La saga de Fénix Oscura supuso uno de los momentos álgidos de la extensa etapa del guionista Chris Claremont al frente de la serie de cabecera de los X-Men (en aquella época conocida en España como La Patrulla X), lo que implica que este arco argumental forma parte de los más celebrados de la historia del cómic de superhéroes. Esto hace que las expectativas que genera una adaptación cinematográfica de la caída del personaje de Jean Grey sean muy altas.

El primer intento en 2006 con X-Men 3. La Decisión Final fue desastroso. Ahora Simon Kinberg, el guionista de aquella película, reconvertido con el tiempo en el productor y máximo responsable de la franquicia, vuelve a darle una oportunidad a esta historia, ambientada en esta ocasión dentro del marco de los personajes de la Primera Generación, tomándose la libertad de asignarse a sí mismo como debutante director.

Con un trío de estrellas (James McAvoy, Jennifer Lawrence y Michael Fassbender) que muestran ya hastío de la saga (especialmente Lawrence), una actriz liderando la trama que aún carece del peso y la madurez para este papel (Sophie Turner) y una excelente actriz como villana (Jessica Chastain) a la que no se le concede un papel a su altura, la cinta pierde el valor emocional que habían marcado X-Men: Primera Generación y X-Men. Días del Futuro Pasado (otro arco fundamental creado por Claremont).

Kinberg guionista pasa muy por encima de la trama, sin profundizar en los conflictos personales y cediendo el protagonismo al Kinberg director, quien cae en un efectismo vacío y mal escenificado.

La cinta tiene algunos momentos destacables, como la aventura espacial que abre la película, pero ésta acaba saldándose como otra oportunidad perdida.

Póster de 'X-Men: Fénix oscura'.
Póster de ‘X-Men: Fénix oscura’.