En 2013, Quentin Tarantino determinó que la mejor película del año era Big Bad Wolves, un thriller de producción israelí cargado de maldad y giros sorprendentes que se alzó como uno de los títulos más impactantes vistos en aquella edición del Festival de Sitges logrando el Premio a la mejor dirección y una mención especial a su banda sonora. Además de pasar por la Meca del cine fantástico, también causó furor en los certámenes de Tribeca, Austin y el Fantasia Film Festival, de Montreal, donde consiguió el reconocimiento a la mejor película y al mejor guion. La Academia de Cine Israelí bordó su exitoso palmarés con siete estatuillas, incluyendo los galardones al mejor guion, dirección y fotografía.

Con toques de comedia negra, Big Bad Wolves parte de una serie de brutales asesinatos que entrelazan la vida de tres hombres: el padre de la última víctima, sediento de venganza; un detective de policía que opera en los límites de la ley; y un profesor de religión, principal sospechoso de los crímenes.

Gustavo Hernández dirige el remake Lobo feroz

Ahora, el uruguayo Gustavo Hernández dirige un remake de la película, titulado Lobo feroz, cuyo rodaje acaba de terminar con el objetivo de estrenar en cines españoles la próxima temporada. Será una dura historia de venganza y atroces crímenes sin resolver protagonizado por Adriana Ugarte, Javier Gutiérrez y Rubén Ochandiano, junto a otros nombres como Juana Acosta, Manu Vega, Antonio Dechent y Fernando Tejero con un personaje muy diferente a los que acostumbra. Ambientada en algún punto recóndito de Andalucía, la filmación se ha desarrollado a lo largo de cinco semanas íntegramente en la provincia de Cádiz.

En esta versión, presentan a un policía al borde la ley y una mujer en busca de venganza, que cruzan sus caminos obsesionados con descubrir al asesino que se esconde tras las brutales muertes de varias niñas. Ambos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograr su confesión, aunque para ello tengan que tomarse la justicia por su mano. Una modélica detective luchará contrarreloj para evitar que se cometan errores irreparables y que esa desesperada búsqueda de la verdad se convierta en el más feroz de los lobos.

Gustavo Hernández dirigió su primer largometraje en el año 2010, La casa muda, una película de terror narrada en un único plano secuencia que obtuvo una gran repercusión internacional, con estreno mundial en el Festival de Cannes y seleccionada por Uruguay en la carrera a los Óscar, además de un remake “made in Hollywood” dirigido por Chris Kentis y Laura Lau en 2011, Silent House. Luego llegaron, sin abandonar el género, Dios local (2014), la taquillera No dormirás (2018), con Belén Rueda y Natalia de Molina, y antes de Lobo feroz tiene pendiente de estreno Virus-32. Esta última es una ficción sobre zombis, cuya producción tuvo lugar justo en medio del brote de la Covid-19, aunque “está alejada de esa realidad”, ha señalado el director. El guionista Juma Fodde le ha acompañado en sus tres últimos trabajos.

Lo próximo de los directores de Big Bad Wolves

Big Bad Wolves fue el segundo largometraje dirigido por Aharon Kshales y Navot Papushado, profesor y crítico de cine, y alumno respectivamente, tras Rabia asesina (Rabies) en 2010, la primera película israelí de terror. Un slasher que también seleccionó Sitges, en su sección Midnight-Xtreme y que impactó en su país cuya cinematografía no se había fijado especialmente en el cine fantástico hasta entonces. Después, realizaron el cortometraje F is for Falling para la antología de terror ABCs of Death 2 (2014) y sus próximos trabajos, ambos de producción estadounidense, los llevarán por caminos diferentes. Aharon Keshales acaba de terminar el thriller criminal Till Death, con Evangeline Lilly, Jason Sudeikis y Michael Paré, entre otros; mientras que Navot Paushado ultima el filme de acción Gunpowder milkshake, con Carla Gugino, Lela Headey, Michelle Yeoh y Paul Giamatti.

A modo de versión moderna del cuento clásico de Caperucita Roja, Lobo Feroz es una producción de Bowfinger International Pictures, en coproducción con la empresa uruguaya Mother Superior. La película cuenta con la participación de Netflix, que la estrenará en su plataforma tras el paso por las salas de cine bajo la distribución de Filmax.