Con su cuarto largometraje, Damsel, Juan Carlos Fresnadillo nos devuelve a la cuentística tradicional, con una historia mágica repleta de viejos estereotipos reimaginados para funcionar mejor en este presente. Tenemos dragones, princesas, príncipes azules, madrastras, reinas y caballeros, pero nada es a la antigua usanza.

EL CUENTO Y LAS RELECTURAS FEMINISTAS

Damsel es una cinta de empoderamiento femenino y de sororidad, de lazos familiares y de deudas de sangre que busca subvertir los roles tradicionales, pero manteniendo su espíritu de aventura y de fantasía. Es cierto que, si miramos al pasado, ya encontramos autoras que apostaron por la relectura feminista de los cuentos tradicionales, como Angela Carter, Ana María Matute, Margaret Atwood o Marion Zimmer Bradley. Como en la literatura de estas autoras, en Damsel la princesa no va a esperar a que llegue el príncipe azul a rescatarla, la madrastra no será un ser maligno envidioso de la juventud y la belleza de la protagonista, entre otras cosas.

Aún así, la cinta reúne giros y guiños a los cuentos tradicionales, como ese descubrimiento barbaazulesco de las esposas anteriores, no en un sótano, sino en una cueva. Damsel es consciente que la cuentística tradicional, para seguir siendo relevante para las nuevas generaciones, también tiene que ajustarse a la evolución de la sociedad y no mantenerse encallada en el discurso social del folclore de los siglos XVIII y XIX.

LA DAMISELA GUERRERA

El diseño artístico de la película nos encandila con su representación inicial de la Edad Media, más preRaphaelista que histórica, para después ir rompiendo a girones esa imagen y dejarnos una protagonista que es una luchadora y una superviviente, para nada una damisela desvalida, aquella delicada princesa del guisante. Es una película donde la supervivencia viene marcada también por el sentimiento de hermandad entre casi todos los personajes femeninos, aunque, en este caso, los personajes masculinos resultan ser más bien peleles, con escasas líneas de diálogo y poco poder para salvar o condenar al personaje femenino protagonista.

NARRATIVA TRADICIONAL VS NARRATIVA POSMODERNA

Fresnadillo arma una narrativa poderosa, con una puesta en escena robusta desde su mismo inicio, con ese plano aéreo siguiendo a los caballeros que cabalgan hacia la cueva del dragón. En esta historia de supervivencia, consigue transmitir la claustrofobia de la protagonista (compartida por la actriz que la interpreta), siguiendo de cerca a Elodie, pero dejando espacio para una imaginería y plasticidad de gran belleza, como los pájaros de fuego o los rincones luminiscentes dentro de la cueva.

Damsel, de Juan Carlos Fresnadillo. (c) Netflix
Damsel, de Juan Carlos Fresnadillo. (c) Netflix

RAMILLETE DE PERSONAJES

Millie Bobby Brown encarna con entereza a esta princesa guerrera, aunque en ocasiones impera más el artificio heroico que la naturalidad interpretativa. Veteranos como Ray Winstone o Robin Wright (extraordinario guiño cinéfilo al contar con La Princesa Prometida) dan empaque a personajes que tiene poco espacio de desarrollo, resultando más desaprovechada la presencia de Angela Basset, a pesar de que su personaje sí consigue tener más relevancia en la trama. Menos afortunado nos parece el trabajo de Nick Robinson como el príncipe Henry.

EN LA BOCA DEL DRAGÓN

Como cinta de fantasía, Damsel deposita mucha relevancia a la recreación de ese mundo de fantasía medieval, donde destaca como uno de los mayores activos de la película el diseño del dragón, creado por el veterano Patrick Tatopoulos junto con el equipo de efectos visuales y que va poco a poco apropiándose del protagonismo de la película. La partitura musical de David Fleming (en boga tras sus trabajos para las series de The Last of Us y Sr. y Sra. Smith), con producción de Hans Zimmer, afortunadamente se aparta de la última tendencia de la música para el cine y hace una apuesta efectiva por una partitura más tradicional, con sus leitmotivs (espléndidos los temas de Elodie o del Reino de Aurea), su base melódica y predominancia de la orquesta y el coro sobre la electrónica, resultando muy disfrutable tanto dentro y como fuera de la película.

Y COMIERON PERDICES

Damsel cumple con lo que propone al espectador, que es devolverle el espíritu del cine de aventuras tradicional, sin desatender la mirada del espectador del siglo XXI. Con esto Fresnadillo demuestra que puede hacerse cargo de una ambiciosa superproducción y presentar una trabajo que cumple con lo comercial, pero también respira una mirada personal.