Presentan en Madrid las ediciones en DVD y Blu-Ray de «GUERRA MUNDIAL Z»: ¿Es 2013 el año de la temática apocalíptica?

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A lo largo de la historia del cine, son muchos los grandes títulos que han hablado del Apocalipsis por culpa de virus, bacterias u otras toxinas. En el último año hemos visto estrenarse grandes títulos de temática apocalíptica que han arrasado la taquilla siendo Guerra Mundial Z la película más taquillera del 2013 en España (excluyendo las de animación). ¿Refleja este tremendo interés del público un miedo real a un final apocalíptico? ¿Es posible controlar otros organismos intoxicándolos? ¿Podría ocurrir que una enfermedad que se transmite en 11 segundos se extendiera en 24 horas a nivel mundial?

Hay documentos que afirman que los zombis existieron en Haití. ¿Podría intoxicarse toda la población con una pandemia así?

De estos y otros temas habló el Dr. Juan Martínez Hernández, responsable del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Carlos III de Madrid en el coloquio que tuvo lugar en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid el martes 10 de diciembre.

Para el rodaje de «Guerra Mundial Z» los productores se apoyaron de científicos como David Huges, que buscaron en la biología patrones desde los que partir a la hora de crear la pandemia. Se basaban en elementos orgánicos como enjambres de pájaros y la forma como los animales se pasan los parásitos. Nos has comentado que aun así, la epidemia tal y como está descrita es inverosímil, ¿Por qué?

Es difícil imaginar que una enfermedad pueda provocar transformaciones somáticas (corporales) tan rápidamente, proporcionando a los enfermos mayor capacidad de carrera y fuerza que si no estuvieran enfermos y sin provocar finalmente su muerte (los Z no mueren en la película, por seguir su terminología, son “no-muertos). Sin embargo, a favor está el hecho de que la encefalitis rábica sí provoca terribles trastornos de la conducta, agresividad y comportamiento anormal, en el cual se ha inspirado el guionista, probablemente.

Teniendo en cuenta su conocimiento y experiencia personal de primera mano en el caso de la Gripe A, ¿Cómo funciona el contacto viral?, ¿Sería posible que una enfermedad que se transmite en 11 segundos se extendiera en 24h a nivel mundial?, ¿Está preparado el gobierno español y la comunidad científica internacional para una epidemia de estas características?

Un virus nunca tiene un período de incubación tan corto (segundos), pero los tóxicos si ejercen su acción en tan breve espacio de tiempo. La expansión mundial en horas es perfectamente posible a través de los aviones. Los virus que se expanden a través de gotas de secreciones respiratorias (tos, estornudo) se pueden mover con gran facilidad, de persona a persona. En lo que llevamos de siglo solo dos nuevos virus han tenido este comportamiento con capacidad pandémica: el SARS (2003) y la gripe pandémica (2009).
Los países en guerra, azotados por la crisis económica o inestables políticamente se llevan todas las de perder ante una amenaza pandémica. En contextos de crisis, como estamos viendo, se recorta de sanidad, investigación…, es decir ¡de todo aquello que nos puede defender de una epidemia!

Nos comentabas que los Zombis de la película y en general como han sido representadas en el cine parecen infectados por rabia ¿Es cierto que la rabia se transmite en 11 segundos?

El virus de la rabia se transmite por mordedura de animales enfermos o por inhalación de aerosoles de saliva procedentes de colonias de murciélagos. Esa es la transmisión natural; además representa un riesgo laboral en los laboratorios especializados donde se maneja el virus. La inoculación por tanto es casi instantánea.
Pero el período de incubación de la rabia es muy dilatado, a veces de meses o años. Una vez inoculado el virus, éste asciende lentamente por los nervios hasta el sistema nervioso central.

El concepto de los Zombis que tanto ha retratado el cine surge del comportamiento que se observa en seres humanos intoxicados por tetrodotoxina”. ¿Cómo se produce y qué genera en el individuo?

Los «zombis» de la película sufren mitad rabia, mitad una ataxia muy de los zombis de Haití. El origen de los zombis tiene su lugar en Haití. Eran personas intoxicadas con tetrodotoxina producida por microalgas que los chamanes hacían inhalar creándoles una braquicardia o muerte aparente consecuencia del empobrecimiento de sus funciones superiores. Muchos de los movimientos que el cine ha recreado son característicos de esta intoxicación.

La estrategia del escamoteo, por medio de alguna infección se ha intentado con éxito parcial en algún caso de enfermedad humana. Cuéntanos un poco más sobre esto.

Algunas vacunas, las llamadas vacunas terapéuticas, pretenden algo parecido. Estimular la inmunidad, bien de forma inespecífica, bien de forma más específica, para obtener respuesta inflamatoria e inmune que controle la enfermedad ya en curso. En realidad las vacunas capaces de erradicar una enfermedad (por ejemplo la polio, o el sarampión) son vacunas preventivas, esto es, aquellas capaces de estimular anticuerpos y células defensivas, que impidan por completo que el individuo enferme. La imagen alegórica del protagonista, que sale del laboratorio totalmente inmune a los Z es muy plástica y muy correcta: es así como se comporta un individuo inmunizado: está seguro frente a la enfermedad.

Afirmas que el mundo no se acabará por una epidemia, pero comenzábamos el coloquio diciendo que «Guerra Mundial Z» ha sido la película más taquillera del año, excluyendo las de animación, pero no la única, ha habido otros grandes títulos más. ¿Qué hay detrás de ese gran interés por parte del público hacia la apocalipsis? ¿Tiene la crisis mundial algo que ver?

Las reacciones de pánico son inevitables. Las amenazas milenaristas resurgen. Hay que poner la balanza en su fiel: ninguna epidemia acabará con la humanidad y ninguna epidemia sale totalmente gratis en términos de vidas humanas.

SOBRE JUAN MARTÍNEZ HERNÁNDEZ

Licenciado y Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Salud Pública por la Escuela Nacional de Sanidad, Juan Martínez Hernández (Leganés, 1969) es Responsable del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del hospital Carlos III de Madrid. Además, es autor de los libros «Nociones de Salud Pública», «Manual de Higiene y Medicina Preventiva Hospitalaria», “Todo es veneno” y «Gripe A: Pandemia gripal 2009».