Crítica «ARRIVAL (LA LLEGADA)». SITGES 2016

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Género: Drama | Ciencia Ficción.
País: Estados unidos.
Año: 2016.
Duración: 116 minutos.

Dirección – Denis Villeneuve | Guión – Eric Heisserer sobre el relato de Ted Chiang) | Producción – Dan Levine, Shawn Levy, David Linde y Aaron Ryder | Montaje – Joe Walker | Fotografía – Bradford Young | Música – Jóhann Jóhannsson.

Reparto: Amy Adams (Louise Banks), Jeremy Renner (Ian Donnelly), Forest Whitaker (Coronel Weber), Michael Stuhlbarg (Agente Halpern), Mark O’Brien (Capitán Marks)

Programada como una “Sesión sorpresa” cuyo secreto corría convenientemente susurrado a voces por todo el Festival de Sitges 2016, agotó todo tipo de entradas rápidamente (prensa, invitaciones e incluso de taquilla) dando fe de la agonía de la audiencia por comprobar antes que nadie, los logros de la nueva película de ciencia ficción firmada por Denis Villeneuve, cuyas participaciones en el evento (comenzando en nuestra memoria por Next Floor, el fabuloso cortometraje de 2008) siempre han sido un hito a recordar durante largo tiempo.

Arrival es dueña de una trama, de la que no hay que desvelar los sorprendentes giros de guion, que comienza con la llegada de doce naves extraterrestres a la Tierra y el reclutamiento de una experta lingüista con el objetivo para tratar de entablar comunicación con los recién llegados. Pero quedarnos en esta premisa es sólo rascar la superficie de la película que ofrece mucho más y es probable que la auténtica trama del filme no sea ésta.

Lejos de valorar las solventes interpretaciones de sus protagonistas, sirva como curiosidad para los amantes del género de superhéroes el que Villeneuve haya reunido en su reparto los universos cinemáticos de Marvel y DC personificados en Jeremy Renner (Ojo de halcón en Los vengadores) y Amy Adams (Lois Lane en El hombre de Acero) aunque con roles muy distintos de los que muestran en los blockbusters comiqueros.

Nota importante para la banda sonora firmada por Jóhann Jóhannsson que queda eclipsada sin remedio por la repetición del clásico contemporáneo  “On the nature of daylight” del compositor Max Richter, que resulta omnipresente y acaba por convertirse en la identidad sonora del filme.

Una película exquisita en la que la audiencia se arrepentirá de no haber estrujado cada plano cuando llega la conclusión.

Arrival