Leí siendo todavía un adolescente la novela gráfica original The New Mutants, publicada por Marvel Cómics en septiembre del año 1982 y, debo confesar, sin ningún pudor, todo sea dicho, que me sentí muy identificado con las peripecias existencias de aquel grupo de jóvenes que descubren que no solamente deberán enfrentarse con los desajustes hormonales propios de su edad. Además de todo ello, tendrán que lidiar con cierto gen mutante, empeñado en volver sus vidas del revés y, por si fuera poco, colocarlos en el disparadero de la intransigencia, el fanatismo y la ignorancia de la que hace gala la raza humana desde que se siente un poquito “amenazada”. 1

En mi caso particular, yo también tenía problemas con mis hormonas ¿Quién no los tiene a esa edad? Y con un “gen mutante”, el cual era el causante de que decidiera no hacerle mucho caso a los tópicos idealizados para con mi edad. ¿A qué topicos me estoy refiriendo? Pues a todos aquellos relacionados con los devaneos amorosos, los excesos etílicos y las salidas de tono, físicas y verbales, amén de la rebeldía que siempre se identificará con la chaqueta color carmesí que luciera James Byron Dean en la película Rebel Without a Cause (Nicholas Ray, 1955) y prefiriera, en sentido diametralmente opuesto a lo que se esperaba de mí, ir al cine, coleccionar juguetes  y leer cómics en un momento en el que ni el noveno arte, ni el coleccionismo estaban tan de moda como lo pudieran estar en estos instantes.

Ciñiéndome a la novela gráfica en sí y a todos aquellos personajes que la protagonizan, por quien sentí -y todavía siento- una mayor empatía fue con Danielle “Dani” Moonstar, luego bautizada en la serie publicada, años después, en España por Cómics Forum como Espejismo. No quiero decir que no encontrara puntos en común con el resto de los adolescentes con los que deberá lidiar el profesor Charles Francis Xavier, independientemente de que mi futuro no estuviera condicionado como sí que lo estaba el de Sam Guthrie -Bala de Cañón, ni me gustara tanto el balompié como le sucedía a Roberto da Costa -Mancha Solar o tampoco tuviera los conflictos espirituales y personales que acosan a Rahne Sinclair -Loba Venenosa. No obstante, la forma en la que la joven india cheyene afronta los diferentes desafíos a los que se debe enfrentar, desde que su abuelo, Black Eagle, le comunica que deberá abandonar las montañas que han sido su hogar para trasladarse a la escuela de un “hombre blanco”, tal y como ella misma expresa en voz alta, me la dibujaban como la más atractiva, en todos los sentidos, y el tiempo -y la serie regular posterior- me lo acabaron por confirmar.

Xi´an Coy Mahn -Karma siempre me pareció un personaje que debía soportar una carga demasiado pesada sobre sus hombros, y eso que, por entonces, aun no había tenido la oportunidad de leer su debut gráfico en el Marvel Team-up# 100 Spider-man and the Fantastic Four. (Claremont/ Miller/ Wiacek/ Gafford. FP: 12.1980) En sus páginas queda claro que el destino de la joven vietnamita quedó más que sellado por una concatenación de circunstancias, muchas de las cuales poco o nada tenía que ver con el gen de mutante que se le terminó por manisfestar con la llegada de su adolescencia.

Un año después, Chris Claremont firmó, junto con John y Sal Buscema, Ron Frenz, Tom Palmer y Glynis Oliver, entonces Wein, la serie limitada de cuatro entregas Magik (Storm and Illyana) publicada entre diciembte del año 1983 y marzo del año 1984. En España se incluyó dentro de la colección Extra Superheroes, en su octava entrega (febrero 1985).

The new Mutants

Illyana Nikolievna Rasputina, Magik, hermana de Piotr «Peter» Nikolayevich Rasputin, Coloso, es aquella niña que creció en un lugar infernal donde nada es lo que parece, ni siquiera los mutantes que conocemos. Julián M. Clemente, en las páginas de su ensayo teórico X-Men. El precio de un sueño 2 la define de la siguiente forma: Illyana es ángel y demonio. En ella se repite la dualidad que caracteriza a Fenix o que define a Lobezno. En la serie es la chica mala, la que pone los pelos de punta y de la que todos esperan que abrace su herencia demoniaca en cualquier momento. El medallón se sustituye por una extraña armadura que aparece cuando Illyana utiliza sus artes mágicas y por una espada, la Espada-Alma, que lleva como regente del Limbo. 3

Debieron de pasar luego dos años hasta que, en la primavera del año 1986, Cómic Forum empezara a publicar la serie regular original, la cual llevaba ya tres años publicándose en los Estados Unidos de América. Fue así como me reencontré con el reparto original de la novela gráfica, además de conocer a recién llegados, tales como Amara Juliana Olivians Aquilla, Magma y el siempre fascinante alienígena de la razaTechnarchy, Warlock.

No obstante, el verdadero salto exponencial dado por la colección y la razón por la que éstasiempre será recordada y reinterpretada por las nuevas generaciones de artistas gráficos, llegó de la mano del dibujante, ilustrador y de un genio del noveno arte como lo es Bill Sienkiewicz.

The new Mutants

Su llegada a la cabecera, tal y como muy bien explica Julián M. Clemente en su tratado, viene después de haber rechazado el hacerse cargo de la serie Uncanny X-Men, colección que, en esos precisos momentos, era una de las “joyas editoriales” de la Casa de las Ideas. Por el contrario, Bill Sienkiewicz concentra ahora su trabajo en espectaculares portadas en las que emplea las más dispares técnicas pictóricas. En realidad, sus portadas son cuadros más que cubiertas.

¿Es ese trabajo exportable al interior de un cómic de superhéroes? Chris Claremont confía en que la respuesta sea afirmativa. En The New Mutants espera que Bill Sienkiewicz dibuje una aventura que no tenga nada que ver con lo que se ha visto en la colección hasta ahora. No importa la reacción de los lectores.

Cualquier expectativa de Chris Claremont se queda corta nada más ver las páginas del primer número. Cada una de ellas podrían exponerse en un museo. Si éste es un cómic de superhéroes, se parece muy poco. Es imposible definir la estética de Bill Sienkiewicz, hace falta verla. ¿Cómo explicar la magia? Va directamente al alma, al sentimiento, sin pasar por el cerebro.

Bill Sienkiewicz no dibuja rostros, no dibuja cuerpos. Dibuja emociones, temores, anhelos. Si, y el oso está desproporcionado (cuando, en realidad, aterroriza con unas simples garras sobre una mancha negra); y ese entintado parece emborronar la página (cuando en realidad es pura precisión); y esos chicos… esos adolescentes no son los bebés-x. No son los adolescentes prefabricados de Bob McLeod. Ya no están allí. Quizás no han estado nunca. 2

«Death-Hunt«/ «Siege«/ «Badlands» (TNW# 18-20) títulos de los tres números publicados, originalmente en el mercado anglosajón, entre agosto y octubre del año 1984 sorprenden desde la primera página por ser algo que se salía de todo lo que habíamos visto hasta entonces. La maquetación, la composición de las páginas o cómo el oso demoniaco posee a las personas y/o irrumpe en una viñeta que no es la suya, representaba ese salto cualitativo, anteriormente citado, que resultaba imposible de imaginar unos años antes. Bill Sienkiewicz practicamente destruye los límites de la página para lograr transmitir esa sensación de movimiento, de opresivo agobio y de la inestabilidad emocional que rodea toda aquella situación, muy bien secundado, no nos vayamos a olvidar, por la precisa y adecuada paleta de colores utlizada por Glynis Oliver.  Por añadidura, en toda esta narración, NADA es lo que parece, por muy seguros que estemos de lo contrario, incluso siendo seguidor del trabajo del patriarca mutante. Y SI, escrito todo con mayúsculas, el OSO MISTICO al que se debe enfrentar Danielle Moonstar da MUCHO, MUCHO miedo.

Y siendo cierto que luego el tandem Claremont/ Sienkiewicz ofrecieron otros muy buenos ejemplos de cómo se puede plantear una historia gráfica –The New Mutants# 22-25 son un buen botón de muestra de todo lo anteriormente dicho- la impronta de la saga del Oso místico se me antoja como la mejor influencia sobre la que sustentar una adaptación pensada para la gran pantalla, un pensamiento que también debió rondar por la cabeza del guionista Knate Lee y del director y co-guionista de dicha adaptación cinematográfica, Josh Boone.

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El que luego decidieran contar con Illyana Nikolievna Rasputina como miembro del grupo, desde el principio, algo que en los cómics sudece un año después del comienzo de la serie (TNM# 14 y 15. FP: abril y mayo de 1984)  tiene mucho que ver con el tono claramente “turbio y oscuro”, casi se diría que entintado por el propio Bill Sienkiewicz, y ciertamente terrorífico que destila toda la narracion cinematográfica.

Detalles como sustituir a la Dr. Moira Kinross MacTaggert, quien suele hacerce cargo de los jóvenes mutantes desde primeras páginas de la novela gráfica original por una versión “alternativa” de la doctora Cecilia Reyes quien, y contrariamente a lo que suele suceder en esas mismas páginas impresas, se transforma, ahora, en la antagonista de los jóvenes mutantes bajo los designios de la cooporación Essex dependiente, ésta, de un ser tan desmedido como Nathaniel Essex, más conocido como Mister Sinister, tienen una razón de ser. 4

Habrá quien diga, y con razón, que en la película los pasados de los personajes se han dramatizado mucho más que en su versión gráfica, queriendo enfatizar los demonios interiores que alberga cada uno de ellos y que, luego, con la llegada de Danielle Moonstar aflorarán sin control. Queda claro que todos estos elementos y/o elecciones por parte de los responsables del guión cinematográfico sólo sirven para enturbiar, aun más,  el futuro de un grupo de personajes empeñados en saber qué hacer con sus vidas y cómo comportarse cuando lo logren.

El único problema es que el relato termina por ser una suerte de pesadilla exportada desde la calle Elm Street, aunque la amenaza se termite materializando en un enorme úrsido, en medio de los desgarradores sueños que persiguen a todos los integrantes del grupo hasta prácticamente hacerles perder el sentido de la realidad.

Y en esto, la pelicula de Josh Boone se diferencia, y mucho, de otras propuesta cinematográficas basadas en personajes gráficos de la Casa de las Ideas y la sitúa como una “rareza” que ha llegado en un instante de la historia en donde los seres humanos tienen otras prioridades antes que asistir a una sala de cine. Tampoco es que su reducido metraje ayude a profundizar en la psique y el devenir personal de ninguno de los personajes, ni siquiera en el de Danielle Moonstar, sobre quien se articula todo el relato.

Imagino que The New Mutants terminará siendo una serie de televisión y esta película, una suerte de episodio piloto estrenado en la pantalla grande, tal y como sucedía en la década de los años setenta del pasado siglo XX. 5

Puede que se convierta en una de esas realizaciones que llegó en el peor momento posible y que deberán esperar hasta que el tiempo la coloque en el lugar que le corresponde, una circunstancia en la que no tendrán nada que ver quienes toman las decisiones en una gran corporación multinacional y sin otro interés que lograr un beneficio al final del ejercicio anual.

The New Mutants es una creación de Chris Claremont y Bob McLeod.

The new Mutants

Notas:

  • En España dicha novela gráfica se publicó seis años después, en 1988 y en dos ocasiones distintas. La primera de ellas, fue dentro de la colección Marvel Héroes Especial Verano# 3, publicado en junio del año 1988. Ese mismo año, en el álbum especial Marvel Héroes# 16, se recogieron los siguientes números, eso sí, sin mantener, éstos, sus cubiertas originales: Marvel Graphic Novel nº 4 The New Mutants, Marvel Fanfare nº 24 y Silver surer Annual nº 1.
  • Clemente, J. M., Díaz, L. F., García-Aranda, C. L. (2000). X-Men, el precio de un sueño (1st ed., Classicomic №7). Madrid: Imágica Ediciones S.L./ Alberto Santos, editor. Segunda parte. Persiguiendo un sueño.
  • Dicho medallón está creado por Belasco, el oscuro, arcano y demoniaco brujo, señor del Otro lugar y/o el Limbo, a partir de la esencia de la niña y en el que engarza, sucesivamente, las gemas sangrientas que representan el mal que habita en el corazón de Illyana.
  • Scott Lobdell y Carlos Pacheco crearon a este personaje que debutó en el X-Men #65, publicado en junio del año 1997. Como mutante, posee la habilidad de proyectar un campo de fuerza que la protege de agresiones externas, algo que también posee su versión cinematográfica.
  • En la película se pueden ver varias secuencias de la serie de televisión Buffy the Vampire Slayer, creada por Joss Whedon en 1997 bajo el paraguas de su productora Mutant Enemy Productions. Su influencia es palpable en la forma de plantear varias de las situaciones que luego se irán desarrollando en la narración cinematográfica, sobre todo en lo relativo al tratamiento de un grupo de personajes, éstos, en plena adolescencia y enfrentados a una amenaza tan desmedida como lo es el espíritu que persigue a la nativa americana.