El mundo de «HANSEL Y GRETEL: CAZADORES DE BRUJAS». La producción

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Hansel y Gretel Cazadores de brujas

Llega a la cartelera Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas. Uno de los retos más impresionantes para el director Tommy Wirkola era tener la oportunidad de crear todo un mundo nuevo para que vivieran en él Hansel y Gretel, y al hacerlo, dejar volar desenfrenadamente su audaz imaginación visual. Solamente se atuvo a una regla inquebrantable: “Todo tenía que ser y parecer como un cuento”, dice Wirkola. “Necesitábamos unos colores ricos y saturados, la clase de colores que le atrapan a uno: el verde del bosque, el rojo de la sangre y la negrura de las brujas”. 

Todos los detalles típicos del folklore de los cuentos fueron rediseñados para fundirlos con la acción y los efectos modernos. “Cada cosa recibió un tratamiento diferenciado”, observa el productor Kevin Messick. “Cada elemento de Hansel y Gretel fue reinventado por Tommy y su equipo”. 

Para aumentar un poco más la adrenalina, Wirkola tomó la decisión de rodar la película utilizando el 3D. “Cuando uno hace una película como esta, uno desea fervientemente que el público se sienta completamente inmerso en ella, y eso es lo que consigue el 3D”, explica Wirkola. “Lo amplifica todo hasta el punto de que uno se siente como si estuviera realmente en ese mundo de cuento”.

Un equipo dirigido por el artista del maquillaje para efectos especiales Mike Elizalde, fundador de la famosa empresa de maquillaje Spectral Motion (Hellboy, Hellboy 2), diseñó al troll Edward y se puso manos a la obra para dar vida a las brujas. Luego, Wirkola recurrió al estudio de maquillaje para efectos especiales con sede en Berlín, Twilight Creations (Malditos bastardos, Harry Potter y las reliquias de la muerte) para que diseñaran a las brujas del Círculo de Piedra. Pero lo realmente divertido fue ver a los actores meter a esos personajes en secuencias de acción. “Cada uno de los actores se convertía de repente en su personaje”, dice Elizalde. “Los actores aportaron esa chispa”.

Otra cosa esencial para las brujas según la idea de Wirkola era que tenían que ser realmente capaces de volar de verdad (y a velocidad de vértigo) en las viscerales escenas de persecución. “Siempre pensé que las brujas tenían que tener escobas, pero quería que las utilizasen de una forma nueva, de manera que son como propulsores”, dice Wirkola, que colaboró con Jon Farhart, supervisor de efectos especiales, utilizando cables y pantallas verdes para lanzar a las brujas a través del bosque.

También colaborando a convertir en realidad lo imaginado por Wirkola estaba el director artístico Stephen Scott, quien también trabajó en las películas de Guillermo del Toro Hellboy y Hellboy 2. Al igual que a Wirkola, a Scott le fascinó tener la oportunidad de crear platós que iban desde granjas a cavernas, pasando por cámaras subterráneas. “Stephen tiene una de las imaginaciones más ricas que yo haya conocido”, comenta el productor Messick.

De camino a Alemania (hacia los mismos paisajes que inspiraron Hansel y Gretel), a Scott le entusiasmaba especialmente la idea de crear escenarios en uno de los entornos más fascinantes del mundo: los bosque vírgenes y sombríos… de esos llenos de ramas retorcidas que parece que te van a atrapar al pasar. “Encontramos bosques que daban una sensación verdaderamente medieval, y también con árboles de un aspecto siniestro”, explica Scott.

Además de los escenarios de los bosques, Scott y su equipo se divirtieron construyendo la guarida de Muriel (que resplandece gracias a los rescoldos moribundos de las almas de los niños), la apetecible pero malévola Casita de Chocolate y el escenario al que llamaron “Círculo de Piedra”, escenario de la apoteósica hora de la verdad de la película.

Uno de los escenarios de la película pasó a ser para Wirkola la Casita de Chocolate. “Todo el mundo tiene su propia idea de cómo debería ser esa casa”, observa el director. “Pero lo que importaba era que tenía que parecer tan tentadora como para que una pareja de chiquillos ignorara sus miedos”.

“La vemos por primera vez bajo la luz de la luna”, comenta Scott, “con todo su chocolate viscoso y fundente, con las paredes de bizcocho cubiertas de relucientes golosinas. Pero también tiene un lado oculto, porque dentro está la Bruja de las Golosinas, y la casa y la bruja son una misma cosa: una obra maestra repente y malvada”.

Quizás el plató más ambicioso de todos sea el del Círculo de Piedra, en donde tiene lugar un osado rescate entre brujas sedientas de sangre. La escena requirió cientos de extras y de técnicos, múltiples cámaras y grúas y cubos y cubos de sangre. “Me encantan los finales grandiosos con mucha acción”, dice Wirkola. “Es una divertida mezcla de brujas, ametralladoras y combates cuerpo a cuerpo”.

La creatividad y la diversión fueron también el motor del vestuario de la película, diseñado por Marlene Stewart (Terminator 2), quien diseñó y creó casi 100 trajes prácticamente desde cero. Quería que pareciera como si Hansel y Gretel pertenecieran a un mundo de cuento pero que también pudieran ser unos cazarrecompensas sin escrúpulos de cualquier época. Puede que sus trajes estén hechos de cuero y lino, pero no hay nada de antiguo en ellos. “Volvimos todas las tradiciones del revés dándoles una silueta definida”, explica Stewart.

Los actores agradecieron la inspiración que proporcionaban las ropas. Dice Gemma Arterton: “Todo el mundo se volvió loco con sus vestiduras. Mi vestido era a la vez un poco de chicazo y muy sexy. Hizo un trabajo genial, sinceramente, sería capaz de ponerme esa ropa para andar por la calle, pues me encantaba”.

Mientras que sus ropas son intemporales, el arsenal para cazar brujas de Hansel y Gretel es tan mortífero como cualquiera de nuestra época. Simon Boucherie, un diseñador de armas de Berlín, colaboró con Wirkola en todo el armamento de la película. Para dicho armamento, Wirkola imaginó una especie de arsenal “súper punk” de pistolas y arcos retro-futuristas inspirados en estilos centenarios pero con una potencia de fuego completamente moderna. “Teníamos como norma el que toda arma pareciera haber sido fabricada a mano”, explica. “Nos divertimos mucho imaginando diseños inverosímiles”.

Wirkola también diferenció el armamento elegido personalmente por cada uno de los hermanos. “Hansel es el tipo que aparece e intenta acabar con todos con una ametralladora, pero Gretel se fía más de la precisión y la sutilidad, así que ella lleva una ballesta doble que dice mucho de su carácter, pero que aún así hace lo que ella necesita”.


Desde las armas hasta los efectos, pasando por la acción, esa mezcla irreverente de lo fantástico y lo terrorífico se convirtió en la norma fundamental para Hansel y Gretel: Cazadores de brujas. Resume Tommy Wirkola: “La película tiene mucha acción, pero también era importante que causara una sensación de aventura y de diversión. Sigue siendo un cuento, pero muy intenso”.

Extracto de las notas de producción de Hansel y Gretel: Cazadores de brujas, en cines españoles a partir del 1 de marzo de 2013.

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