En 2021, Nadie del director Ilya Naishuller se convirtió en una de las más divertidas imitadoras del fenómeno John Wick. Jugando también a la figura del héroe aparentemente cotidiano que encierra una auténtica máquina de matar y con profusión de escenas de lucha cuerpo a cuerpo sin abusar del componente infográfico, la película era una gamberrada irreverente y violenta que permitía también a su protagonista, Bob Odenkirk, alejarse del tipo de papel al que nos tenía acostumbrados. Además, la presencia de espléndidos secundarios como Christopher Lloyd servía también de acicate para pasar un rato divertido.
El éxito de la primera entrega y las ganas de Odenkirk de repetir en un papel tan físico hicieron que se diera luz verde para una segunda parte. Naishuller, quien ya había llamado la atención con Hardcore Henry en 2015, prefirió no repetir y optó por dirigir para Amazon Prime otra propuesta de comedia de acción, Jefes de Estado, con John Cena e Idris Elba.
Cuatro años después de enfrentarse a la mafia rusa
Al frente de Nadie 2 le ha sustituido Timo Tjahjanto, director de nacionalidad indonesa, que venía destacando en diferentes propuestas de cine de terror. Quien sí repite es el guionista original, Derek Kolstad, al que se suma Aaron Rabin.
En el reparto, aparte de Odenkirk, regresan Lloyd, RZA, y Connie Nielsen, Gage Munroe y Paisley Cadorath en sus roles de la familia del protagonista, que en esta ocasión van a tener un poco más de relevancia en la trama.
Los tres elementos principales responsables del éxito de Nadie fueron el humor, la acción y el factor sorpresa. De ellos, uno desaparece de la ecuación en esta segunda parte. Como secuela al uso, la película renuncia a sorprender al espectador y busca más bien repetir fórmulas prometiendo un más de lo mismo. Efectivamente, la película cuenta con secuencias de acción bien ejecutadas, explosivas y espectaculares, que mantienen el componente hiperbólico y absurdo de la primera entrega a la hora de combinar violencia y comedia. Odenkirk se ve cómodo en su papel y demuestra que tras la primera entrega ha optado por mantenerse en forma.
A veces, no hay nada más peligroso para un padre de familia que unas vacaciones
Desgraciadamente, la película parte de un problema de base, que es el horroroso guion de Kolstad y Rabin. No sólo fracasa a la hora de aportar originalidad a la trama, sino que está plagado de lugares comunes y diálogos idiotas.
Tampoco es que los nuevos personajes ayuden demasiado. Si bien la interpretación de Colin Hanks como sheriff paleto es de lo mejor de la película y cada aparición de Christopher Lloyd es un show en sí mismo, Sharon Stone nos presenta la peor interpretación de su carrera, totalmente histriónica y desnortada en el papel de Lendina, la villana de la función.
Nadie 2 se salda como una secuela rutinaria, con buenas dosis de acción, pero sin sorpresas y sin ideas para seguir desarrollando de manera interesante a sus personajes. Seguramente hubiésemos vivido más felices quedándonos con el buen recuerdo de la primera parte y no nos queda más que desear que con este traspié no haya ganas de seguir sumando entregas a cada cual más anodina, como es lamentablemente costumbre en la industria del cine.