Tres son las normas básicas, de incumplimiento obligado, cuando los Gremlins cinematográficos están en escena: no mojarlos, alejarlos de la luz brillante y, la más importante, no alimentarlos después de la medianoche. A esta triada de mandamientos añadiríamos un cuarto mucho más importante que los anteriores: ver este clásico del fantástico en pantalla grande.

La mitología de los encantadores Mogwai y su transformación en malvados Gremlins llegó por vez primera a las pantallas de cine españolas en el verano de 1984. Una historia navideña escrita por Chris Columbus (guionista de títulos como Los Goonies y con posterioridad director de Aventuras en la gran ciudad o Solo en casa), con la realización de Joe Dante (Piraña, Aullidos o Exploradores) y la supervisión de Steven Spielberg como productor ejecutivo bajo el sello Amblin. Un equipo de trabajo que, a día de hoy y desde la distancia, se torna increíble.

A esta combinación podríamos sumar al legendario compositor Jerry Goldsmith (con una partitura de música electrónica inolvidable) y al creador de las criaturas Chris Walas (Enemigo mío, La mosca), responsable directo de que las marionetas protagonistas parezcan realmente vivas.

En uno de sus viajes a Nueva York, el inventor Randall Peltzer (Hoyt Axton) encuentra en el barrio Chino de la Gran Manzana a una criatura insólita a cargo de un anciano asiático y logra hacerse con ella con el fin de regalársela a su hijo Billy (Zach Galligan). Advertido de la importancia de las tres normas, Billy no tardará en romperlas convirtiendo al adorable mogwai Gizmo en una legión de criaturas sedientas de caos y destrucción en una comedia negra repleta de referencia cinéfilas y menciones a los “Gremlins” que provocaban funcionamientos defectuosos en los aviones de guerra durante la Segunda Guerra Mundial.

Gremlinmanía

Con la “gremlinmanía” desatada aparecieron numerosas producciones que trataban de copiar el canon del éxito de la película como Critters (1986), Munchies (1987) o Ghoulies (1984), y Warner Bros. puso en marcha la secuela Gremlins 2: La nueva generación con Dante en la dirección pero cambiando a Columbus por Charles S. Haas (Matinee) en la escritura del libreto y a Walas por el oscarizado Rick Baker en la creación de numerosas marionetas animatrónicas más perfectas que las originales además de dotadas de personalidades diferenciadoras. El resultado, a pesar de no ser malo, fue una cinta desprovista del espíritu inicial que no llegó a las cotas de éxito esperadas. Sin embargo, la mitología gremlin sigue estando viva más de 30 años después desde su estreno y las licencias para fabricar merchandising siguen arrojando peluches y figuras articuladas de todo pelaje.

Volviendo a las premisas con las que iniciamos este artículo, no temáis no cumplir el cuarto mandamiento por falta de oportunidades ya que la iniciativa Charlas de Cine programará el 29 de diciembre una sesión única de Gremlins en Multicines Tenerife (C. C. Alcampo, La Laguna). Como es habitual en estas proyecciones especiales, los espectadores podrán debatir al final la proyección con un grupo de expertos en la crianza y cuidados del Mogwai. Organizan: Charlas de Cine, Multicines Tenerife y TUMBAABIERTA.COM. Colaboran: Aula de cine de la ULL, Ksa Mario, Comic-Sería y Fundacion Cine + Cómics.