia Ficción | Superhéroes
País: Estados Unidos
Año: 2012
Duración: 142 mins.
Web: www.marvel.com/avengers_movie

Dirección – Joss Whedon | Guión – Joss Whedon | Producción – Kevin Feige | Fotografía – Seamus McGarvey Montaje – Jeffrey Ford, Lisa Lassek | Música – Alan Silvestri
Reparto: Robert Downey Jr. (Iron Man), Chris Evans (Capitán América), Scarlett Johansson (Viuda Negra), Mark Ruffalo (Hulk), Chris Hemsworth (Thor), Jeremy Renner (Ojo de Halcón), Tom Hiddleston (Loki), Samuel L. Jackson (Nick Furia)
[/dcs_p]
[dcs_thinspliter size=»large»]

CAMINO A “LOS VENGADORES”

El viernes 27 de abril se cumplía una fecha anticipada desde hace varios años y que ha tenido en vilo a los fans del mundo del cómic y especialmente a los seguidores de los superhéroes de la editorial Marvel. El estreno de Los Vengadores podía suponer para muchos un sueño hecho realidad, con esa posibilidad de por fin ver a los mayores héroes de la editorial juntos en una superproducción cinematográfica que se esperaba fidedigna con el material existente en papel. Sin embargo, llegar hasta aquí no ha sido sencillo y Marvel Studios, la filial destinada a la producción de versiones cinematográficas de los personajes de la editorial ha llevado a cabo un plan a largo plazo que ha servido para presentar a los principales personajes y generar expectación sobre lo que ya podemos ver desde el pasado viernes en la pantalla grande.

Para comenzar la historia desde el principio tenemos que trasladarnos hasta el estreno de la primera película de Iron Man en 2008. Este proyecto no las tenía todas consigo, un actor protagonista de dudoso gancho comercial y un director poco habituado a superproducciones de este calado eran sin duda apuestas arriesgadas por parte del estudio; sin embargo estos elementos pasaron a convertirse en el principal activo de la producción y gracias al carisma de Robert Downey Jr. y al buen hacer de Jon Favreau se consiguió que este pistoletazo de salida contentara a todo tipo de espectadores, desde los más exigentes y conocedores del personaje hasta una nueva legión de fans que descubrieron a este personaje gracias a su encarnación cinematográfica.

Iron Man presentó además el primer guiño al estreno de Los Vengadores, con una secuencia de final de créditos en la que ya aparecía Samuel L. Jackson como el Coronel Furia, dispuesto a enrolar a un petulante Tony Stark en su proyecto de grupo de superhéroes.
El siguiente personaje en engrosar las filas de Los Vengadores fue El Increíble Hulk. Esta versión superheróica del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde ya había tenido una versión anterior de manos del director Ang Lee, que no convenció al público, por lo que esta segunda película partía de cero, con nuevo equipo creativo y nuevo protagonista. Más enfocada hacia la acción y con homenajes a la serie de televisión de finales de los 70 y principios de los 80, la película se aprovechó de la brecha abierta por Iron Man, pero nuevamente no consiguió encandilar a los espectadores, a lo que se sumó las malas relaciones establecidas entre el nuevo Doctor Banner, Edward Norton, y el estudio, vetándolo para repetir papel en la cinta de Los Vengadores, en la que ha sido sustituido por Mark Ruffalo, un actor de menor caché, pero también menos conflictivo.

Aún así, seguíamos encontrando pistas sobre lo que estaba por venir, como la referencia al suero del supersoldado que había creado al Capitán América, o la presencia de Robert Downey Jr. ocupando el puesto de Nick Furia como embajador del proyecto Vengador.

Tras El Increíble Hulk, tuvo lugar el estreno de Iron Man 2, ahora en circunstancias muy diferentes a la primera entrega. Con un presupuesto muy superior y con Downey Junior y Favreau convertidos en las principales estrellas del espectáculo, la película buscaba ofrecer una versión ampliada de lo anterior. No más acción, pero sí más espectacular, más lucimiento para Robert Downey Jr., un villano de traca, con la incorporación de un Mickey Rourke recién redimido por la industria tras el éxito de El Luchador, y una nueva pista sobre Los Vengadores, la presentación del personaje de La Viuda Negra, interpretada por una exuberante Scarlett Johansson.

Durante la película se lazaron algunos guiños, como ese cameo del escudo del Capitán América, y en la secuencia posterior a los créditos ya se nos anticipaba la llegada de Thor con el descubrimiento de su martillo. Esta segunda entrega fue recibida de manera menos entusiasta por el público, pero todo lo que fuera aportar más información sobre el macroevento, era bien recibido y aplaudido por los fans.

Con Thor, Marvel apostó por una fusión de los elementos míticos del personaje con otros más terrenales, necesarios para conectar al Dios del Trueno con el plan general de la producción de Los Vengadores. Con un director de prestigio shakespeariano como Kenneth Branagh al frente, la acción de la película se centraba principalmente en presentar el Reino de Asgard y la relación conflictiva entre los dos hijos de Odín, Thor y Loki. La presencia del agente Coulson, la fugaz aparición de Ojo de Halcón y la revelación de Loki como principal villano fueron los guiños más importantes introducidos en una película que funcionó más como carta de presentación que como título autónomo.

Sin embargo, más que Thor, el título clave para terminar de convencer a los fans sobre la validez o no del macroproyecto iba a ser Capitán América. El Primer Vengador” Es cierto que se trata de uno de los personajes más carismáticos y queridos del supergrupo, pero al mismo tiempo, el Capitán América era también el más delicado a la hora de trasladar a la pantalla. Su traje abanderado y su filosofía netamente nacionalista podía provocar el rechazo y el pitorreo del público internacional, y sin un Capitán América que infundiera respeto y admiración en el espectador, todo el proyecto de Los Vengadores se hubiese venido abajo como un castillo de naipes. El enfoque aventurero y la puesta en escena clásica de un director artesano como Joe Johnston, y la verosimilitud aportada a su personaje por Chris Evans, consiguieron salvar le obstáculo. La película se cerraba con la incorporación a filas del héroe al supergrupo y, por fin, ofrecía un primer avance de Los Vengadores.

Todo estaba ya listo para el anticipado estreno.

¡VENGADORES REUNÍOS!

Como hemos visto el camino hasta este punto había estado bien planificado en cuanto a la presentación de los personajes principales y la creación de expectativas sobre lo que estaba por llegar. Sin embargo, también se habían cometido errores y varias de las películas individuales de los héroes habían dejado un sabor de boca agridulce. Por otro lado, la apuesta del estudio por Josh Whedon como director y guionista (esto último a dúo con Zack Penn, responsable también de otra de las mejores adaptaciones del universo Marvel, X Men 2) elevaba notablemente la confianza del espectador potencial en cuanto a la fidelidad con los personajes y el cuidado del libreto ante el esperado nivel de efectos especiales y acción desproporcionada que la cinta prometía.

El creador de series de culto como Firefly o Buffy la Cazavampiros ha validado por completo las expectativas depositadas en él, no sólo por parte del estudio, sino también de los fans, ofreciendo una película que funciona a la perfección como macroproducción hollywoodiense repleta de acción y efectos especiales, haciendo lucir en cada fotograma sus 220 millones de dólares de presupuesto, pero también logrando el difícil equilibrio entre espectáculo y construcción narrativa y manteniendo una cuidada proporción a la hora de distribuir el protagonismo entre el conjunto de superhéroes (aunque sea inevitable que Iron Man / Tony Stark se lleve algunos de los momentos más lucidos), e incluso guardándose múltiples guiños especialmente dirigidos a los fans del cómic. Todo esto convierte a Los Vengadores en una auténtica montaña rusa de emociones para el espectador, un circo de tres pistas capaz de contentar y maravillar por igual al espectador profano y al más ilustrado (aunque es este último el que más y mejor provecho podrá sacar de los múltiples detalles con los que Whedon adorna la película).

Esa convicción del director de que para obtener un espectáculo de primer nivel como este hace falta primero contar con un guion bien construido (una idea poco practicada en el Hollywood actual, fijémonos, por ejemplo, en ese caso de entretenimiento hueco que es Battleship) provoca que al salir de la sala el espectador no sólo mantenga en su memoria imágenes de impacto, sino que además haya compartido la experiencia con los personajes y rememore frases o situaciones concretas que poco o nada tienen que ver con la espectacularidad de sus efectos especiales.

No es que nos encontremos ante una obra introspectiva y cerebral, como es el caso por ejemplo de las adaptaciones de Batman de Christopher Nolan (ahí Whedon ha respetado por completo el universo colorista y aventurero de la Marvel), sino que ha logrado que la acción y el humor que destila toda la película vengan determinados por la personalidad de cada personaje y la interacción entre ellos, en lugar de zarandearlos de un lado a otro de la película como meros monigotes que deben danzar al son del departamento de efectos especiales.

A la espera de ver qué nos deparan El Caballero Oscuro. La Leyenda Renace de Christopher Nolan, Prometheus de Ridley Scott o El Hobbit de Peter Jackson, Los Vengadores se erige desde ya como el mayor exponente del cine espectáculo y palomitero en lo que llevamos de año y, si me apuran, de siglo junto con la adaptación de El Señor de los Anillos.

Por otro lado, la confianza de Marvel en el éxito de Los Vengadores es plena y está en sus planes seguir explotando esta franquicia. Por de pronto, ya están en marcha nuevas secuelas, y para el próximo año está previsto el estreno de Iron Man 3 y Thor 2, además de las ya anunciadas secuelas de Capitán América y Los Vengadores, que podrían llegar entre 2014 y 2015.