Crítica: “ERREMENTARI (EL HERRERO Y EL DIABLO)”. Poder Vasco

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Después del éxito cosechado por Handia en la pasada edición de los Premios Goya, queda evidente que el cine vasco vuelve a contar con un fuerte e importante boom creativo, como ya sucediera a principios de los 90 con la irrupción de cineastas como Álex de la Iglesia, Julio Medem o Juanma Bajo Ulloa. Precisamente el primero es el principal avalista de Errementari (El Herrero y el Diablo), debut en la dirección de Paul Urkijo, quien, como ya hiciera en su momento su padrino, apuesta aquí por una historia de contenido abiertamente fantástico, en la que se fusionan elementos característicos del folclore vasco, con componentes generales del imaginario colectivo.

Urkijo ofrece una revisión particular del cuento mitológico Patxi Errementaria, a partir de la versión recogida por el etnólogo y antropólogo vasco José Miguel Barandiaran en 1903 y rodada en euskalki con el apoyo del lingüista e investigador Koldo Zuazo (lástima que la versión que nos llegó fuera la doblada al castellano, una de las pocas pegas que podemos poner a la cinta).

En el fondo, estamos aquí ante una historia que bebe de la leyenda de Fausto, pero adaptada al identitario vasco. La película mantiene su tono de cuento tradicional, con esa fusión de componentes que van desde el drama y el terror a la comedia negra o el discurso moral.

Urkijo se enfrenta a esta heterogeneidad de tonos sin miedo y evita las concesiones a un tratamiento más moderno. En este sentido, estamos más cerca de la mala baba de Perrault, que de la moralina de Hans Christian Andersen o los Hermanos Grimm. Si bien la producción no oculta la modestía de sus medios, el resultado es más que aparente, con una excelente labor de diseño artístico, así como de vestuario y maquillaje.

El apartado interpretativo es notable, destacando especialmente el trío protagonista (Uma Bracaglia, Kandido Uranga y Eneko Sagardoy). Otro aspecto fundamental y sobresaliente es la magnífica partitura musical de Pascal Gaigne, que envuelve y potencia ese aspecto folclórico y fantástico de la historia.

El resultado es una opera prima mágica y sorprendente, que tiene la habilidad de ser diferente a cualquier otra película que podamos encontrar actualmente en cartelera.

Errementari