El entusiasmo de Veronica Cartwright por el cine es, sencillamente, ejemplar. Resulta evidente que acude al cine con regularidad, mencionando aquellas salas de cine de Los Ángeles que proyectan en 70 mm. En Tenerife, una vez realizó el check in del hotel, a su llegada al Festival de Cine Fantástico de Canarias Ciudad de La Laguna Isla Calavera, pidió la programación y subió a los cines por el placer de ver películas, aparte de su propio evento. Durante el festival, la actriz vería Buried (España, 2009) de Rodrigo Cortés por segunda vez. La veterana actriz y el realizador y novelista se conocieron en el festival. Ambos hablaron en la fiesta posterior a la gala de apertura, donde los dos recibieron sus respectivos premios de honor.
El cineasta Daniel Monzón, también premio de honor, tuvo igualmente la oportunidad de hablar con ella en el cóctel de la gala de apertura.
Una espectadora entusiasta en las salas
Cartwright decidió subir a los cines para asistir al pase de Grease (EE. UU. 1979) y lo hizo junto al realizador, su amigo Randal Kleiser. Se quedó al Q&A con su realizador. La británica descubrió para su entusiasmo y sorpresa, que no había visto previamente el mítico filme. Este cronista tuvo el enorme privilegio de ver el filme a su lado, lo cual fue enormemente divertido. Nada más ir apareciendo los actores en pantalla, susurró: «They are old teenagers», en clara referencia a que los actores son bastante mayores respecto a la edad de sus personajes.
En el momento de las fotografías de Randal Kleiser con el público, fuimos todos para la zona fan. Tuvo la ocasión de manifestarle: “No soy director de cine como sabes…”, “pero estoy seguro de que dirigirte es toda una delicia y un placer debido a lo colaborativa que eres”. La actriz siempre encuentra una manera amable y enriquecedora para decir y hacer las cosas. Aquello que dice, argumenta o sostiene, siempre importa en la conversación. Nunca habla por hablar. Los momentos en los que las periodistas de RTVE en Canarias graban su programa sobre el festival, en los pasillos de los cines, frente a la figura del Alien que presidía la entrada de Multicines Tenerife, o en la sala donde la entrevista tuvo lugar. Destacados ejemplos, en definitiva, de la disponibilidad de la actriz.
Una mirada atenta al cine contemporáneo
La Sra. Cartwright afirma que su película favorita en lo que va de año es Los pecadores (The Sinners, EE. UU. 2025) el imaginativo filme de Ryan Coogler. Una batalla tras otra (A Battle After Another, EE.UU. 2025), el n.º 10 de Paul Thomas Anderson, le gustó, pero el filme de Coogler le entusiasmó.
Entre nosotros manifestó su enorme interés en ver el Frankenstein (EE. UU. 2025) de Guillermo del Toro, que ya habrá visto a fecha del presente artículo y seguramente en la gran pantalla.
Hablar con ella sobre los filmes vistos en lo que va de año, proporciona una idea de cómo disfruta de la experiencia de ir al cine. En este sentido, resulta curioso leer en el Instagram del realizador Francis Ford Coppola, su particular interés por los tres filmes mencionados por ella. Pero respecto a Los pecadores, el cineasta de Detroit refiere que: “…algo tan enorme, tan personal, tal épico y fuera de lo común no puede ser ignorado…”, definiendo a Ryan Coogler como alguien “…de un talento nato de tal calibre que desafía cualquier descripción o definición…” y “…que seguirá evolucionando a través de los próximos años”.
Precisamente respecto a los tres filmes estrenados en 2025, firmados por Coogler, Anderson y Del Toro, manifiesta finalmente el director de Megalópolis (Megalopolis, EE. UU. 2024) en su red social que si le preguntasen cuál de las tres películas es su favorita, diría que “…las tres…”, pues “…son tan diferentes como se puede ser…”. “Todas constituyen arte de primera categoría…” sentencia el veterano cineasta, realmente activo en el social media.
Curiosidad por el nuevo “Drácula” de Luc Besson
A punto estuvo la actriz de Bristol de ver en Isla Calavera el Drácula (Dracula: A Love Tale, Francia, 2025) de Luc Besson. Sin embargo, su enorme interés y curiosidad tuvo que ceder ante los preparativos de su equipaje y el necesario descanso previo a su regreso a casa. Eran absolutamente necesarios, pues al día siguiente del único pase del filme en el entorno del festival, partía hacia su hogar desde las 5.00 A.M. Por la mañana, tras el saludo inicial, preguntó por el filme de Besson. Este cronista, que acompañó a la actriz hasta el aeropuerto y al acceso al control de seguridad, le dio su opinión: todo un déjà vu, especialmente si la comparamos con la espléndida adaptación del mencionado Francis Ford Coppola de 1992. Si ésta no existiera, quizá se podría hacer algún otro tipo de consideración en torno al filme, pero es una pena que el punto de vista elegido sea exactamente el mismo, sin que aporte nada significativamente nuevo, siempre de acuerdo con la discutible opinión de este cronista.
También se apuntó un detalle relevante. El filme probablemente fuera a tener, o ya lo estuviera haciendo, un profundo impacto entre la audiencia más joven, para quienes el filme sería “su Drácula”, como el de Coppola lo fue para una generación como la de este humilde cronista. Algunos miembros del jurado joven del festival, compuesto por estudiantes de la Universidad de La Laguna, estaban completamente fascinados con el filme, confirmando el poder del astuto productor y realizador francés sobre la gente más joven.
En cualquier caso, en el haber positivo queda el empaque visual del filme, siempre preocupado por crear específicas situaciones rupturistas con otras versiones y las espléndidas actuaciones de Caleb Landry Jones, Zoë Bleu, y un Christoph Waltz que siempre está sensacional.
Una presencia inspiradora en Tenerife
En resumidas cuentas, la presencia de Veronica Cartwright en Tenerife ha sido inspiradora. Seguro que ha creado el deseo e interés de hacer cine entre jóvenes aspirantes a cineastas.
Ha proporcionado igualmente mucha satisfacción e inspiración entre los cinéfilos asistentes a la programación de la 9º edición del Isla Calavera. Las grandes leyendas del séptimo arte suelen ser los seres humanos más interesantes, humildes y sencillos. Vanesa, su conductora durante la estancia en el festival, lo sabe muy bien. Ni ella, ni Veronica Cartwright, se olvidarán fácilmente la una de la otra.
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VERONICA CARTWIGHT: LA CONEXIÓN ENTRE EL TERROR Y LA AUDIENCIA
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