Aunque debuta en el cine con Feedback, Pedro C. Alonso no es un recién llegado. Su experiencia en el terreno publicitario, además de algunos cortometrajes, le avalan ya como un cineasta que sabe manejar los engranajes del lenguaje audiovisual; sin embargo, el paso al formato del largo requiere una serie de mimbres distintos a contar historias en pocos minutos. El saber mantener el ritmo, la intensidad y el interés durante la hora y media de metraje no siempre es sencillo para alguien habituado a pequeñas cápsulas.
A nivel de producción, Alonso ha sabido rodearse de un buen equipo donde se conjugan la experiencia de un director habituado a rodar producciones internacionales como Jaume Collet Serra (Sin Identidad, Infierno Azul) y la de Emma Lustres y Borja Pena, responsables de la productora Vaca Films (Cien Años de Perdón, La Sombra de la Ley).
Aunque se haya rodado fuera, con un reparto internacional, Feedback es una cinta modesta en cuanto a su producción y en cuanto a la historia que quiere contar. Para su opera prima, Alonso ha apostado por un argumento muy conciso, localizado en un único espacio, donde el principal reto es saber dilatar la acción en un ejercicio de tensión y dramaturgia.
La presencia de actores de carácter como Eddie Marsan o Ivana Baquero ayuda a dar entidad a los personajes, y el guion co-escrito por el director junto a Alberto Marini (El Desconocido) suma varios giros de trama y momentos de violencia desatada (algunos muy efectivos) para vestir una trama que, de otra manera, perfectamente se podría haber contado en 20 minutos.
El resultado es loable, aunque no evita la sensación de que hay secuencias redundantes y/o prescindibles, situaciones cuya única función es alargar el metraje hasta cubrir una duración standard.
