El Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que celebra su 53º edición entre el 8 y el 18 de octubre, premiará la trayectoria del cineasta norteamericano David Lynch.

El gabinete del doctor Caligari (Robert Wiene, 1920) impactó, entusiasmó y estremeció al público hace un siglo. El Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que celebra su 53º edición entre el 8 y el 18 de octubre, adopta este espíritu y lo traslada al tiempo actual, con una programación que busca captar las últimas tendencias del fantástico e ilusionar a los fans. Las últimas novedades se combinarán con la recuperación de clásicos y el reconocimiento a David Lynch, una personalidad inimitable en la historia del cine.

Lynch encarna la figura de artista total, con múltiples facetas dentro del mundo cinematográfico (director, guionista, productor o actor) y en otras artes como la pintura, la música, el diseño o la publicidad. El cineasta recibirá el Gran Premio Honorífico del Festival de Sitges, una entrega que se realizará de manera virtual a causa de las circunstancias actuales.

'The Elephant Man', de David Lynch
‘The Elephant Man’, de David Lynch

The Elephant Man, película de clausura

La obra de David Lynch se expresa por sí misma y es ampliamente conocida por cualquier cinéfilo. Desde Eraserhead (1977) hasta Twin Peaks: The Return (2017), sus trabajos invitan a un viaje por los sueños, el surrealismo, los miedos y las obsesiones humanas.

The Elephant Man (1980), cinta que clausurará Sitges 2020 celebrando el 40º aniversario con su remasterización en 4K; Dune (1984); Blue Velvet (1986), ganadora del Festival en 1986; Wild at Heart (1990); Lost Highway (1997); The Straight Story (1999); Mulholland Drive (2001) o Inland Empire (2006), conforman una cinematografía magistral que homenajeará Sitges 2020.

Tras despuntar en el underground, David Lynch abrazó el relato clásico en El hombre elefante, logrando una de sus películas más emotivas sin renunciar al amor por lo extraño, que se convertiría en una de sus señas de identidad. Ambientada en el Londres victoriano, en The Elephant Man un joven cirujano rescata a un hombre terriblemente desfigurado por la neurofibromatosis congénita del freakshow en el que malvive obligado a exhibirse.