El mundo del blues está repleto de leyendas que van más allá del mundo natural. Una de ellas es la historia de Robert Johnson, el rey del Delta Blues, quien supuestamente vendió su alma al diablo en un cruce de carretera para poder convertirse en el mejor músico de blues de la historia. Esta leyenda tuvo sus ecos en la cinta Cruce de Caminos de Walter Hill de 1986. Ahora Ryan Coogler y Michael B. Jordan vuelven a acercarse a ese componente fantástico de los inicios del blues con su nueva película, Los Pecadores.

Tras tres colaboraciones de éxito (Fruitvale Station, Creed y Black Panther), el tándem formado por el director y el actor vuelve a reunirse en una película que fluctúa entre la denuncia del racismo histórico en Estados Unidos, el terror y el musical.

Cine criminal y social

Como ya hicieran Robert Rodríguez y Quentin Tarantino en Abierto hasta el Amanecer, la película cuenta con un extensa primera parte, donde todo en la trama parece discurrir más por una línea de cine criminal ambientado en plena ley seca en Estados Unidos, con referencia a la situación de la comunidad negra en los estados del sur, bajo la llamada Ley Jim Crow, que promovía los privilegios de la población blanca sobre la población negra y la segregación racial hasta la llegada de la década de los 60.

El cine de Ryan Coogler, ya sea en su faceta más independiente, como en sus aportaciones más comerciales, siempre ha contado con un discurso abiertamente social y reivindicativo de la población afroamericana. En este sentido, Los Pecadores no es una excepción. La ambientación, el retrato social, es fundamental en la película, recuperando el valor de la tradición de la música negra no sólo como un referente cultural, sino identitario de toda una población.

Los pecadores, de Ryan Coogler.
Los pecadores, de Ryan Coogler.

Película musical

La película no es un musical per se, pero la música en general tiene un gran peso narrativo, no sólo la partitura musical de Ludwig Göransson (no por nada, acreditado también como productor de la película), sino muy especialmente las canciones. El protagonismo de un músico como Miles Caton, junto al doble papel de Michael B. Jordan como los gemelos Smoke y Stack, evidencia esa intención por parte de los autores de la película.

A esto hay que sumar uno de los mejores momentos de la cinta, un número musical donde la habilidad musical del personaje de Sammie Moore (Caton) rompe la cuarta dimensión y las barreras del espacio tiempo desaparecen. Aunque no podemos decir que estemos ante un musical en el sentido tradicional del género, el trabajo sonoro de toda la película es extraordinario, siendo más relevante en la descripción de personajes y sus confrontaciones que el propio guion. Otro elemento vibrante de la película es la contraposición del blues con el folk irlandés para marcar los dos bandos de la historia.

Experiencia visual

Rodada en IMAX, la película busca también a través de la imagen llegar a un nivel de depuración estética que recuerda a otros cineastas como Christopher Nolan, Quentin Tarantino, Paul Thomas Anderson o Damien Chazelle, siendo, en cualquier caso, Coogler un cineasta inferior a estos referentes. El uso de la paleta de colores, los planos secuencia, los desafiantes movimientos de cámara, el imponente uso del montaje convierten a Los Pecadores en una película también de potente impronta visual.

Es una lástima que Coogler desperdicie algunas posibilidades narrativas que, especialmente en el clímax final, desluce el resultado final. Los que todo apuntaba a un duelo musical final no llega. No por deficiente, pero sí desoyendo lo que va proponiendo la película en favor de un giro final más comercial y prototípico. Afortunadamente, la cinta cuenta con un epílogo y dos secuencias post créditos que ayudan a recuperar el tono de la cinta y dejarla en un nivel superior.

Pese a algún altibajo en la narración o el ritmo, Los Pecadores se revela como una película fresca y que no tiene miedo de unir con incuestionable potencia el espíritu de autor con una muy disfrutable faceta comercial.

Póster de Los Pecadores, de Ryan Coogler.
Póster de Los Pecadores, de Ryan Coogler.