El director Olivier Assayas nos tiene acostumbrados a dramas intimistas, donde las temáticas familiares suelen ser el centro del conflicto; sin embargo, a lo largo de su filmografía ha ido desarrollando de manera paralela también otro tipo de películas con patrones de género, especialmente el thriller. Su última producción, La red avispa, mezcla ambos universos.

Se trata de una cinta basada en hechos reales, sobre la existencia de la red de espionaje avispa, que ejerció un papel importante en el conflicto entre Estados Unidos y Cuba en los 90.

Aquí, Assayas desarrolla una parte con estructura de thriller de espionaje, en la que vemos ese mundo de apariencias y dobles engaños con el que intentar seducir y despistar al contrario; sin embargo, lejos de lo habitual en las películas de espías, el director se para también a atender los efectos personales y familiares que provoca este compromiso patriótico.

El cineasta se hace rodear de un conjunto de actores latinos y españoles, aunque llama la atención que la única cubana del reparto, Ana de Armas, sea precisamente la que prácticamente no dice una frase en español en todo el metraje. Hay por parte de Assayas un estupendo trabajo de dirección de actores, manteniendo todos un espléndido perfil (magnífico el trabajo de Penélope Cruz).

La historia es ambiciosa y abarca un amplio marco temporal, además de tramas complejas. Aquí es donde encontramos el aspecto más endeble de la producción.

Si bien la historia está bien cohesionada, da la impresión de que más que en un largometraje, esta historia pedía el desarrollo mayor que le podía haber proporcionado una mini serie. Quitando eso, resulta una película atractiva y que nos ofrece una perspectiva distinta del bloqueo cubano.