FESTIVAL ISLA CALAVERA 2019: ‘EL FIN DE TODAS LAS COSAS’, de Norma Vila

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Póster 'El fin de todas las cosas'
Póster 'El fin de todas las cosas'

La sesión de cortometrajes de la tercera edición del Festival de Cine Fantástico Isla Calavera se inauguró en la sesión del lunes 25 de noviembre con el más reciente trabajo de Norma Vila, El Fin de Todas las Cosas, primero de la serie de cortos proyectados ese día. El filme es una producción de Demeter films, la productora de la realizadora, que comparte con el cineasta Haritz Zubillaga, director de El Ataúd de Cristal (España, 2017), el excelente largometraje protagonizado en exclusiva por la actriz tinerfeña Paola Bontempi, atrapada en una opresiva limusina que opera como el “ataúd” del título.

El cortometraje, que pudo verse también en el Festival de Cine de Málaga, entre otros, ha sido distribuido por Agencia Freaks, y cuenta con producción del Gobierno del País Vasco. Al comienzo de la sesión, contamos en sala con el inmenso placer de una presentación del corto por parte de la propia Norma Vila, que ya había estado el sábado anterior en una mesa de debate absolutamente sensacional, denominada El Fantástico en Femenino, La Mujer en la configuración del género, donde compartió tertulia con la mencionada actriz Paola Bontempi y con la crítica de cine, Desirée de Fez, siendo la moderadora la periodista Vanesa Bocanegra, la voz del Festival junto con el también periodista Miguel Ángel Rodríguez Vilar.

Norma Vila presenta 'El fin de todas las cosas', dentro de la Sección Oficial de Cortometrajes a concurso.
Norma Vila presenta ‘El fin de todas las cosas’, dentro de la Sección Oficial de Cortometrajes a concurso.

El filme de Norma Vila está inspirado en el relato del escritor y periodista H.H. Munro, denominado “Sredni Vashtar”. Munro es un escritor británico, nacido en Birmania, cuando era colonia británica, y que de niño fue adoptado por dos tías muy puritanas y tremendamente represoras. De esa infancia surge este relato, donde el protagonista es un niño, que la realizadora y coguionista Norma Vila (escribe el libreto junto a Urko de los Ríos) convierte en una niña, Victoria (Lucía Pollán, la niña de Magical Girl, de Carlos Vermut, y protagonista del anterior corto de Norma Vila, Jules D.), al cuidado y tutela de una estricta tía lejana (nuevamente Paola Bontempi, que también estrenó en nuestro Festival el filme In The Trap, de Alessio Liguori).

El relato de Munro tiene un comienzo particularmente definidor de sus intenciones, y que la realizadora Norma Vila capta al completo en su esencia, en su memorable trabajo:

Conradín tenía diez años y, según la opinión profesional del médico, el niño no viviría cinco años más. Era un médico afable, ineficaz, poco se le tomaba en cuenta, pero su opinión estaba respaldada por la señora De Ropp, a quien debía tomarse en cuenta. La señora De Ropp, prima de Conradín, era su tutora, y representaba para él esos tres quintos del mundo que son necesarios, desagradables y reales; los otros dos quintos, en perpetuo antagonismo con aquéllos, estaban representados por él mismo y su imaginación. Conradín pensaba que no estaba lejos el día en que habría de sucumbir a la dominante presión de las cosas necesarias y cansadoras: las enfermedades, los cuidados excesivos y el interminable aburrimiento. Su imaginación, estimulada por la soledad, le impedía sucumbir.
Sredni Vashtar
H.H. Munro

Con las solemnes influencias en el Fantástico referidas por ella misma, Norma Vila logra un memorable trabajo de lo que ella misma define como de “atmósfera malrollera”, donde el uso de una fotografía tenue (obra de Aritz Bilbao), un impecable diseño de producción (a cargo de Gorka Goitia) y una inquietante banda sonora (de Aitzol Saratxaga), nos proporcionan la necesaria información para adentrarnos en esta historia de represión, religión y puritanismo, donde la joven Victoria se ve sometida a un curioso tratamiento de vapores por parte de su estricta tía (entregada al rezo, de rodillas y rosario en mano). La tía irá padeciendo lo que en un principio no parece más que un rutinario dolor de muelas, pero que va evolucionando hacia algo más macabro, a medida que la joven se entrega al culto a un hurón que tiene escondido y encerrado en un cobertizo.

El Fin de Todas las Cosas es un thriller de suspense, de ambiente sobrenatural, que transcurre durante la era victoriana, pese a que nada se nos dice, dotado de una atmósfera intachable, construida con muchísimo oficio, y que ocasionalmente recuerda a filmes como Suspense (Reino Unido, 1961), de Jack Clayton, que adaptaba el relato de Henry James, Otra Vuelta de Tuerca.

Desde estas páginas deseamos a la cineasta Norma Vila una fulgurante carrera de éxito. Talento, personalidad y profesionalidad no le faltan.