Género: Misterio | Thriller
País: Estados Unidos
Año: 2012
Duración: 110 mins.
Fecha de estreno Estados Unidos: 27 de Abril de 2012
Fecha de estreno España: 29 de Julio de 2012

Dirección – James McTeigue | Guión – Ben Livingston, Hannah Shakespeare | Producción – Marc D. Evans | Fotografía – Danny Ruhlmann Montaje – Niven Howie,| Música – Lucas Vidal

Reparto: John Cusack (Edgar Allan Poe), Luke Evans (Detective Fields), Alice Eve (Emily Hamilton), Brendan Gleeson (Captain Hamilton)

Hacer un thriller con la obra de Edgar Allan Poe como base no es nada nuevo, pero incluirle a él como personaje central de la trama ya es algo medianamente más original. Contando con John Cusak para interpretar al escritor de Boston y con el director de V de Vendetta tras la cámara, todo apuntaba a que el resultado del experimento podría ser cuanto menos interesante.

Sin embargo el espectador potencial de este trabajo debe estar sobre alerta de que no solo un ambiente pretendidamente gótico, una cara famosa y un director solvente pueden salvar la situación sin un trabajo cuidado en el apartado dramático. El guión del film está escrito por dos personas que no solo no cuentan con títulos conocidos en sus historiales, si no que parecen haber sacado su historia de una plantilla para thrillers de formula, sin pensar si el tono o la construcción de personajes era la más adecuada para el proyecto.

Uno de los detalles que enseguida llama la atención del espectador es que la personalidad de Poe en la película se aleja diametralmente de ese alma torturada y depresiva que nos habíamos imaginado tras conocer algo de su biografía. Aquí encontramos un retrato exaltado y casi pendenciero, en lo que podríamos pensar es un reflejo de ese nuevo Sherlock Holmes interpretado por Robert Downey Jr. aunque partiendo de un tono más serio y menos aventurero. El resultado es algo que no va en ninguna dirección concreta y que lamentablemente no se hace con la complicidad del espectador, ni por su carisma ni por la poca lastima que se le pudiera tener.

Este problema afecta a toda la cinta, que no termina de arrancar en la dirección correcta. Convertir los últimos días de Poe en una aventura pesadillesca pasa factura si no se hace acompañando la idea con un presupuesto a la altura e intentando ofrecer un espectáculo. Aquí encontramos muy pocas escenas de acción y sobre todo nos topamos con pormenores descritos con diálogos interminables y situaciones nada emocionantes. Incluso el buen hacer del director en el pasado se echa en falta cuando nos sorprendemos con la falta de imaginación con la que están resueltas algunas de las secuencias clave.

No saber dar con un tono adecuado o no apostar por una dirección adecuada, puede convertir una buena idea en un sopor del que no se puede rescatar ni el aire acondicionado de la sala.

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