Género: Aventuras, Ciencia Ficción
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 120 mins.
Fecha de estreno en España: 31 de octubre de 2013

Dirección – Alan Taylor | Guión
Christopher Yost, Christopher Markus | Producción – Kevin Feige | Montaje – Dan Lebental,Wyatt Smith | Fotografía – Kramer Morgenthau | Música – Brian Tyler

Reparto – Chris Hemsworth (Thor), Natalie Portman (Jane Foster), Tom Hiddleston (Loki), Anthony Hopkins (Odin), Jaimie Alexander (Sif), Idris Elba (Heimdall), Stellan Skarsgård (Dr. Erik Selving), Rene Russo (Frigga), Christopher Eccleston (Malekith), Zachary Levi (Fandral), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Algrim / Kurse), Kat Dennings (Darcy)

Si echamos la vista atrás tan solo un par de años, recordaremos aquella sensación agridulce que supuso la primera película de Thor para muchos de nosotros. Aún siendo de lo más acertado contar con Kenneth Branagh a la dirección, el resultado no satisfizo ni a los fans del personaje ni a los nuevos seguirores de la etapa fílmica de Marvel. El éxito de Los Vengadores y el tirón popular del actor Chris Hensworth han hecho posible esta innecesaria nueva entrada en las aventuras del dios del trueno, que quedando muy por encima de su predecesora, dista mucho de alcanzar la calidad y el nivel de entretenimiento de otros productos de la factoría.

Thor: el mundo oscuro es lo que se obtiene cuando un estudio no quiere repetir los mismos errores, pero comete otros nuevos. Intentar capitalizar el rotundo éxito de Iron Man 3 rellenando los huecos de esta aventura de acción con un buen montón de chistes, no es más que la desesperación de una productora que prefiere que los personajes pierdan su identidad, a arriesgar y ofrecer un producto comprometido con el universo que habitan. La película es épica y muy divertida, pero de una manera artificial, sin dotar de justificación a las escenas de acción y añadiendo bromas a un metraje inicialmente más solemne.

El protagonista desaparece en cuanto el casting que le arropa aparece a su lado, y eso no es lo que se espera de una presencia magnética y poderosa. De esta manera estamos casi ante un producto coral, en la que la determinación del protagonista luce impostada, por ejemplo en una de las mejores secuencias del film, en el que gracias al montaje en paralelo se fuerza la presencia de Thor en las acciones de todos y cada uno de sus compañeros. Cómo viene ocurriendo desde el primer film, Loki acapara todo el protagonismo y sus extravagancias justifican por si solas el precio de la entrada.

El acabado visual del film es intachable. Desde un genial prologo que decepciona por no ser la tónica durante todo el film, hasta el irregular y desaprovechado último acto, la película cuenta con secuencias increíbles dignas de ser disfrutadas en pantalla grande. Lo que se echaba de menos en la primera parte, en lo tocante a la escala, aquí se ve resarcido con creces.

No estamos ante el mejor film de Marvel, aunque por suerte tampoco ante el peor. Esto solo quiere decir que el estudio cuenta ya con un estándar de calidad al que no quiere renunciar, aunque para lograrlo deba forzar la maquinaría y llevar a sus personajes al límite de la burla.

Poster Thor: El mundo oscuro